Alcanzar nuestra silueta ideal no siempre es fácil. Una de las zonas más problemáticas a la hora de eliminar la celulitis y la grasa localizada son las piernas. Y a pesar de que comer sano, hacer ejercicio y descansar lo suficiente son hábitos que se vuelven un imprescindible, al igual que usar cosméticos infalibles como reductores, reafirmantes y anticelulíticos, hay veces que es necesario ir un paso más allá. ¿Cómo? Apostando por tratamientos en cabina innovadores, eficaces y (casi) milagrosos que digan bye, bye celulitis y reduzcan su volumen.
Afortunadamente, el campo de la belleza es un terreno cada vez más explorado que ofrece soluciones para cualquier necesidad, independientemente de tu edad, tipo de cuerpo o de las patologías de tu piel. Y a día de hoy, la vacumterapia, la radiofrecuencia y la ozonoterapia son tres de los tratamientos más eficaces y visibles a la hora de conseguir unas piernas de escándalo, tonificadas, firmes y sin piel de naranja. Las tres tienen como objetivo adelgazar su tamaño y combatir la celulitis de forma eficaz, persiguiendo un aspecto liso, uniforme y firme. Sin embargo, tienen algunas diferencias que conviene tener en cuenta. ¡Veamoslas!
Es una de las más novedosas. Nació en Francia y tras conocer su efectividad, se expandió muy rápidamente alrededor de todo el mundo. Se trata de un tratamiento no invasivo que moviliza la grasa localizada hacia el sistema linfático para que pueda ser expulsada a través del sudor o la orina posteriormente. Por tanto, reduce la celulitis (y de forma muy eficaz). Para ello, utilizan aparatos succionadores que drenan el tejido adiposo a través de una copa de cristal que logra un efecto vacío sobre la piel. Esta especie de succión moviliza tejidos hacia el exterior, desplazándolos y produciendo un masaje de presión negativa.
Por otro lado, también combate la flacidez, mejora la circulación sanguínea y alivia dolores musculares. Además, tiene un potente efecto reafirmante en abdomen y glúteos. Los efectos se empiezan a notar desde la primera sesión, y se recomienda un total de 10 sesiones para disfrutar de todos sus beneficios.
Sus inicios fueron en medicina, pero desde hace unos años, la radiofrecuencia es un tratamiento indoloro que se ha incorporado en el campo de la medicina estética para combatir de forma eficaz la celulitis y moldear la figura. Consiste en una corriente electromagnética que aumenta la temperatura de la piel a nivel superficial y profundo para activar la formación de fibras nuevas de colágeno que mejoran su elasticidad. Elimina la celulitis, la grasa localizada y la flacidez. También define la figura, favorece el drenaje linfático natural del cuerpo y elimina más rápidamente líquidos y toxinas.
Puede realizarse tanto en el rostro como en el cuerpo, siendo las piernas una zona bastante demandada en los centros estéticos. En cuanto al número de sesiones, se recomiendan entre ocho y diez, aunque podrás notar los resultados desde la primera sesión.
El ozono es un gas incoloro que tiene muchos beneficios para la piel, entre ellos combatir la celulitis. Conocida como la ozonoterapia, este tratamiento elimina la piel de naranja a través de microinyecciones subcutáneas que llegan hasta la hipodermis (donde reside el tejido graso). Su aplicación dura unos 15 minutos y se concluye con un masaje de mesoterapia. Es un proceso que promueve la liberación de las grasas y que resuelve el compromiso circulatorio. Día a día se aprecia una mejoría en la calidad de la piel. Se vuelve lisa, elástica, firme y con menos volumen. ¿Lo mejor? No hay riesgo de alergias ni de hiperpigmentaciones, y tan solo necesitarás entre tres y cinco sesiones.