Por qué la piel se vuelve incómoda en verano: causas y soluciones, según dos expertas

Las temperaturas extremas no son las mejores amigas para la piel. En el caso del verano, además de estar más expuestas, tienden a secarse más por la exposición al sol . Además, por el sudor y por el roce continuo de piel con piel, se pueden producir incómodas rozaduras en zonas como los pliegues de los brazos y de las rodillas, además de bajo el pecho o en el cuello.

Situaciones difícilmente evitables que son muy incómodas y que se pueden agravar con el paso de los días. Además, existen patologías dermatológicas que, durante el periodo estival, también empeoran. Conocemos cuáles son y cómo tratarlas de la mano de la doctora Elena Martínez Lorenzo, dermatóloga en la Clínica Pilar de Frutos y de la farmacéutica y product trainer en Laboratorios Babé, Marta Morais.

Con el paso de las estaciones y el cambio de clima las pieles cambian. Marta Morais considera que «la principal diferencia entre la piel en verano e invierno, especialmente la piel del cuerpo, es que la exponemos más». La razón de esto es, en palabras de la experta, que «al llegar las altas temperaturas usamos camisetas de manga corta o tirantes, shorts, faldas… por lo que la piel está continuamente expuesta a agentes externos (cloro en la piscina, sal en la playa…) y al sol». La profesional considera que, en el caso de las piernas, «las agredimos constantemente con las depilaciones (cuchillas, depilación con cera…)».

La experta explica que «uno de los principales mecanismos de defensa de la piel es aumentar el grosor del estrato córneo (la última capa de células muertas de la epidermis), por lo que en verano podemos observar una piel más áspera y, probablemente, más seca». Otro de los cambios que se producen, añade Morais, es que «con la llegada del calor también llega el exceso de sudoración, este ambiente húmedo puede crear irritaciones, como los roces en los muslos ; o infecciones, estas últimas ocurren especialmente en personas mayores o en zonas de pliegues como pueden ser los senos»

Conociendo estos cambios, pueden aparecer afecciones específicas o agravarse algunas ya presentes. La doctora Elena Martínez Lorenzo explica «la piel tiende a secarse con más facilidad, sobre todo en las partes más distales de las piernas. Además, pueden aparecer rojeces e irritaciones en la zona de la cara por estas temperaturas».

La exposición al sol también afecta a la piel, en mayor medida durante los primeros días. La doctora Martínez Lorenzo destaca que pueden aparecer «lesiones de erupción polimorfa solar (pequeños granitos y pompitas de agua que pican mucho y aparecen en las zonas fotoexpuestas), además de las quemaduras o el eritema inducido por el sol».

Considera Marta Morais que «si hablamos del rostro, la rosácea es una patología que empeora con los cambios de temperatura y el sol excesivo». En el caso del cuerpo, «hay ciertos tipos de dermatitis, denominadas dermatitis fotosensibles, que se suelen observar en los meses de verano, ya que están activadas por el sol. Y un exceso de sudor también puede crear irritaciones o infecciones en zonas de roce o pliegues».

Los granos también son habituales durante los meses de verano y con el calor excesivo. Una de las razones por las que aparecen, explica la doctora Martínez Lorenzo, es «por las dermatitits irritativas por el sudor. Además, la humedad en los pliegues puede hacer que estas zonas se sobreinfecten por hongos y aparezcan candidiasis». Otras preocupaciones serían « las sudaminas o milarias, pequeñas vesículas de agua cristalinas, puntiformes, que es por el sudor retenido».

Martínez Lorenzo recomienda que lo mejor es «tener la zona lo más limpia y seca posible. Para ello pueden ser útiles soluciones o lociones secantes para aplicar en estas zonas, sobre todo aquellas en base a zinc».

La farmacéutica Marta Morais destaca que «el sudor como tal no genera la aparición de granitos, sin embargo, puede favorecer el brote de acné, ya que ayuda a crear ese ambiente propicio para la obstrucción del poro». La profesional detalla que «los granos o comedones ocurren cuando se suman dos factores, por un lado, tenemos una sobreproducción de sebo (se produce más grasa de la habitual) y, por otro lado, tenemos una hiperqueratosis (aumenta la capa de células del estrato córneo)». La hiperqueratosis se produce porque «la exposición solar y el calor generan un aumento de la producción de sebo , si a esto le sumamos que en verano solemos ser más descuidados con todas nuestras rutinas, inclusive nuestra rutina facial, tenemos el cóctel perfecto para la aparición de granitos».

La farmacética y product trainer de Babé explica que «podemos evitar esos comedones primero, manteniendo una higiene adecuada de la piel, mañana y noche, con un limpiador adecuado, lo más importante a la hora de escoger un limpiador que no reseque en exceso la piel». La experta considera que «otro imprescindible es usar un fotoprotector solar adecuado a tu tipo de piel , que además prevendrá que son salgan marquitas tras esos comedones».

En cuanto a activos, Morais recomienda «buscar activos como el ácido salicílico, uno de los ingredientes estrella a la hora de mantener los poros limpios o la niacinamida, que tiene acción antiinflamatoria, seborreguladora…».

