Las mejores cremas de protección solar y cómo, cuánto y cuándo hay que aplicarlas según los expertos

Sabemos que hay que protegerse del sol , pero cada verano surgen las mismas dudas: cuál elegir, qué cantidad aplicarse, por qué no se puede usar el mismo de un año para otro o qué tipo de producto es el más recomendable para cada miembro de la familia. Hablamos con dos expertos que resuelven todas estas dudas para que tú solo te preocupes de disfrutar de las vacaciones.

Los filtros solares pueden ser de dos tipos, minerales y orgánicos. «Los primeros –también llamados físicos– son normalmente polvos minerales micronizados que protegen la piel al reflejar los rayos UV que inciden sobre ella, como si fueran un espejo.

Dependiendo del tamaño de este polvo, los protectores tendrán texturas más o menos blanquecinas y espesas. Los orgánicos, – también llamados químicos– son moléculas obtenidas mediante síntesis química que absorben los rayos UV. Son más solubles, consiguiendo texturas más transparentes», explica el portavoz científico de Garnier.

Entonces, ¿cuál debemos elegir? En realidad es cuestión de gustos. No obstante, Andrea Goni, farmacéutica y formadora de Avène, A-Derma y Ducray, puntualiza: «Tradicionalmente se han recomendado los filtros minerales o físicos para los bebés hasta dos años por su seguridad y menor riesgo de irritación, pero ahora hay filtros ultra seguros que podemos utilizar indistintamente en bebés, niños y adultos».

Y, como todos los cosméticos, una vez abiertos tienen fecha de caducidad y está indicada con el símbolo de un tarro abierto. Más aún cuando se trata de un solar que se lleva a la playa y se expone a temperaturas extremas.

También hay que tener en cuenta la cantidad de producto que hay que aplicarse. Andrea Goni nos da un ejemplo. «Hay una técnica muy práctica, utilizando nuestros dedos como medidor de la cantidad. Por ejemplo, para el rostro aplicaríamos la equivalente a un dedo de producto. Para un brazo, dos dedos; y para el torso, espalda y piernas, cuatro dedos en cada zona.

Para los niños, la misma cantidad, pero el medidor serían sus deditos, así se aplica de forma proporcional». Y otro consejo importante: hay que ponérselo antes de salir de casa y «reaplicarlo cada dos horas o cada vez que nos bañemos o nos sequemos con la toalla», concluyen desde Garnier.