Posee una de las biografías más apasionantes de la aristocracia del siglo XX, aunque su figura quedará para siempre unida a un divorcio que se convirtió en el escándalo favorito de la época y, probablemente, en la primera víctima de una venganza porno digna del MeToo . Hablamos de Margaret Campbell, hija única de Helen y George Whigham, millonarios pero plebeyos de Prestwick (Escocia). Margaret se educó en Nueva York (con Miss Hewitt y junto a Barbara Hutton), Londres (con Miss Wolff) y París (con Mlle. Ozanne). Su belleza y elegancia fue tal, que se convirtió en la debutante del año en 1930. No le faltaban pretendientes aristócratas, príncipes, millonarios o famosos de Hollywood.
La leyenda acerca de su voracidad sexual empieza pronto, aunque cabe sospechar de ella por ser tramada posteriormente a su escandaloso divorcio. De la Duquesa de Argyll se contaba que recibía en su piso de soltera en Mayfair a Cary Grant, el magnate del petróleo J. Paul Getty o al dramaturgo Noel Coward. Es más: se ha publicado que quedó embarazada a los 15 del actor David Niven, y que su padre tuvo que arreglar un aborto secreto. Durante la Depresión, quiso solidarizarse con la desgracia del desastre financiero y anunció que solo se arreglaría el pelo una vez cada noche y dejaría de llevar medias por la tarde. Sin embargo, continuaría comprándose vestidos para estimular el consumo y el comercio. Una patriota a su manera.
Para tranquilidad de su familia, tras sendos romances con el hijo de Lord Beaverbrook y del séptimo Conde de Warwick, se casó con el jugador de bolsa Charles Sweeny, con el que tuvo dos hijos (y 20 embarazos). Su carisma debió ser fascinante, pues en 1943 P.G. Woodhouse la inmortalizó en 'You're The Top', la canción de Cole Porter. Ese mismo año tuvo un accidente en un ascensor (una caída de 12 metros) y perdió el sentido del gusto y el olfato. De nuevo, la leyenda de depravada que se construyó con su divorcio marca este succeso como el causante de su voracidad sexual. Se divorció en 1947 y se casó con el undécimo Duque de Argyll, dos veces divorciado, bebedor, jugador, cazafortunas y con un castillo casi en ruinas. El matrimonio fue un desastre.
En 1954, el Duque pidió el divorcio, acusando a su mujer de haber tenido relaciones sexuales con Bob Hope, Maurice Chevalier y más de 80 amantes más. Tenía pruebas; robó sus cartas, su diario y una serie de fotos íntimas, en las que la Duquesa aparecía vestida únicamente con un collar de perlas de tres vueltas. El juez admitió tales pruebas en el juicio, y se desató la rumorología acerca de quién podría ser el hombre desnudo que aparecía, sin cabeza, junto a Margaret Campbell. ¿ Douglas Fairbanks Jr. quizá? ¿El millonario texano Joe Thomas? Sea como fuere, el juez declaró que la Duquesa de Argyll era una completa promiscua y la prensa la despedazó. Fue la primera víctima de una porno venganza en toda regla, una heroína del MeToo 'avant la lettre' .
Durante la década de los 60, la Duquesa de Argyll protagonizó todas las portadas con noticias sobre su divorcio del duque, un caso en el que se habló de su sexualidad, de robos, falsificación de documentos, violencia y consumo de drogas. El Duque la llamaba públicamente 'S', de Satán, mientras que la prensa la apodaba 'la duquesa sucia' y daba pávulo a los rumores que la relacionaban con actores, ministros, 'royals' y millonarios. Las palabras exactas del juez Lord Wheatley fueron las siguientes: "Es una mujer completamente promiscua cuyo apetito sexual solo puede ser satisfecho por un gran número de hombres".
Después de tres años de enfrentamiento judicial, con su fortuna considerablemente reducida debido a los arreglos del castillo y a un estilo de vida lleno de lujos, Margaret Campbell tuvo que hacerse a la idea de trabajar. Abrió una casa de huéspedes en Upper Grosvenor Street que no tuvo el éxito esperado. Más tarde se empleó como comentarista en la revista 'Tatler', pero su columna sobre ricos y famosos 'Stepping Out With Margaret Argyll' tampoco prosperó. En 1975 escribió sus memorias, 'Forget Not', con muy malas críticas. En los 80, la ex Duquesa de Argyll apareció en televisión como defensora de los animales, aunque abandonó un programa porque, literalmente, se dormía.
El final de Margaret Campbell fue tristísimo: abandonada por la aristocracia, despreciada por la gente a pie de calle, hasta su hija determinó dejar de dirigirle la palabra. Mal aconsejada, terminó arruinada y hasta fue expulsada en los 90 del hotel barato en el que se refugió con sus perritos. Al final, su ex marido Charles Sweeny le alquiló un apartamento, pero de ahí pasó a un asilo debido a su enfermedad donde murió, en 1993, a la edad de 80 años. Poco quedaba ya de la admirada 'socialite' que, además de confesarse "eternamente vanidosa", había sostenido en 'The New York Times': "Nadie tiene ya ni clase ni estilo. Todo el mundo es viejo o gordo". Solía decir: "Siempre caniches y solo caniches. Ellos y tres hileras de perlas. Son cosas absolutamente esenciales para la vida".
Por supuesto, la biografía de Margaret Campbell no podía pasar inadvertida para los productores de ficción televisiva. Tras el éxito de 'A Very English Scandal', la historia protagonizada por Hugh Grant (como el político Jeremy Thorpe) y Ben Wishaw (como su amante secreto), Amazon y BBC han anunciado el rodaje del escándalo británico de los Duques de Argyll, con Claire Foy como la insaciable duquesa. "Estoy convencida de que fue penalizada por ser mujer, por ser visible, por negarse a ser una chica buena, echarse atrás y marcharse en silencio", ha asegurado Sarah Phelps, guionista de la serie. "Esta serie será su homenaje". El estreno: a finales de este año.
20 de enero-18 de febrero
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