BELLEZA
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En verano, con las altísimas temperaturas, tendemos a lucir la piel al descubierto, sobre todo con los viajes a la playa. Por eso, cada semana optamos por la depilación, aunque si no se hace de forma correcta puede causar daños y molestias. Así que, aprender cómo depilar las piernas sin irritar la piel es fundamental. Nada de cortes, rojeces o pelos enquistados. Solo tienes que seguir unos tips que te conseguirán unas piernas sedosas sin ningún tipo de picor o inflamación.
Y es que, no solo podemos causar esta sensación de malestar. Porque, si no ejecutamos los pasos recomendados, manchas, granitos y otros problemas pueden aparecer en la piel. Es decir, que esta guía para depilar las piernas como un profesional es la que tienes que seguir a partir de ahora para conseguir el mejor acabado.
Depílate después de la ducha: Una vez hayas acabado de ducharte, dejando que la piel de las piernas se humecte bien por el agua y permita que los poros se abran, es cuando tienes que depilarte las piernas. Así, la piel sufrirá menos daños. Por supuesto, lo más recomendable es usar una cuchilla en óptimo estado, que no esté gastada.
Exfolia la piel: mientras estás en la ducha, antes del afeitado, lo mejor es utilizar un exfoliante corporal, aplicado con un guante en movimientos circulares y ejerciendo una suave presión, sin restregar o ser muy brusca. Así ayudaremos a tener la piel más regular, que las pasadas sean más suaves, desobstruir los poros y a permitir que las células muertas se eliminen.
Usa un producto de afeitado: no basta con gel de ducha o jabón. Para que la cuchilla se deslice correctamente y no dañe la piel, lo más recomendable es utilizar un gel de afeitado o espuma. Estos productos están diseñados para facilitar los movimientos de la cuchilla, así como crean una capa protectora que impide la posibilidad de agredir la piel.
Dirección del afeitado: cuando hayas aplicado todo el producto de afeitado por las piernas, es hora de pasar a afeitarse. La dirección en la que usas la cuchilla es imprescindible. Deben ser pasadas limpias y largas, de forma constante, teniendo especial cuidado en las zonas más angulosas, donde hay más hueso, como las rodillas o tobillos. Siempre tienes que deslizar la cuchilla a favor del pelo (en la dirección en la que crece) y no al contrario. Esto es muy importante para no irritar la piel y evitar que los vellos se enquisten. Y, no ejerzas mucha presión al pasar la cuchilla. Además, debes aclararla con cada pasada.
Hidrata las piernas: la hidratación como último paso del afeitado es fundamental. Así, evitamos que la zona se irrite por la sequedad o la agresión de la cuchilla, además de reforzar la barrera protectora de la piel y permitir que esta se regenere. Por eso, usa una crema hidratante para el cuerpo, mejor si es para piel sensible o cuenta con ingredientes como las ceramidas o la centella asiática.
También hay otros métodos de depilación que puedes hacer en casa. Por ejemplo, si vas a usar crema depilatoria en las piernas, para no irritar la piel lo más conveniente es usarla sobre las piernas completamente limpias y no excederse en el tiempo de uso que indican las instrucciones. Además, siempre conviene hacer una prueba de tolerancia en una pequeña zona y esperar 24 horas para ver si te provoca alguna reacción.
Si vas a usar cera, dúchate con agua caliente para que se abran los poros, no utilices cera líquida muy caliente (espera a que se tibie o usa bandas depilatorias), tampoco expongas la piel al sol después de depilarte y moja las piernas con agua fría al terminar el proceso. Además, recuerda hacerlo siempre en la dirección del pelo.
Y, con la depiladora eléctrica, recuerda siempre que la maquinilla debe estar limpia e higienizada en el cabezal, al igual que tu piel, para evitar infecciones. Además, conviene también exfoliar la piel y dar pasadas ascendentes sin incidir demasiado en la presión y tensando ligeramente la piel. Y, por supuesto, sin importar el método que escojas, siempre al terminar tienes que aplicar crema hidratante o reparadora para el cuerpo.