Skin Cycling, el truco viral de cuidado facial para conseguir resultados antiedad más rápidos y efectivos a partir de los 40

El verano nos ha dejado la piel deteriorada. Todos los factores dañinos a las que ha sido expuesto, más los malos hábitos como falta de sueño y mala alimentación, así como la relajación con el skincare, tienen debilitada la dermis e incluso hemos podido experimentar algún que otro problema o lo observaremos cuando esta temporada llegue a su fin. Pero, con el otoño a las puertas, debemos recuperar el equilibrio y las defensas , al ser una época donde sufrimos más cambios en la dermis .

Por tanto, volvemos a la rutina estricta de cuidado facial, reparando los daños con ingredientes despigmentantes, antiedad, antioxidantes, fortalecedores de la barrera cutánea e hidratantes. El objetivo es recuperar el estado saludable de la piel y la capacidad de síntesis de los activos. Afortunadamente, ha surgido una técnica en Tiktok que se ha hecho super viral porque sirve como guía para garantizar la eficacia de los tratamientos, saber qué y cuándo usar, restaurar el equilibrio y, de esta forma, presumir de la piel más bonita. Te lo mostramos.

Las tendencias que se viralizan en las redes sociales sobre el cuidado de la piel siempre tienen que ponerse en duda, ya que podrían no estar indicadas para nuestro tipo o ser directamente perjudiciales para todas. Sin embargo, hay algunas modas que si gozan del aprobado de los profesionales del sector y ese es el caso del Skin Cycling.

Además, como nos toca volver a la rutina (también en el skincare) nos vendrá de perlas para volver a habituarnos y recobrar el equilibrio y salud en nuestra dermis. Este método fue inventado por la doctora Whitney Bowe de Nueva York y desde que lo dio a conocer, todos los usuarios que lo han probado están encantados con los resultados.

Se trata de un régimen de solo cuatro noches en las que se van intercalando los principios activos más potentes, para después dejar descansar la piel. Este programa cíclico se basa en el uso de ingredientes exfoliantes durante la primera noche, retinoide en la segunda, recuperación en las dos siguientes y vuelta al principio.

De esta forma, los activos cobran más eficacia, la piel se ve menos damnificada e irritada y los resultados serán más rápidos y visibles, al no tener que lidiar con la recuperación del daño que causa esa irritación. La base está en simplificar, optimizar y mantener el óptimo estado de salud de nuestro rostro.

Además, entre la falta de tiempo y la sobresaturación que estamos experimentado en lo que a refiere al cuidado de la piel, nos viene perfectamente para alcanzar nuestros objetivos de tratamiento, estar más relajadas e invertir apenas minutos que no nos resultan tediosos, sin olvidar lo que se facilita el seguimiento y continuidad de la rutina que se había tornado complicadísima y confusa.

Entonces, el primer día, después de la obligatoria limpieza, emplearemos un exfoliante químico (adaptado a nuestro tipo de piel y preocupaciones), sea alfa, beta o polihidroxiácido. Así, libramos a la piel de las células muertas y residuos acumulados, aclaramos el tono, afinamos la textura y permitimos que otros ingredientes sean mejor absorbidos y, por tanto, más efectivos. Después de realizar la exfoliación, solo usaremos nuestra cema hidratante y listo.

En la segunda noche del ciclo, repetiremos la limpieza y esta vez, usaremos nuestra fórmula con retinol en la cantidad del tamaño de un guisante, esparciéndola por todo el rostro, excepto en el contorno de los ojos si el producto no es adecuado para esta zona. Este activo estimula la producción de colágeno y la renovación celular para ver minimizados signos de la edad u otros problemas como el acné. Por último, cubrimos con una buena capa de crema hidratante.

En los otros dos días siguientes, solo nos enfocaremos en hidratar en profundidad y reparar la piel, realizando previamente una limpieza profunda o doble. Podemos escoger entre sérum, crema o ambos, pero procuraremos que estos tengan ingredientes suaves, regeneradores y super hidratantes, como el ácido hialurónico, el pantenol, la centella asiática, las ceramidas, el ácido poliglutámico, etc. Además, puedes usar un aceite facial para terminar, que servirá para sellar la hidratación.

Esto lo puedes compaginar perfectamente con la vitamina C y el protector solar en la rutina de mañana. Pero, siempre has de tener en cuenta tu tipo de piel y lo que le viene bien, pudiendo modificar cantidades o productos según lo que creas que te funciona mejor o lo que recomiende tu dermatólogo.