Este nuevo método para desmaquillarse es antiedad, ecológico y ahorra agua

Nadie en la industria de la belleza es ajeno a la preocupación de las consumidoras por un cuidado más sostenible . Un auge de la clean beauty que encuentra su máximo exponente en la limpieza antiedad , en concreto en la tendencia water less washing, que impulsa una limpieza sin aclarado. De ahí que las aguas micelares (sobre todo las bio o las que llevan ingredientes naturales) estén viviendo una segunda juventud: acaban de un plumazo con el consumo desmesurado de agua. A estas fórmulas hay que sumar, además, el boom de los discos limpiadores reutilizables, que se lavan después de cada uso, incluso en la lavadora.

Pero si eres de la limpieza en mojado de siempre, hay ciertos errores que no debes cometer y que tienen mucho que ver con la temperatura del agua (no debe estar excesivamente caliente, ni siquiera en invierno) o la fuerza que ejerces al frotarte el rostro.

Tampoco hay que renunciar a lo de siempre. Los desmaquillantes bifásicos siguen siendo infalibles y la única manera de acabar con el maquillaje waterproof y no levantarte al día siguiente con restos de máscara de pestañas y ese desastroso efecto mapache. Ya sabes cómo funcionan, tienes que agitarlo para que se mezclen ambas soluciones (la de agua y la de aceite) y aplicarlo ne un disco o algodón.

Pero si lo que buscas es una experiencia de máximo bienestar, los bálsamos eliminan el maquillaje a la vez que dejan en la piel una sensación de confort solo comparable a la de las fórmulas con aceite. Es cierto que el proceso es más lento, pero también se disfruta más y te dejarán la piel sueva como la seda, además de más firme gracias a que alguno cuentan con ingredientes antiedad.