Alguna vez has sentido que tu rostro no está como siempre. Nos referimos a esa sensación de cara hinchada y con aspecto cetrino , que además se aprecia con mayor flacidez de lo habitual. Esa inflamación puede ser debida a muchas cosas, pero principalmente se debe a la circulación y la acumulación de agua que derivan de cansancio, excesos u otras causas. Da igual, a nosotras nos importa nuestro aspecto y no queremos parecer tan envejecidas y congestionadas.
Por eso, aparte del uso de cosméticos es muy importante el modo en que los aplicas. Al igual que el cuerpo, el rostro necesita ejercicio y como este no puede salir a correr o hacer planchas, son los masajes la clave para que luzca turgente, terso y definido. No es algo sencillo de realizar, pero aquí te damos las claves para que a partir de ahora, puedas hacer un masaje de drenaje linfático que deje tus contornos y óvalo facial super esculpidos y con efecto lifting, para rejuvenecer años y verte ultra favorecida.
Los masajes faciales son la forma perfecta de tartar ciertos problemas del rostro, prevenir el envejecimiento y mejorar la luminosidad de la tez, al ser estimuladores de la circulación y tensar los músculos. Por tanto, obtendremos de ellos mucha mayor definición, firmeza y aspecto vital y descansado, además de procurar que las arrugas no se remarquen tanto. Y es que, además fomenta el colágeno y la elastina.
Esos ojos hinchados, flacidez de la zona del óvalo facial que cae con la papada y la congestión, también se ven reducidos al ayudar a fluir la circulación, eliminando el estancamiento de exceso de líquido en las áreas. Puede que tú optes por ir a un profesional, pero en realidad lo puedes hacer fácilmente en casa, solo necesitarás un poco de práctica y reservarte unos minutos.
Una vez le cojas el tranquillo, observarás como las facciones se aprecian mucho más contorneadas y la piel se ve levantada y tersa como con un lifting. Solo tenemos que ejecutar una serie de movimientos repetitivos para tonificar los músculos y aportar oxígeno, con una suave pero firme presión en diferentes áreas del rostro.
También puedes emplear diferentes herramientas como la guasha y tendrás que invertir más o menos un margen de cinco o diez minutos al día para ver mejores resultados. Eso sí, lo puedes realizar solo puntualmente, por ejemplo, en el contorno de los ojos, si notas malestar por estrés, falta de sueño o excesos que hayan provocado mucha inflamación y ojeras.
El primer paso a seguir para llevarlo a cabo es partir de una piel lo más limpia posible (al igual que las manos y gadgets que usemos), por eso ejecutaremos la doble limpieza con un limpiador en aceite y otro en gel o más liviano, para eliminar toda suciedad y evitar que esparzamos las bacterias y toxinas de un lado a otro.
En segundo lugar, emplearemos un aceite facial indicado para nuestro tipo de piel o una crema hidratante, los cuales ayudarán igualmente a que los movimientos sean más fáciles y se deslicen mejor por el rostro. Depositaremos el producto en la palma de la mano y lo extenderemos desde las clavículas hacia la parte alta de la frente, en movimiento ascendente. Pondremos la palma de la mano en el entrecejo, con presión y haremos movimientos circulares hacia el inicio del pelo. Después, pasamos a las sienes.
Continuamos en el tercer paso, enfocado a mejorar la estructura ósea para unos pómulos bien marcados. Emplazamos la palma de la mano debajo de los pómulos y masajeamos hacia el cabello o, ponemos un dedo bajo la parte de la comisura, estirando ligeramente la piel y con la otra mano, usamos el índice en repetidos movimientos ascendentes desde la línea de la mandíbula hacia el pómulo.
De ahí, depositamos ambos dedos en su respectiva parte del surco nasogeniano y nos deslizamos hacia abajo, siguiendo la línea de la mandíbula, en repetidas ocasiones. Por último, bajamos los dedos hasta el cuello. Termina realizando ligerísimos pellizcos múltiples en las diferentes zonas que hemos tratado. De igual forma, para todo esto puedes utilizar la gua sha en movimientos ascendentes, siguiendo los mismos consejos.
20 de enero-18 de febrero
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