belleza
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¿Cuántas mascarillas utilizas a la semana? ¿Y al mes? Seguramente que muchas. Cuidar el rostro a través de mascarillas faciales se ha convertido en tendencia. Nos ayuda a dar un buen chute de energía al rostro cuando la notamos algo apagada y al mismo tiempo, nos da ese momento de relax tan esperado.
Está claro que nos hemos aficionado a las mascarillas faciales, de día, de noche e incluso cuando nos vamos de viaje nos llevamos alguna «por si acaso». Lo mismo pasa con los parches para el contorno de ojos. Sin embargo, es hora de optar por una mascarilla algo más sostenible con el medio ambiente.
Por fin ha llegado la hora de disfrutar del «momento mascarilla» cuidando el planeta. Gracias a Sephora que ha creado una mascarilla facial reutilizable. Una idea genial que se puede limpiar fácilmente y se adapta perfectamente a todos los rostros.
Esta mascarilla facial que ha lanzado Sephora por 10 euros está fabricada en silicona. Se ajusta muy bien a la piel, es muy ligera y es facilísima de limpiar. Es un producto que funciona de una forma muy sencilla e intuitiva, así que no tendrás problema.
Además, la mascarilla viene en un pequeño envase para que puedas guardarla y llevarla cómodamente a todas partes. ¿Pero cómo funciona? Simplemente, tienes que aplicar el producto que quieras potenciar sobre la piel: cremas, sérums o aceites faciales.
Una vez hayas aplicado el producto en la piel, es hora de añadir la mascarilla. Coloca de forma suave y deja actuar el tiempo necesario. Con 10 minutos es más que suficiente para que el producto se adhiera bien al rostro. Después, simplemente retira y lava tras cada uso. Puedes lavarla con agua y jabón. Eso sí, recuerda dejar secar la mascarilla antes de guardarla en la caja.
Un buen truco es añadir la mascarilla en la nevera. Así, cuadno la apliques estará más fresquita y te permitirá desinflamar ciertas zonas del rostro y despertarte antes. Si no quieres dejarla toda la noche en la nevera, puedes hacerlo simplemente 30 minutos antes de utilizarla.
Las mascarillas pueden ofrecer una limpieza más profunda que los limpiadores diarios, ayudando a desintoxicar la piel al eliminar impurezas, aceites y toxinas acumuladas en los poros. Gracias también a la aplicación de mascarillas faciales se pueden abordar problemas específicos de la piel, como el acné, los poros dilatados, las manchas o la irritación. Por ejemplo, las mascarillas de arcilla pueden ayudar a reducir el exceso de grasa, mientras que las mascarillas con ácidos suaves pueden tratar manchas o hiperpigmentación.
Muchas mascarillas ofrecen un efecto refrescante inmediato, lo que puede ser especialmente reconfortante después de la exposición al sol o cuando la piel se siente cansada. También estimulan la circulación sanguínea, lo que ayuda a conseguir un aspecto más luminoso en poco tiempo.