Esta crema hidratante tiene los activos naturales más potentes para cuidar la piel a partir de los 60 y dar muchísima luminosidad

Los expertos siguen coincidiendo: no es lo mismo elegir una crema hidratante a los 30 que a los 60. La piel está en continua evolución y la degradación del tejido conjuntivo dérmico, compuesto por colágeno y elastina, entre otros, hacen que los signos del envejecimiento sean aún más visibles. Mientras a los 40 buscamos prevenir y mantener la estructura arquitectónica del rostro, a partir de los 60, el principal problema se llama glicación, un proceso en el que se produce una fijación de azúcares en las fibras de colágeno , haciendo que se vuelvan duras e impidiendo una buena absorción de los micronutrientes necesarios para mantener una piel sana y luminosa.

El principal síntoma de este proceso cutáneo es la de revelar un tono grisáceo, casi amarillento en algunos casos, y suele producirse en las pieles maduras de esta franja de edad. Por eso, más que las arrugas o la falta de firmeza, la búsqueda de luminosidad y color se vuelve una prioridad. «Lo que ocurre con las pieles de 60 es que los nutrientes no llegan a la células para tener esa sensación de elasticidad y de luminosidad», explica María José Rioja, experta de belleza de Clarins.

Después de años de investigación, los laboratorios de la firma francesa acaban de lanzar una nueva crema hidratante, que se une a la línea Nutri-Lumière y que es específica para usar pasados los 60. Se llama Nutri-Lumière Revive, y se trata de una crema de día que nutre, reafirma y deja la piel radiante al instante. Su fórmula viene con los activos naturales más potentes, como el caqui originario de China, que inhibe la acción de los azúcares atenuando de forma efectiva los efectos de la glicación y mantiendo la piel flexible, de aspecto saludable y luminoso.

Pero hay más de 10 potentes extractos de plantas que componen este tratamiento antiedad. Como el castaño de Indias, que activa la red de micronutrientes de la piel. El alga wakame bio asociada al aceite de jojoba bio y a la manteca de karité bio, que protege y fortalece la piel preservando su flexibilidad. El harungana bio estimula la síntesis de colágeno para una piel más densa y firme. Los nácares color violeta mejoran la reflexión de la luz contrarrestando ópticamente el tono amarillento de la piel y eliminándolo por completo. El kalanchoe reactiva los mecanismos de hidratación de la piel. Y los azúcares de avena bio y el extracto de datilero del desierto bio tensan la piel.

Se trata de una crema en aceite, fundente y untuosa. Una textura perfecta para revivir las pieles opacas y apagadas que se absorbe con total facilidad. Para cumplir y maximizar los beneficios de la misma, recoge una pequeña cantidad y calienta el producto entre las palmas de las manos para que alcance la misma temperatura que el cuerpo. Después, aplícala mediante presiones muy ligeras y suaves en rostro, cuello y escote. La piel se verá nutrida, jugosa y firme al instante gracias a la activación de la microcirculación.