Ritidosis: qué es y cómo eliminar las arrugas de la cara, según los expertos

Hoy en día es inevitable no preocuparse por el paso del tiempo. Tenemos a nuestro alrededor miles de factores externos que nos afectan, haciendo más notorio el paso del tiempo, y manifestándose en forma de manchas y arrugas también llamadas ritidosis.

La ritidosis es el término médico con el que se denomina la aparición de arrugas (y flacidez) en el rostro de la cara en un grado desproporcionado con la edad de la persona. «Aunque normalmente utilizamos los términos arrugas y ritides de manera intercambiable…No son exactamente lo mismo», nos explica Eduardo Senante, farmacéutico y experto en dermocosmética de la Farmacia Senante.

El experto continúa: «las ritides son los pliegues menores y líneas finas que aparecen primero mientras que las arrugas propiamente dichas son los pliegues y líneas de mayor proporción que suelen seguir a la ritides».

Son varios los factores que pueden desencadenar la aparición de la temida ritidosis… Y entre ellos se encuentran:

1. Genética.

2. Una exposición directa e indebida a la radiación ultravioleta (ya sea la proveniente del sol o de las camas de bronceado).

3. Fumar o ingesta de alcohol.

4. Una dieta deficitaria en antioxidantes y rica en alimentos ultraprocesados No hidratarnos correctamente a lo largo del día.

5. Una continua exposición de nuestra piel a ambientes con elevados niveles de contaminación.

Entre los principales hábitos que los expertos recomiendan seguir para minimizar la aparición de la ritidosis se encuentran:

1. Uso de protección solar diaria con factor SPF 50.

2. Evitar broncearse, ya que el bronceado indica que nuestro DNA celular ya ha podido ser dañado.

3. Disminuir nuestros niveles de estrés con meditación, una dieta rica en frutas y verduras y un descanso correcto.

4. Beber entre 2 y 3 litros de agua al día, especialmente en verano.

5. Mantener nuestra piel siempre hidratada y protegida con buenos productos.

6. Reducir el consumo de sal, alcohol, alimentos procesados y bebidas ricas en cafeína.

7. Abandonar el hábito del tabaco, que te vendrá bien.

La Dra. Mar Mira, codirectora de la Clínica Mira+Cueto es clara: «existen diferentes tratamientos para poder tratar la aparición de las arrugas o ritidosis». Para saber cuáles son los más recomendables, lo ideal es hacer una clasificación por edades:

A esta edad los signos de envejecimiento no son muy evidentes, pero ya empiezan a notarse. «Las pacientes acuden a la clínica porque quieren cuidarse y sobre todo continuar con la prevención o prevenir (si no lo han hecho a partir de los 20)», nos cuenta la doctora. En otras ocasiones, van porque hay algo que no saben muy bien qué es pero que no acaba de gustarles. «Son los casos que llamamos de embellecimiento en los que vamos a conseguir armonizar el rostro siempre respetando la autenticidad y naturalidad. Es decir, sin dejar de ser ellas mismas», acuña. Algunos de los tratamientos más recomendados son:

- Tratamiento preventivo para las arrugas dinámicas. Si la paciente lo requiere, también recomendamos este tratamiento en pequeñas dosis, para ir relajando gestos de enfado, estrés, tristeza, cansancio… «Es lo que llamamos medicina estética emocional: tratamientos orientados a conseguir que las emociones que refleja nuestro rostro se correspondan con las que realmente sentimos».

- Mesoterapias con vitaminas y ácidos hialurónicos con capacidad de hidratación. Es un tratamiento para cuidar la piel: aporta nutrientes que ha ido perdiendo con el paso del tiempo y con determinados hábitos (salir, fumar, no dormir lo suficiente, forma de alimentarse, deportes al aire libre…) que influyen en el envejecimiento. «Con este tratamiento, lograremos una piel con más luminosidad, hidratación, mejor textura... En definitiva, una piel más bonita», nos cuentan desde Mira+Cueto.

- Ácido Hialurónico , para actuar en determinadas zonas que hacen que el rostro no sea armónico. Al corregirlos conseguimos embellecer. Está especialmente indicado en pacientes que ya empiezan a perder soporte facial (surcos profundos en ojeras, por ejemplo). Y siempre se direcciona el tratamiento para recuperar esas estructuras y prevenir la flacidez.

- Peelings químicos para producir una renovación epidérmica y un estímulo de la piel y radiofrecuencias.

En esta década, los signos de envejecimiento empiezan a manifestarse de una forma más evidente. Por un lado, hay cambios relacionados con la dinámica muscular, sobre todo a nivel del tercio superior. Aparecen las arrugas perioculares o llamadas patas de gallo, empiezan a caer las cejas y, junto con la laxitud del párpado, dan aspecto de cara cansada. Según la Dra. Mira, «todo esto se soluciona con un protocolo de neuromoduladores para tratar las arrugas dinámicas ».

También se evidencian alteraciones de la pigmentación secundarias a exposiciones solares y a determinados tratamientos con fármacos fotosensibles como pueden ser los ACO o los embarazos. «Para tratarlo lo mejor es IPL, un tratamiento que revierte los efectos que el sol ocasiona en nuestra piel (manchas y/o arruguitas finas). También estimula el colágeno y mejora la textura de la piel y los poros», explica la experta. El resultado siempres será un rostro más luminoso, uniforme y con mejor textura.

No obstante, hace hincapié en recalcar la importancia de que sean tratamientos personalizados para cada paciente. «Solo de esta manera conseguiremos un resultado armonioso y natural».

En esta década hay alteraciones más evidentes que afectan a planos más profundos. La doctora nos explica los cambios en la piel debido a la menopausia: se acelera la pérdida de colágeno, la piel se vuelve más flácida, aumenta la sequedad, las arrugas son mucho más evidentes, preocupan muchísimo las líneas de marioneta... También las ojeras se vuelven mucho más marcadas, los pómulos se aplanan lateralmente y se pierden los contornos faciales. «En este punto, lo más importante es tratar la flacidez y el descolgamiento. Con hialurónico podemos conseguir dar soporte y remodelar, para suavizar surcos, y definir pómulos y ángulo de la mandíbula. Las arrugas muy profundas las trataremos con neuromoduladores», expone.

Otra opción es el tratamiento Ultherapy, ultrasonidos focalizados para tratar la flacidez accediendo a planos profundos, incluso quirúrgicos, consiguiendo un estímulo de colágeno que se traduce en un tensado cutáneo. «Es el único lifting sin cirugía avalado por la FDA», concluye la codirectora de Mira+Cueto.