Las mejores pestañas postizas y cómo ponértelas paso a paso

Cuando el rímel no es suficiente, necesitas las mejores pestañas postizas para tener una mirada de infarto. Son la forma más sencilla de aumentar el volumen y longitud de las pestañas, sin necesidad de esperar a que los sérums de crecimiento de pestañas de su fruto o para las que aún no se han decidido aún por hacerse unas extensiones de pestañas . Rápido y fácil, nuestros ojos se volverán más intensos, bonitos y sensuales.

Este tipo de producto ha ido ganando mucha relevancia en el maquillaje en los últimos años. Ahora, cada vez son más sencillas de utilizar, tienen un aspecto más natural, hay muchos tipos diferentes y se adaptan a todos los tipos de formas de ojos y gustos. Solo es cuestión que cogerle el tranquillo y una vez que veas el resultado que dejan, no querrás parar de ponértelas. Si deseas verte espectacular en determinadas ocasiones, pero andas desconectada del tema, te explicamos los mejores trucos para colocarlas y cuáles son las mejores pestañas postizas.

A la hora de escoger el modelo perfecto de pestañas postizas, hay que sopesar una serie de características con las que el resultado quedará impecable y natural. Lo primero es el tamaño de los ojos. Para ojos pequeños, elegiremos aquellas con tamaño intermedio y poco tupidas, mejor si son individuales ya que te permitirá adaptarlas perfectamente. Para los ojos grandes, puedes decantarte por las más largas y voluminosas, aunque es más recomendable que no sean demasiado densas para que no se note que las llevas.

Otro de los factores que debes tener en mente es la forma del ojo. En los ojos redondos van bien las pestañas más largas en la esquina exterior y con diferentes longitudes de pelo, en los achinados, apuesta por la mayor longitud, para los almendrados cualquier clase de pestaña postiza favorece. Y, en los encapotados, también funcionan mejor las pestañas más largas (pero con poco volumen).

En los últimos años esta categoría de producto ha experimentado una revolución y cada vez hay más variedades de pestañas, ideales para ajustarse a tus ojos, tu habilidad o tus preferencias. Para empezar, prueba con las pestañas postizas más naturales y después puedes ir probando modelos según creas que te favorecen, para dar con el adecuado. Los tipos de pestañas postizas más comunes que puedes encontrar son:

Pestañas enteras: esta clase es la más extendida en uso, pero pueden resultar extremadamente evidentes y un tanto difíciles de utilizar. Aunque, con práctica, solo tienes que colocarlas sobre la línea natural de la pestaña. Las encontrarás en una amplia gama de tamaños y diseños, por lo que son muy versátiles.

Pestañas individuales: se trata de pestañas postizas pelo a pelo que imitan el patrón de las naturales y ofrecen el acabado más real y sutil de todos los tipos. Tendrás que usar pegamento en cada una y depositarlas cuidadosamente con unas pinzas, sobre las zonas de la línea de las pestañas que pretendas intensificar.

Pestañas individuales múltiples: son iguales que las anteriores, pero mucho más sencillas de depositar y con un efecto más voluminoso . Se trata de la unión de varios pelos, más o menos en tres mechones que se unen en una línea y cuentan normalmente con diferentes longitudes que van de maravilla para camuflarse entre tus pestañas reales.

Medias pestañas o de esquina: sin duda alguna, este tipo de pestañas es el perfecto para principiantes por lo fáciles que son de usar y además, el que más se lleva. Solo acaparan la esquina exterior del ojo, aportando un efecto más rasgado estilo foxy eye, muy sensual y sumamente natural.

Pestañas magnéticas: la revolución de los últimos años. Tienen el objetivo de simplificar y facilitar el proceso de colocación de las pestañas postizas. Se trata de pestañas falsas con imán que no usan pegamento y se adhieren de forma magnética mediante un eyeliner u otro método. Además, se pueden reutilizar las veces que quieras.

Tal y como has podido comprobar en los párrafos anteriores, la colocación de las pestañas depende mucho del tipo que escojas. Aun así, en general tienes que seguir las mismas pautas, solo que adaptadas a las pestañas postizas que tienes y, si son normales, tendrás que hacerte con un pegamento de pestañas (muchas lo incluyen). El paso a paso es:

Lo primero es medir las pestañas (en el caso de que sean enteras) y cortarlas según la longitud y forma de tu ojo. Seguimos aplicando el pegamento en la línea base de las pestañas postizas, sobre tus pestañas naturales. Esperamos unos segundos para que seque un poco y seguido, las adherimos lo más cerca de la línea natural, sobre nuestras pestañas y mirando hacia abajo, haciendo una ligera presión.

Para mayor precisión, puedes coger unas pinzas de depilar y depositarlas con mucho cuidado. Además, procura que no quede ninguna zona levantada. Puedes acompañarlas de máscara par aun efecto más dramático, pero esta tendrá que emplearse antes de la colocación. Además, en el momento de retirarlas, no tires de ellas porque podrás llevarte los pelos naturales, lo mejor es frotar con suavemente con un desmaquillante en aceite.