Arrugas, bolsas y ojeras: cómo solucionar de forma eficaz los tres problemas más comunes del contorno de ojos

Con menos cantidad de colágeno y elastina , una piel cinco veces más fina que la del resto de la cara y sometida a la tracción constante del parpadeo, el contorno de ojos es una zona muy delicada. Evitar su exposición al sol y protegerse con gafas oscuras, dormir las horas suficientes, seguir hábitos saludables, mantener una alimentación adecuada, controlar la exposición a los dispositivos y aplicar una crema específica para los problemas que afean esta área son fundamentales si queremos conseguir una mirada resplandeciente. Pero no solo. La medicina estética ofrece cada vez más opciones para embellecer esta parte del rostro.

El grosor de la piel del párpado es mínimo, de unos 0,33 mm. Si a eso le sumamos que el contorno de ojos tiene tendencia a la sequedad, porque apenas cuenta con glándulas sebáceas y su película hidrolipídica es pobre en agua y en ácidos grasos, es fácil entender por qué se arruga antes. ¿Cómo combatirlo? Con cremas de efecto lifting, que aporten elasticidad y estimulen la síntesis de colágeno. Y si quieres actuar de una manera más intensiva, lo último es el blefaroláser. «Se trata de una técnica ambulatoria que combina láser fraccionado y radiofrecuencia para corregir el exceso de piel del párpado superior y eliminar las arrugas del contorno de ojos», explica la doctora Gema Pérez Sevilla.

¿Quién no se ha levantado alguna vez con los ojos hinchados? Las antiestéticas bolsas pueden ser cosa de una noche en la que no has pegado ojo o algo más persistente. Un exceso de sal en las comidas, el alcohol y otras muchas causas pueden estar detrás de esa retención de líquidos o del exceso de depósitos de grasa. Apuesta por tratamientos tópicos que incorporen aplicadores metálicos y úsalos fríos para descongestionar esta área. «En cabina funciona muy bien el masaje de remonte para descongestionar la zona, relajar la musculatura y movilizar la circulación linfática», señala Silvia Oliete, de Blauceldona.

No siempre se pueden disimular con un buen corrector y su generación es multifactorial, por eso lo primero para tratarlas es distinguir su tipología. Pueden presentar una hendidura desde el lagrimal hasta la sien. En estos casos, desde la clínica Dorsia recomiendan «actuar con ácido hialurónico de diferentes densidades que, aplicado sinérgicamente, rellena el surco». Otra modalidad muy habitual son las ojeras pigmentadas, que presentan un aumento de melanina en la piel de la zona. «Estas ojeras se pueden tratar con un protocolo de combina el ácido hialurónico y la carboxiterapia», apuntan.