Este 4 de febrero ha sido la 66º edición de los Premios Grammy 2024 , unos galardones donde la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación celebra y homenajea el poder y efecto de la música en nosotros. De esta forma, de Miley Cyrus a Taylor Swift , todo el mundo ansiaba con esperanza el momento de que los nominados recibieran un poquito de lo que se merecen.
No obstante, y pese a la atención que le prestamos a los momentos épicos que luego desembocan en los mejores memes de año, el pulso de este tipo de eventos lo sigue marcando la moda, y más concretamente una red carpet que deja entrever algunos de las mejores (y peores) propuestas estilísticas de la noche.
De una glamurosa y hollywoodiense Taylor Swift (que ha posado con su bestie Lana del Rey) a una Billie Eilish estilo sport, la alfombra de los Grammy ha vuelto a mostrar que es el mejor escenario para experimentar, dejando ver el glamour de algunos de los mejores artistas internacionales. Ha sido una noche marcada por peinados como el brushing hollywood , y brillo de los strass y las propuestas que emulan el característico menos es más.
Vestida de Courrèges, la cantante y recién actriz lució un vestido plateado con escote profundo que contrasta genial con su pelo borgoña, una de las tendencias capilares que vienen fuerte este 2024.
Miley no volvía a los Grammy desde 2019, y esta vez lo ha hecho por la puerta grande con un vestido de red de Maison Margiela, como si de una reina egipcia se tratara. Para nosotras es un diez de diez.
Fue la más esperada de la noche (y alargó su llegada todo lo que pudo). Sin embargo, se convirtió en la reina nada más llegar. Con un vestido largo blanco de Schiaparelli y guantes negros de terciopelo, Swift le dio una vuelta a la propuesta que ya hizo Kate Middleton en los Bafta de 2023.
A pesar de que el rojo es su color, la más joven deslumbró en la red carpet de los Grammy enfundada en un vestido blanco de corte sirena lleno de strass. Un diseño vintage de Versace que pertenece a la colección primavera/verano de 1995 y que la top model Linda Evangelista llevó por primera vez sobre la pasarela de Milán.
Pese a su sencillez, hay que reconocer que el vestido metalizado de la modelo sienta de maravilla.
Su propuesta encaja dentro de su estilo y, aunque no es lo más rompedor y elegante, el cantante sabe que el verde es su color.
Heidi Klum se decantó por un vestido de Valdrin Sahiti al que no le falta detalle. Transparencias, brillos y cola son todo un acierto.
Correcta, elegante, sexy… Un vestido negro asimétrico y con aberturas. Un clásico que nunca falla.
El vestido es bonito y la propuesta también porque va muy en su línea. No obstante, para una red carpet se queda un poco corta.
A priori, habríamos esperado un look más atrevido y con más garra. Sin embargo, la pareja más enamorada se decantó por dos looks equilibrados y acertados para la alfombra roja.
Siempre es disruptiva, pero… El vestido, el peinado… La suma de estos elementos resulta excesiva.
Después de haber protagonizado a Ariel, el look de Halle iba muy en sintonía con su papel en La sirenita. El vestido es de Gucci.
El look de la australiana divino entre partidarios y detractores. Este vestido rojo con corsé y capa lo firma Dolce & Gabbana.
Maluma ha sorprendido, y para bien. Probablemente uno de los más elegantes de la noche.
Como fan del brilli brilli, no podía perder la oportunidad de enfundarse en un vestido de estas características.
Para lo extravagante que es ella, no está mal. Sigue en su línea (obviamente).
Cada cual tiene su estilo y Billie siempre va con el suyo por bandera. Ni siquiera la alfombra roja de los premios más importantes de la música lo altera.
Probablemente uno de los looks más difíciles de describir y de descifrar.
20 de enero-18 de febrero
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