La tragedia infantil de Alberto Núñez Feijóo en su aldea: el favorito de la abuela Eladia que tuvo que alejarse de su madre a los diez años

Si el niño que fuimos delata mucho del adulto que somos, interesa lanzar una mirada a los testimonios sobre la infancia de Alberto Núñez Feijóo , actual presidente del Partido Popular que presenta candidatura a la presidencia del Gobierno el próximo 23 de julio y esta noche participa en el cara a cara con Pedro Sánchez. Sabemos lo mínimo de su vida privada , pero algunas investigaciones y sus propias declaraciones desvelan algo más sobre su niñez en Os Peares, una aldea orensana. Incluida una tragedia infantil.

El primero que habló de su infancia en televisión, en una entrevista con Bertín Osborne en diciembre de 2022, fue el propio Alberto Núñez Feijóo. Relató el episodio que más le ha marcado de su infancia, pues tuvo que separarse de su adorada abuela Eladia y de sus padres, Saturnino y Sira. Con solo diez años, abandonó su pueblo, su familia y sus amigos de toda la vida. Una tragedia.

El mismo día de su décimo cumpleaños, Saturnino y Sira enviaron a su hijo Alberto desde Os Peares a León, para estudiar interno en el colegio Maristas Champagnat. «Que a un chaval con diez años lo metan en un tren con una maleta que podía llevar con dificultad y lo manden a León sin más, eso te marca», confesó Feijóo a Bertín Osborne . «Me causó dolor», reconoció en un reciente vídeo de campaña.

Hace unas semanas, en su entrevista en El Hormiguero , explicó algún detalle más. «Me enseñaron a estudiar, me enseñaron a jugar al balonmano, me enseñaron a levantarme a las siete y media de la mañana y me enseñaron a currar, porque en ese colegio no había personal que hiciese nada. Éramos los alumnos los que hacíamos las camas, barríamos el colegio, las clases, el dormitorio, el fregadero, los patios, las letrinas…», contó Alberto Núñez Feijóo a preguntas de Pablo Motos .

Este es el momento en el que el niño Feijóo deja el entorno familiar de la aldea y corta radicalmente con la vida de pueblo. Una vida que, aunque corta, dejó una impronta inolvidable en el candidato del Partido Popular . Recordemos ese discurso en el III Congreso Internacional de la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural de 2022 en el que el presidente del Partido Popular confesó que «seguía con interés la procreación de los conejos».

«La infancia no solamente son recuerdos, es la conformación de la personalidad. En mi casa también había gallinas, había cerdos… Seguía con interés la procreación de los conejos que había en casa, teníamos colmenas, saludábamos a las golondrinas en primavera y escuchábamos jilgueros y también nos daban pena los gorriones en el invierno», explicó Feijóo, mientras los presentes aplaudían entre risas.

El expresidente gallego nunca ha ocultado la extracción humilde de su familia y, en la misma intervención, recordó las carencias que sufrían. «No había lavadoras, ni nevera, ni agua corriente», contaba Alberto Núñez Feijóo . Además, recordó cómo se las arreglaban para comunicarse a distancia: «Teníamos un teléfono con una telefonista a la que le pedíamos que nos pusiese con otro vecino. Teníamos que recordarle que, si era posible, no escuchara la conversación».

«Haz las cosas bien, sé serio y piensa en los demás», le decía la abuela Eladia cuando era niño. Y lo cierto es que Alberto fue de lo más formal. El periodista gallego Fran Balado relata en la biografía 'El viaje de Feijóo. El niño de aldea que nunca perdió unas elecciones' (Ed. La esfera de los libros) detalles concretos sobre su vida en el pueblo. Por ejemplo, que le recuerda «dando pedaladas sobre una bicicleta», pues todos los días hacía doce kilómetros para ir y venir a la escuela.

Eladia, viuda desde los 52 años y matriarca del clan familiar, regentaba un ultramarinos con apodo cómico: 'O Corte Inglés Pequeno'. Era la única tienda en diez kilómetros a la redonda. Su hija Sira, la sexta de ocho, ayudaba tras el mostrador cuando conoció a Saturnino, uno de los muchos trabajadores que viajaron de Orense a Os Peares para trabajar en la construcción de un embalse que alimentara la central eléctrica.

Fue Eladia la que crió a Alberto. Balado cita a un familiar directo de Feijóo que desvela que el pequeño era «su nieto favorito». «Si le mandaran elegir entre los brazos de Eladia y los brazos de Sira, pondrían al pequeño Alberto en un gran aprieto», añade. Mientras, sus padres, que se deslomaban en el embalse y la tienda, estaban obsesionados con darle a su hijo la mejor educación posible. Como tantos progenitores, para mejorar su destino.

Sira y Saturnino acudieron a un hermano de Eladia que era marista para que les recomendara un colegio. Así fue como Alberto Núñez Feijóo llegó a las pruebas de selección, varios test, una entrevista y una prueba de conocimientos, que superó sin problemas. Cuenta Balado que su madre, Sira, era la que tenía «más reservas» sobre la marcha de su único hijo. No se equivocó, aunque hoy Feijóo admita que aquel 'exilio' le provocó verdadero dolor.