Quiénes son los padres de Aitana que han hecho posible la Metamorfosis de la cantante

Los fans de la antigua triunfita tienen una cita imprescindible en Netflix con el estreno de la serie documental Aitana, Metamorfosis , dirigida por Chloé Wallace. La popular cantante comparte sus momentos más íntimos y reflexiona sobre su paso de adolescente normal a estrella del pop internacional. Para la premiere, la barcelonesa se rodeaba en la alfombra roja de amigas como Dulceida o Lola Lolita, pero también quería contar con sus primos y con dos personas muy importantes para ella: sus padres, Cosme Ocaña y Belén Morales.

Ante los medios allí reunidos, la artista hacía gala de su habitual espontaneidad confesando la petición que le había hecho su madre antes de llegar al evento. «Mi madre me decía: '¿Tenemos que posar en la alfombra?' Y yo: 'No mami, no hace falta'. Se muere de la vergüenza, la pobre», comentaba con buen humor.

Junto a su prima Olga, que ejerce las funciones de manager, los progenitores de Aitana han estado impulsando y apoyando la carrera de su hija desde los inicios. Desde que aquella jovencita de doce años, con un abuelo cantaor, debutara en el cole con una versión del clásico We Are The World. Por el camino, este contable y esta administradora de una empresa de productos alimenticios se han visto influidos por la fama de su hija, pasando de ser una familia normal de clase media a alcanzar una considerable notoriedad.

Tanto en su nuevo documental como habitualmente en sus redes sociales, Aitana nos ha contado en muchas ocasiones que uno de sus pilares fundamentales es la familia. Su padre es contable de profesión y fue socio de un comercio de repuestos de vehículos, antes de volcarse por completo en la carrera de su hija. «Mi padre confiaba plenamente en mí, pero no para que yo pasara, sino para que lo intentara», recordaba la cantante en La Voz Kids sobre el apoyo que recibió de Cosme en sus inicios.

Convertida en toda una influencer con treinta mil seguidores en Instagram, Belén es para Aitana «mi mejor amiga y mi confidente, que has estado ahí siempre, literalmente siempre», como le confesaba su hija para felicitarle un cumpleaños. En otro momento y con motivo de un aniversario de boda, la cantante compartía una foto de sus padres de jóvenes, en la que sus fans rápidamente destacaban el gran parecido físico entre madre e hija.

Casados desde hace treinta años, Cosme y Belén han tenido que vivir durante una época su amor a distancia, ya que el padre de Aitana se trasladó a vivir a Madrid para estar a su lado durante su despegue a la fama, dejando su trabajo en la localidad barcelonesa de Gavá. Su mujer se quedó mientras tanto en San Climent de Llobregat, el lugar de residencia de la familia.

Los progenitores de Aitana no solo se preocupan de la carrera musical y de las finanzas de su hija. También han sido buenos suegros de las parejas de la cantante, encariñándose especialmente al parecer con Sebastián Yatra . En los primeros episodios de la serie documental, Aitana cuenta el momento en que confirmó a sus padres que ya no salía con el colombiano. «Cuando lo dejamos, a mi padre se le cayó el mundo. 'No quiero que me presentes a ningún chico más', me dijo».

En una reciente visita a La Revuelta , Aitana se sinceraba sobre su estado emocional, confesando que ha estado en tratamiento por depresión, diciendo frases como «yo he llegado a estar de vacaciones con mi familia en una mesa comiendo, y pensar: 'esta es la última cena'. Es una enfermedad, piensas de verdad que te vas a morir porque de repente te sale algo».

Además de hablar de su vida sentimental y asegurar que está «acostumbrada a que me echen novios y hay cosas que son reales», Aitana desveló que su padre es el gestor de su fortuna, por lo que le pidió permiso en el plató de David Broncano para desvelar su patrimonio. A continuación reveló que posee cuatro viviendas cuyo valor ronda los 4,5 millones de euros.

Ahondando en sus raíces, quiso recordar que empezó su carrera muy joven y que viene de una familia de clase media, que nunca le ha faltado de nada y que siempre había sido muy feliz. Y que, al contrario de sus padres, que habían tenido sus malas y sus buenas épocas, ella había tenido muchísimas facilidades desde los 18 años: «No solamente por la economía, sino por todo lo demás. Tienes privilegios todo el tiempo».