Begoña Gómez, la primera dama invisible: lo que queremos que Pedro Sánchez cuente de su mujer en El Hormiguero

En nuestra corta democracia hemos tenido anfitrionas en Moncloa protagonistas y otras, invisibles. Entre las primeras tenemos a Carmen Romero , Ana Botella o Elvira Fernández-Balboa (Viri), relativamente presentes en la vida social española. Entre las segundas, la casi desconocida Sonsoles Espinosa, esposa de José Luis Rodríguez Zapatero, y, por descontado, Begoña Gómez . Apenas si la vemos desde que Pedro Sánchez llegara a la presidencia, en 2018.

Evidentemente, la esposa del presidente del gobierno puede ser un activo importante para la popularidad de este, aunque la amenaza de ofrecer un flanco añadido a los ataques de la oposición suele pesar más. Por lo general, las familias habitantes de la Moncloa suelen tender a proteger a los miembros que no poseen relevancia institucional.

Nada sabemos, por ejemplo, de las dos hijas de la pareja: Ainhoa, nacida en 2006, y Carlota, en 2007. Eso sí: Begoña Gómez se ha dejado ver puntualmente, en Cibeles, la cumbre de la OTAN de Madrid o alguna reunión del G7, aunque lo habitual es que no aparezca. Solo muy recientemente ha intervenido en un foro profesional relacionado con su trabajo actual.

Son muchas las circunstancias que hacen de Pedro Sánchez y Begoña Gómez una pareja controvertida, pero ninguna como el ambiente de polarización y agresividad que caracteriza afectivamente este momento histórico en los medios de comunicación. La consigan general es «todos a cubierto», aunque en el caso de Gómez no haya servido de mucho. Sus apariciones se enumeren en los últimos meses con cuentagotas, pero la mujer de Sánchez no deja de ser objetivo de críticas.

Puede que Pedro Sánchez no vuelva a hablar de Begoña Gómez en su entrevista con Pablo Motos en El Hormiguero , pero la confesión que realizó en el programa de Jordi Évole resulta de lo más significativa: «Mi mujer ha sufrido, pero lo ha llevado con mucha entereza. Ha sufrido ataques no solamente injustos, por irreales o desproporcionados».

«Ella no es política, no cuenta con los instrumentos que se tienen desde la política para defenderse», continuó explicando Pedro Sánchez en su primera entrevista en televisión desde el anuncio de elecciones. »Lo único que puedo tener son palabras de agradecimiento a una persona que quiero y que ha sufrido estos ataques de manera injusta».

Y remató: «Se han utilizado técnicas muy semejantes a las que se emplearon con la mujer de Obama o con la de Macron: decir que es un transexual o cualquier otra de las barbaridades que se han venido diciendo. No por la transexualidad, sino por la forma de atacar personalmente«.

Pedro Sánchez puede referirse concretamente a la historiadora Pilar Baselga, quien se refirió a Begoña Gómez como transexual y la acusó de formar parte de una trama de narcotráfico en un programa de televisión del canal Distrito TV. Ratificó sus palabras el presentador del programa, Eurico Campano.

Por este motivo, Gómez se querelló contra los dos por un delito de injurias y calumnias. La ultraderecha ha promovido idéntico bulo contra Michelle Obama y Brigitte Macron en Estados Unidos y Francia. Este tipo de ataques, tan burdos por referirse al físico de las esposas de los presidentes, no conocen hoy fronteras.

Para sorpresa de muchas, en 2019 aparecieron burlas contra Sonsoles Espinosa, la esposa del ex presidente Zapatero, por su corte de pelo . Los ataques que tratan de disuadir a las mujeres de cultivar presencia en el espacio público, incluso contra aquellas que no lo desean, se incrementan.

Baselga y Campano también hicieron referencia en su polémica intervención a la carrera profesional de Begoña Gómez , otra diana habitual de críticas. Licenciada en Marketing en ESIC en Madrid y máster en Administración de Empresas, se duda de que ninguno de sus trabajos recientes fuera producto de su esfuerzo y mérito. Aunque antes de llegar a Moncloa trabajara como directora de consultoría del Grupo Inmark o de asesora para varias ONGs como Oxfam Intermón, Amnistía Internacional o Anesvad.

En 2018, poco después de la investidura de su marido como presidente del Gobierno, Begoña Gómez fue nombrada directora del 'Africa Center' del Instituto de Empresa. Un nombramiento que generó bastante polémica. En febrero de 2023, anunció nueva etapa profesional como codirectora de un master en la Universidad Complutense de Madrid sobre Transformación Social Competitiva. También suscitó sospechas de favoritismo.

Es probable que Pablo Motos pregunte a Pedro Sánchez por ese sufrimiento de su mujer que, ahora, reconoce públicamente. Le toca salir en su defensa también en El Hormiguero , sobre todo para que Begoña Gómez pueda desarrollar su carrera sin relegarla ni relegarse a un segundo plano para protegerse de los ataques. La reina Letizia puede, seguramente, darle algunos 'tips' para lograrlo.