La doble limpieza , por mucho que nos esforcemos las periodistas de belleza en explicarla cada cierto tiempo, sigue siendo la asignatura pendiente de mucha gente. Aún cuesta entender que, si nos hemos maquillado o nos hemos puesto protección solar (lo primero es opcional, lo segundo debería ser obligatorio), estos dos pasos son claves para una buena salud de la piel.
No nos cansamos de decir que el mejor tratamiento de belleza empieza por una piel limpia porque, de esta manera, los productos que apliquemos después llegarán donde tienen que llegar y no lo impedirá la capa de maquillaje, polución o suciedad que tengamos encima.
Es más sencilla de lo que parece y consiste en limpiarse la cara dos veces. La primera, con un desmaquillante, si es en formato bálsamo o de textura en aceite, mejor, la grasa arrastrará más fácilmente los restos de maquillaje y la suciedad en general. La segunda, con un limpiador de base acuosa que acabará con cualquier resto. Lo que sí es importante es la elección de los productos y aquí en donde vamos a hacer hincapié. Sobre todo en el primer paso.
Hay muchas opciones, pero hay un tipo de producto que encaja para cualquier tipo de piel, especialmente para las más grasas, aunque parezca lo contrario. Nos referimos al bálsamo, un formato de producto que está entre una crema y una cera, con una textura gelatinosa que consigue que, uan vez retirado, no te deje la piel tirante ni incómoda como ocurre con otro tipo de limpiadores. Porque no hay nada peor que ese desconfort que se queda en la cara después de haber retirado el limpiador.
En seco, coge una cantidad de producto equivalente a una moneda de dos euros, aproximadamente, que se extiende por todo el rostro con un pequeño masaje con las yemas de los dedos. Después, mójate la cara con un poco de agua tibia y termina el masaje así para disolver todo el maquillaje. Una vez terminado el masaje (puedes entretenerte el tiempo que haga falta porque es muy gustoso), aclara bien con agua y sécate la cara.
Lo mejor es que lo hagas a pequeños toques y con un paño de muselina mejor que con una toalla al uso. Una vez que termines, verás como la sensación que te deja en la piel, lejos de ser grasa o pringosa, es la más cómoda que hayas experimentado nunca. Limpia y nada tirante.
Una vez hayas eliminado todo el maquillaje, lso restos de solar y la suciedad en general, puedes rematar la faena con tu jabón habitual. Así habrás completado la doble limpieza para empezar a aplicar tu tratamiento de noche.
Hay muchas opciones, la última que hemos descubierto ha sido la de Clinique y su famoso bálsamo desmaquillante Take the day off que ha sacado uno especial para pieles grasas, Charcoal Cleansing Balm, formulado con carbón japonés purificante, que le da un aspecto negro muy curioso. Elimina el maquillaje y desobstruye los poros al mismo tiempo por eso es la opción perfecta para las que quieren un extra en su desmaquilante habitual.
Además de este producto específico, hay otros que encajan en cualquier tipo de piel. Uno de los más famosos es el de la firma inglesa de belleza Elemis que cuenta entre sus best sellers con Pro-Collagen Cleansing Balm, un desmaquillante tres en uno. Nutre la piel como un bálsamo, la desmaquilla como un aceite y la hidrata como una leche desmaquillante.
Si quieres alguna opción más, aquí te dejamos otros productos. El de Belif es perfecto para las pieles secas porque aporta un extra de hidratación y te gustará si eres fan de su hidratante o mascarilla Aqua Bomb. Esta es la misma versión pero en formato bálsamo desmaquillante. Su punto fuerte: la sensación de piel súper hidratada que te deja después.
Y para las pieles más sensibles, la opción de The Body Shop es perfecta. Sumptuous Clenasing Butter funciona igual que el resto de bálsamos, pero lleva camomila con efecto calmante. Aunque en general, este tipo de productos en formato bálsamo son todos aptos para las pieles sensibles.
En resumen, el bálsamo desmaquillante ha marcado un antes y un después en mi rutina de doble limpieza diaria y ya no puedo desmaquillarme con otra cosa.
20 de enero-18 de febrero
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