Agravio comparativo Por qué nos indignamos tanto con Ana Obregón si hay otros famosos que han tenido hijos por vientre de alquiler (y no los hemos criticado)

La maternidad de Ana Obregón , por vientre de alquiler o gestación subrogada y a sus 68 años, se ha convertido en la más criticada de nuestra historia y la lanzadera de un debate que, hasta ahora, era silencioso. La actriz se ha manifestado feliz: «¡Nos pillaron!», escribió en su perfil de Instagram. «Llegó una luz llena de amor a mi oscuridad. Ya nunca volveré a estar sola. He vuelto a vivir». Sin embargo, España ruge.

La tormenta es perfecta sobre la cabeza de Ana Obregón protagonista de un escándalo , protagonista de un verdadero escándalo que ha tenido incluso repercusiones políticas. Se cruzan acusaciones de todo tipo que forman una maraña de reproches casi impracticable. Son, evidentemente, reacciones viscerales ante una realidad, la de la maternidad subrogada, que se impone por la vía de los hechos consumados. En un mundo global es practicamente imposible legislar .eficazmente en contra.

Lo que más sorprende del caso de Ana Obregón , la maternidad subrogada sobre la que se han vertido más críticas y más hirientes, emerge por comparación. Evidentemente, no es la primera famosa que ha optado por este tipo de procedimiento. De hecho, son innumerables los famosos que han dado la bienvenida a sus hijos por esta vía. Muchos son hombres: Miguel Bosé, Javier Cámara, Ricky Martin, Kike Sarasola, Jaime Cantizano, Kiko Hernández, Miguel Poveda, Cristiano Ronaldo…

En todo estos casos, la discreción de los padres por subrogación fue máxima en las semanas posteriores al parto. Solo Ricky Martin posó, exclusiva mediante, con sus dos bebés, en una portada que no provocó ni la mitad del revuelo que está viviendo Ana Obregón . Miguel Bosé los mantuvo alejados de los focos hasta los diez años y se limitó a confirmar la noticia en sus redes. Jaime Cantizano, apenas dio un par de declaraciones. Cámara ni lo mentó. Sarasola se fotografía con ellos en sus redes, pero sin que se les vea la cara.

En todos estos casos, el revuelo social acerca de la paternidad subrogada fue mínimo, cosa que parece apuntar a que no es exactamente la subrogación todo lo que ha escandalizado a un país, sino otro tipo de factores. El elefante en esta habitación apunta, sobre todo, a la edad de Ana Obregón: no se termina de entender que una mujer de 68 años decida ser madre. Tampoco se entendió en el caso de Lina Álvarez, la mujer gallega que tuvo a su hija con 62. Y eso que tenía una buena razón:

«El miedo que yo siempre tuve era qué iba a ser de mi hijo Exiquito el día que yo faltase», explicó Álvarez a La Voz de Galicia, refiriéndose a su primer hijo, el que tuvo a los 38 años y que sufre parálisis cerebral. «Ahora por lo menos tiene a sus hermanos, dos niños sanos, que lo quieren, lo adoran y lo van a apoyar el día que yo no esté. Esa inquietud es la que tenía y la que ya no tengo. Yo quería darle una familia a mi hijo».

El rechazo que ha provocado la maternidad subrogada encargada por Ana Obregón cuenta los años: cuando su hija cumpla los 20, ella tendrá 88. Las críticas no tienen que ver con la desprotección material en la que pueda quedar en un futuro, pues su futuro está asegurado, sino por el desamparo de la joven que perderá, muy pronto en su vida, a su madre. Y, claro, también se trasluce un cuestionamiento a la motivación de la actriz y presentadora, protagonista de un durísimo duelo por su único hijo, fallecido en 2020.

La motivación psicológica de la maternidad de Ana Obregón a los 68 años está en el corazón de la polémica y es uno de los factores que distinguen su caso de otro que se le podría asemejar bastante: el de Carmen Thyssen, madre de sus mellizas Albina y Carmen a los 62. Dejando las razones a un lado, sí existe una circunstancia que agrava el juicio público al que se somete a Obregón: la exclusiva en Hola.

Como hemos visto en prácticamente todos los casos de maternidad o paternidad subrogada de famosos españoles, la medida principal que permite proteger a los niños de habladurías que puedan marcar su futuro es evitar el testimonio gráfico de su etapa de bebés. Sin foto difícilmente se excita una polémica. No ya en el interés de los propios padres, que también, sino para que no quede huella en las hemerotecas internet.

Carmen Thyssen presentó a sus hijas oficialmente en una portada a los dos años y no pasó absolutamente nada. Sin embargo, las fotografías de Ana Obregón saliendo del Memorial Regional Hospital de Miami con el bebé en brazos y sentada en una silla de ruedas son imborrables, y perseguirán tanto a la madre como a la hija el resto de su vida.

Parece que Ana Obregón quiso vivir en solitario, sin la compañía de familiares o amigos, este importante momento en su vida. Quizá si hubiera tenido una persona amiga a su lado le habría sugerido buscar una salida privada para abandonar el hospital. Y se habría evitado tanto mal trago para ella y para su hija.