Entre tantos activos e incentivos que nos prometen una piel lisa , luminosa y bonita, puede que hayamos perdido el rumbo de lo que de verdad importa: el uso correcto de los cosméticos, tanto del orden en la rutina como de la forma en la que los aplicamos. Primero el serúm , después el contorno de ojos y para terminar, la crema (y la protección solar si salimos a la calle). Eso sí, si en este último paso el producto se acumula, se cuartea o genera restos en las zonas más secas del rostro, es que te estás aplicando mal la crema hidratante. Izaskun Ruiz Amestoy, farmacéutica, experta en dermocosmética y autora de la cuenta de Instagram @dermoskinfar, nos cuenta las claves para saber lo que no hay que hacer.
Lo primero que tenemos que saber es que el orden de los factores sí altera el producto, y que si vamos a aplicar varios productos, hay que tener en cuenta la textura de cada uno. «La viscosidad es muy imporante si vamos a aplicar varios productos multicapa, primero debemos aplicar los de base acuosa y después los de base oleosa, de más ligero a más denso. Si lo haces al revés, estos dos productos son inmiscibles y el acuoso no lo va a absorber la piel», explica la experta.
La segunda clave, y una de las más importantes, es la aplicación de todos los productos de la rutina en exceso. Al llegar a la crema nos encontraremos con que la piel no será capaz de recibir tanto en tan poco tiempo. «No es necesario usar un pipetazo de sérum, con 4 o 5 gotitas es suficiente, ni medio bote de crema hidratante después. Lo que realmente es importante son los dos deditos de protección solar, si notas que cuando aplicas el SPF tarda en absorberse quizá puedes prescindir de tu hidratante de día y buscar un fotoprotector que te aporte la hidratación que necesitas«, aclara Izaskun.
Vídeo. Las tres mejores cremas asequibles con ácido hialurónico para un rostro firme.
El tiempo entre producto y producto también es esencial a la hora de que la crema hidratante no genere estas pequeñas bolitas tan molestas. «Hay que ser paciente. Debes dejar que el producto se absorba y se asiente sobre la piel antes de aplicar el siguiente paso», cuenta la experta y añade: «Si no eres capaz de hacerlo, simplifica tu rutina».
Otro factor muy importante es el de dar con la formulación adecuada a cada tipo de piel. Una textura muy densa no funcionará sobre una piel grasa o mixta, y una muy ligera podría no hidratar lo suficiente a las pieles más secas. Eso sí, una vez encontrada la crema ideal y teniendo en cuenta los tiempos y la cantidad, el último gesto a tener en cuenta es el de no frotar el producto sobre la piel ¡prohibido! «Nuestra rutina de skincare es nuestro momento de autocuidado, disfrútalo, siente el producto sobre la piel y deslízalo con movimientos suaves hasta que se absorba, es cuestión de segundos», concluye la farmacéutica.