Por mucho que confiemos en nuestro sérum de vitamina C por la mañana, la rutina nocturna cobra especial relevancia en el cuidado antiedad. No solo podemos emplear activos más potentes con los que nuestra piel podría verse afectada por el sol, como en el caso del retinol o ciertos AHA y BHA (sobre todo si no hemos desarrollado tolerancia). También los ingredientes tienen más tiempo para trabajar en la piel y, sobre todo, ocurre ese momento especial de «sueño reparador».
Esto significa que por la noche es cuando se produce la máxima actividad de renovación celular y las fórmulas se aprovechan de ello para garantizar la eficacia. Además, necesitamos un extra de hidratación, dado que mientras dormimos, la pérdida de agua transepidérmica hace que mucha humedad se escape del rostro, despertando deshidratado, congestionado y sin brillo. Por tanto, una buena crema de noche es fundamental y esta en especial cuenta con todo lo que necesitamos para que el cutis se vea bonito y joven al despertar.
Hablamos de la Amatist Night Cream de Martiderm. Esta crema de noche está diseñada especialmente para nutrir, revitalizar, iluminar, reafirmar y atenuar arrugas, entre otros problemas comunes de la piel madura.
Ingredientes a destacar de esta fórmula son los proteoglicanos, proteínas encargadas de construir y mantener la estructura de las células, así como su comunicación. Traducción: son un elemento imprescindible para recuperar la firmeza y elasticidad de la piel. También está el phyto-retinol, una alternativa natural y menos irritante que el retinol pero que cumple sus mismas funciones en renovación celular y estimulación de la producción de colágeno para minimizar los signos de la edad.
Como complemento antienvejecimiento está el aceite rosa mosqueta, un todoterreno capaz de hidratar en profundidad, suavizar, acondicionar, corregir líneas de expresión y manchas, redensificar e iluminar. Los aceites de oliva, algodón, palma y lino cubren la dosis de humedad que necesita el rostro, mientras repulpan y aportan brillo (también puede ayudar a difuminar arruguitas y manchas). Y, los ácidos omega 3, 6 y 9 junto a la vitamina E, maximizan los resultados antienvejecimiento.
Si buscas más cremas de noche con alternativas vegetales al retinol, menos irritantes, otra buena opción podría ser la Goodnight Glow Bakuchiol Sleeping Crème de Ole Henriksen. Su fórmula se basa en el bakuchiol, las células madre de flor de las nieves reafirmantes y antiarrugas, la combinación de ácidos glicólico y láctico que estimulan la renovación celular mientras se libran de las células muertas para mejorar manchitas y unificar tono y textura, más extractos de alga roja y tara con efecto lifting, hidratante e iluminador.
Aunque si eres más funcional y necesitas de una crema antienvejecimiento que sirva para día y noche, opta por La Crème Riche Premier Cru de Caudalie. Este tratamiento está reforzado con la tecnología patentada TET8™ para corregir los 8 marcadores de la edad: arrugas marcadas, líneas de expresión, firmeza, volumen, elasticidad, manchas, hidratación, luminosidad. Cuenta con ácido hialurónico hidrolizado, bioceramidas relipidantes, viniferina (un antioxidante más potente que la vitamina C), aceite de oliva, manteca de karité y adenosina, vitamina E.
Otra opción con proteoglicanos son las Ampollas Hi Antiage de Avance Cosmetic, una emulsión ligera de tipo sérum iluminadora, anti-edad, hidratante y nutritiva. Ilumina y suaviza la piel al instante, proporcionando un aspecto radiante. Su formulación con Proteoglicanos y Vitamina C estimula la luminosidad del rostro rápidamente gracias a su efecto flash y refuerza la elasticidad cutánea. Además, contiene Aceite de Germen de Arroz y Aceite de Rosa Mosqueta que ayudan a prevenir el fotoenvejecimiento y la deshidratación, por su acción nutritiva y protectora.