Envejecer conservando nuestros rasgos de la juventud, pero, sin resultar artificial es uno de los objetivos de muchas personas y esto, en la zona de la boca, es esencial. Además del temido código de barras y del descolgamiento en el área, los labios también pierden jugosidad y se afinan, pudiendo tener un aspecto más envejecido del que realmente tenemos.
Los rellenos de labios con ácido hialurónico son la técnica estética más extendida y reconocida, realizándose a cualquier edad, pero, también existe otro procedimiento conocido como lip lift. ¿Cómo valoran los profesionales un procedimiento u otro? La doctora Elena Jiménez, cirujana plástica y estética y directora médica en Eleca Clinic, ubicada en Madrid.
La doctora Jiménez explica que «el lip lift es la elevación de labio superior mediante la reducción de piel del labio blanco y colocando la cicatriz en la base de la nariz». Para este procedimiento, al igual que para el relleno de labios, es necesario valorar de manera presencial por un profesional. Como destaca la doctora, debemos de ver «qué tipo de paciente se va a beneficiar de un lip lift y qué tipo de paciente se va a beneficiar de aumento de labios con relleno directo en el propio labio».
Una vez conocemos el procedimiento, ¿cómo se realiza un lip lift? Elena Jiménez explica que «es una cirugía meticulosa que reduce la distancia entre el reborde del rojo del labio y la base nasal. Según esas distancias, se calcula la cantidad de tejido que se requiere retirar para una elevación armónica del labio y se marca a la zona». Es importante saber que el lip lift es una cirugía y que se realiza «bajo anestesia local, consistiendo en la extirpación de la piel y del tejido graso justo debajo de la base nasal y el cierre directo de dicha incisión escondiendo la cicatriz en esta base nasal».
La profesional continúa explicando que se recomienda realizar el lip lift a «aquellas personas que en el proceso de envejecimiento se ha producido un alargamiento del labio blanco y entonces se benefician de un acortamiento de dicho labio blanco y de una eversión de la zona del labio rojo». Jiménez matiza que «hay casos de gente joven que se pueden beneficiar de esta cirugía incluso o es más frecuente en los casos en los que los pacientes se han sometido a cierto tipo de cirugías ortognática de movilización de hueso porque en esa cirugía sólo se toca el hueso y no se operan las partes externas».
En cuanto a la duración de este procedimiento, evidentemente es más larga que un relleno. Jiménez afirma que «es una duración larga en el tiempo porque retrasamos puntualmente el proceso de envejecimiento en esta zona. No podemos devolver la tersura de la piel, pero sí la posición más elevada del labio».
El aumento de labios es una técnica estética mucho más reconocida y extendida. Consiste en «la aplicación de sustancias de relleno, ya sean autólogas, como puede ser la grasa propia o biocompatibles, como puede ser en este caso el ácido hialurónico». A partir de los 50, tenemos que considerar este procedimiento realizando una «valoración muy detallada de la zona del labio. En el concepto estético del labio no sólo consideramos la zona del bermellón sino la estructura estética que va desde la base nasal hasta el mentón, incluyendo zonas como los surcos nasogenianos o las líneas de marioneta».
La doctora Jiménez destaca que «esta valoración incluye la longitud vertical de las estructuras y la cantidad de arruguitas o el volumen, tanto en la zona de labio blanco como del labio rojo». El motivo es que «a partir de una edad se produce una pérdida de volumen graso entre el músculo y la piel. Perdemos también, calidad de dicha piel y van a aparecer las famosas arrugas verticales o llamadas código de barras. En muchos casos o en casi todos, necesitamos corregir de forma sutil la parte del código de barras. Y ese código de barras se va a encontrar en el labio superior, que se identifica con mucha facilidad, pero también existe en el labio inferior».
El código de barras en el labio inferior, explica la doctora Jiménez, «va a depender de cómo se han producido las transformaciones entre el músculo mentoniano, la piel, el depresor del labio y las zonas laterales al mentón. De modo que, si queremos mejorar un labio a partir de los 50, tenemos que hacer una valoración de estas zonas alrededor». La experta menciona que «si sólo hiciéramos el aumento del labio rojo, podemos obtener de forma muy fácil un exceso de proyección del labio rojo que no es armónico con las estructuras que le rodean».
El aumento de labios a través de rellenos, lo recomienda la doctora Jiménez en casos de «personas que en el proceso de envejecimiento a las que el labio se le ha intruido, ha entrado hacia los dientes y han perdido volumen y proyección de los labios». Además, Elena Jiménez considera que «con la aparición de la menopausia se acelera el cambio del colágeno y la elastina, y también, la pérdida de volumen en los tejidos blandos e incluso a nivel óseo». Estas circunstancias, considera la profesional, son las que «en personas que por sus características físicas o por su genética hacen que no sólo se plantee un aumento de una zona, sino hacer un aumento armónico del labio blanco, del labio rojo de la zona profunda donde se apoyan todas las estructuras móviles que corresponden al labio».
En el de la duración de los rellenos, considera Jiménez que «va a depender cómo hagamos la voluminización. Si lo realizamos con grasa aunamos el volumen con el poder regenerador de la grasa, si lo hacemos con ácido hialurónico, dura más o menos un año».
A la hora de escoger cuándo realizamos uno u otro, la doctora Elena Jiménez menciona que la clave se encuentra «en la valoración que hacemos de la paciente en la consulta y también los deseos y lo que la paciente pueda notar u observar». La experta destaca que «un lip lift produce un acortamiento del labio blanco y genera una eversión del bermellón. Lo indicaremos en pacientes con el labio blanco largo».
El relleno lo recomienda la experta en «aquellas personas que veamos que la inversión del labio está producida por la pérdida de volumen de las estructuras, por la bajada de calidad del colágeno y por aquellas personas que pueden tener mucha arruguita vertical».
¿Es posible combinar ambas técnicas? Jiménez dice que sí que se puede. La forma sería realizando «primero la parte de cirugía porque después de cara a la cantidad de producto que vamos a utilizar de relleno va a ser menor. Haríamos primero la cirugía del lip lift y, posteriormente, iríamos valorando cómo ha quedado el volumen de las estructuras y lo que queremos aportar en cada zona».
La doctora Jiménez considera que es «porque se ha producido ese cambio en las estructuras móviles del labio y en las estructuras en las cuales se apoyan el labio, tanto el superior como el inferior». Además, explica que «a partir de los 50, las mujeres van a tener el cambio hormonal y va a afectar a los volúmenes de grasa, va a afectar a la calidad del colágeno y la elastina y, por último, va a afectar a las zonas de apoyo óseas, de modo que si tenemos una pérdida de volumen ósea, pérdida de volumen graso y pérdida de calidad de la piel, el resultado va a ser una elongación del labio más o menos dependiendo de la paciente, una inversión del labio rojo y la aparición de arruguitas verticales o código de barras».
La doctora destaca que «hay que hacer una valoración de la paciente porque podemos encontrarnos que no hay que esperar biológicamente a una cifra, sino que podemos hacer una medicina estética preventiva con el tratamiento de la pérdida de volumen antes, por ejemplo, que aparezcan arruguitas verticales y evitamos tener que tratarlas a partir de los 50». De esta manera, Jiménez considera que «este punto de añadir medicina estética y cirugía estética preventivas es una opción muy válida y es una opción que será hacia donde se vayan indicando los tratamientos en el futuro».