BELLEZA De la A a la K: las vitaminas más beneficiosas que debes buscar en tus sérums y cremas para mantener tu piel bonita y joven

Al igual que sabemos que es lo que compone una dieta saludable, lo mismo debemos hacer con nuestros productos de cuidado facial. Conocer los activos que más beneficios aportan para mantener la piel bonita y fuerte , es clave. Y, del mismo modo que nuestra alimentación, las vitaminas y la hidratación son fundamentales. Pero, esto es algo muy genérico. Cada ingrediente tiene propiedades diversas y por eso, escogeremos los que más pueden servir para tratar nuestros problemas específicos o los más polifacéticos.

En lo que respecta al grupo de vitaminas, hay una amplísima variedad con enormes ventajas para el cuidado de la piel, en uso tópico. Desde las que regeneran los daños hasta las que actúan como protección ante el envejecimiento. Cada una tiene sus cualidades indispensables. Aunque, si no te queda muy claro que es lo que pueden hacer, aquí te informamos de todas las características de las vitaminas mejor valoradas que debes buscar en tus cremas y sérums.

Sus derivados suelen ser el grupo de retinoides. Tiene propiedades regeneradoras de las células, así como regula los procesos de queratinización y activa la síntesis de colágeno, elastina y la angiogénesis. Por eso, es ideal para reducir los signos del envejecimiento como arrugas, pérdida de elasticidad, textura irregular, firmeza o manchas. También funciona como tratamiento para el acné, psoriasis y más.

Son la base de las células de la piel, uñas y cabello. De forma natural, están presentes en el cuerpo, pero aplicadas en uso tópico tienen muchos beneficios como la reducción el envejecimiento, la protección frente a agresores externos, la promoción de la hidratación o el efecto antiinflamatorio, entre otros.

La vitamina B2 o riboflavina retrasa la aparición de arrugas y viene bien como tratamiento para problemas de exceso de producción de sebo o rosácea. La vitamina B3 o niacinamida tiene propiedades antiseborreicas para el acné, reduce la decoloración o pigmentación y promueve el colágeno para combatir los signos de la edad.

La vitamina B5 o pantenol contribuye a la cicatrización de heridas, la hidratación, suaviza y calma la piel, así como participa en la síntesis de proteínas y lípidos que estimula el crecimiento del cabello. La vitamina B7 o biotina favorece la síntesis de ácidos grasos y aminoácidos, además de ayudar a la formación de queratina. Y, el ácido fólico aumenta la densidad de fibras de colágeno y regenera el deterioro en el ADN.

También conocida como ácido ascórbico, aporta la protección de los antioxidantes al desactivar radicales libres que aceleran el fotoenvejecimiento por causar daño celular. También potencia la cicatrización, estimula la producción de colágeno y tiene efecto despigmentante. Por tanto, es ideal para tratar arrugas, flacidez y manchas.

Contribuye al estado óptimo de salud de la piel, al mantener su buen funcionamiento en los diferentes niveles, así como el sistema inmune. Entre otras de sus propiedades, es antinflamatoria y antiirritante, por lo que funciona de maravilla en pieles sensibilizadas. Además, formas como la vitamina D3 son muy efectivas frente a la psoriasis.

Tiene una potente acción antioxidante que protege de la exposición solar que deteriora las células, así como de otros agresores que comprometen la salud de la piel, como la contaminación. Además, promueve la hidratación y combate el envejecimiento, pudiendo disminuir arrugas y otros signos de la edad.

Esta se compone de los ácidos grasos esenciales, como el linolenico, oleico o linoleico. Cuenta con efecto restaurador de la barrera natural, hidratante, regenerador, nutritivo, favorecedor de la luminosidad, anti enrojecimiento y sirve como tratamiento para el acné. También reduce la inflamación celular que causa el envejecimiento y aporta mayor elasticidad y vitalidad.

Es célebre por mejorar la microcirculación de la piel y, por tanto, muy beneficiosa para unificar el tono, despertar la luminosidad del rostro, promover la hidratación y reducir problemas como las ojeras oscuras, las venas marcadas, acné, dermatitis atópica, inflamación o rojeces. Además, favorece la cicatrización y refuerza la barrera cutánea.