Por último, la profesional destaca que es clave «no manipular el granito, para no aumentar esa inflamación. Otra de las causas de la aparición de los granitos es la foliculitis por depilación o roce. En este caso, lo que se recomienda es mantener la piel hidratada y valorar cambiar el método de depilación».

¿Qué ocurre con las pieles secas o deshidratadas o aquellas que secan especialmente en verano? La doctora Elena Martínez Lorenzo, dermatóloga en la Clínica Pilar de Frutos, recomienda «hidratar varias veces al día, para ello los protectores solares son muy útiles. Además, después de un día de playa o piscina es esencial limpiar la piel con agua dulce y sin cloro e hidratar la piel».

Marta Morais destaca que «lo más importante es mantener una buena combinación de limpieza e hidratación diaria, tanto si hablamos de rostro como de cuerpo». Añade que «parece que las claves en la rutina de rostro las tenemos claras: un limpiador suave que no reseque la piel, junto con una hidratación acorde a nuestro tipo de piel. A la hora de escoger la hidratación, debemos de tener en cuenta las necesidades de la piel». La farmacéutica y product trainer de Babé recomienda que, en el caso de las pieles mixtas o grasas, estas pieles necesiten productos «a base de ácido hialurónico» y recomiende «Hidro 24h Gel – Crema» de la marca. Si son pieles más secas o con falta de lípidos, se buscarán « texturas más ricas, más nutritivas, que aporten ese extra de lípidos y te beneficiarás especialmente de la manteca de karité y el aceite de jojoba», recomendando «la Hidronutritiva Protectora SPF20» de la firma.

La piel del cuerpo funciona de manera diferente a la del rostro, pero, hay algunos pasos que son comunes e imprescindibles. Marta Morais matiza que «no debemos olvidar que la limpieza es clave y debemos utilizar siempre un limpiador respetuoso con nuestro manto hidrolipídico ». Además, considera que «a veces nos pasamos con la detergencia de los jabones corporales o usamos herramientas como guantes o esponjas a diario, y lo que hacemos es estropear la piel». ¿Qué debemos de hacer? Morais considera que «es suficiente enjabonarse con las manos y debemos tener la misma gentileza con la piel del cuerpo como la del rostro» y concluye: «mi recomendación al igual que en el caso del rostro, es adaptarla a tus necesidades».

Con el verano la piel tiende a picar más, siendo las rozaduras una de las principales razones. La doctora Martínez Lorenzo recomienda «hidratar la piel para que, una vez resuelta la xerosis o sequedad, esta piel no pique».

Estos picores se producen sobre todo en las pieles más secas, por ello, Marta Morais recomienda que, además de hidratar, «se recupere la función barrera». Para ello, «nuestros grandes aliados son realizar una limpieza suave y una buena hidratación». En cuanto a los activos más recomendables, algunos de ellos serían las ceramidas, prebióticos y aceites ricos en omegas 3, 6 y 9. Otros ingredientes muy recomendables serían la «manteca de karité o el aceite de soja» o «la urea».

Los brotes de acné son mucho más comunes a partir del otoño, pero, esto no quiere decir que en verano no se puedan producir. Son «sobre todo brotes de acné monomorfo (pústulas muy pequeñas, puntiformes y todas iguales) o acné rosácea secundario a la exposición solar más intensa» considera la doctora Martínez Lorenzo. Los motivos de esto son, como destaca Marta Morais, «por un aumento del estrato córneo de la piel y la sobreproducción de sebo».

Los formatos en gel – crema son muy utilizados en los meses de verano porque proporcionan bienestar a la piel. Hidro 24H es una hidratante facial que está indicada para todo tipo de pieles y que hidrata, calma y reduce la inflamación de las pieles más sensibles. (22,25 euros)

Brazilian Bum Bum Cream es una crema corporal que ayuda a disminuir la apariencia de los poros, mientras que deja una piel de aspecto liso e hidratado. Un producto de rápida absorción que no deja la piel con aspecto graso. (Disponible en Sephora, 150 ml, 35,99 euros)

A la hora de desmaquillarnos debemos de prestar también atención a nuestra piel en los meses de verano. El Aceite Desmaquillante limpia e hidrata la piel, sin dejar una sensación grasa. Está formulado con aceites naturales que eliminan de manera eficaz el maquillaje. (19,95 euros)

Revitalift Filler Gel Crema es uno de los productos más virales de la gama formulada con ácido hialurónico. Compuesta también por ceramidas, deja la piel del rostro, cuello y escote nutrida, revitalizada y con un aspecto más relleno. (24,95 euros)

Moisture Surge 100H es una crema en formato gel que hidrata la piel con una duración de hasta 100 horas. Está indicada para las pieles más sensibles y formulada con biofermento de aloe y ácido hialurónico. (47 euros)

Gelatina Corporal es un producto formulado con aloe vera que calma la piel de las irritaciones del verano. No contiene alcohol y proporciona hidratación, además de frescor. (3,50 euros)

Las aguas termales son un producto perfecto para calmar las irritaciones de la piel. Agua Termal está formulada con oligoelementos y sales minerales, previniendo la sequedad de la piel, además de proporcionando luminosidad a la misma. (3,60 euros)