Quiénes son los invisibles padres de Blanca Suárez: montañeros, discretos y el mejor apoyo de la actriz

Convertida en una de las actrices más destacadas de su generación, Blanca Suárez lleva años conquistando a espectadores y crítica gracias a sus papeles en series como El internado o Las chicas del cable o películas como La piel que habito. Ahora visita de nuevo el plató de El Hormiguero para presentar su nueva película, La huella del mal, un thriller que tiene la peculiaridad de ser el primero que se rueda en el famoso yacimiento arqueológico de Atapuerca.

Referente de la ficción nacional, la madrileña siempre se muestra dispuesta a promocionar su carrera profesional, pero no así a discutir los detalles sobre su esfera más personal. Su ya larga y asentada relación sentimental con el también actor Javier Rey , con el que sale desde 2020, ha aumentado el interés por su vida privada, pero no las ganas de la actriz de compartir más detalles sobre la misma.

Algo que se traslada también a su familia más cercana, a la que la actriz mantiene lo más blindada posible. Es muy poco sobre lo que nos ha contado estos años sobre sus padres y sobre su hermano Pedro, once años mayor que ella. La mayor parte de las veces habla en abstracto sobre su familia, dejando claro que está muy orgullosa de ellos.

«Ni somos perfectos, ni somos una tribu, pero todos en mi familia estamos pendientes los unos de los otros. Estamos muy presentes en las vidas de todos», aseguraba Blanca Suárez en conversación con el diario ABC.

Dado el esfuerzo de la actriz por mantener a los suyos en el anonimato, apenas conocemos detalles sobre los progenitores de Blanca Suárez. Apenas sus profesiones: él es arquitecto municipal y ella, empleada de banca. Junto a ellos vivió hasta que su fama le permitió independizarse, en una casa baja del Barrio de Salamanca, muy cerca de la M-30.

Justo cuando iba a debutar en El Internado y su carrera estaba a punto de despegar definitivamente, El Mundo la entrevistaba en su casa, hablando de los pósteres de Audrey Hepburn y The Beatles y los muchos peluches en el cuarto que había heredado de su hermano. Entonces Blanca aseguraba que no le urgía «nada» irse a vivir sola porque se encontraba muy bien con sus padres y que cuando lo hiciera, no se iría muy lejos.

Dicho y hecho, la actriz sigue viviendo en el mismo barrio, aunque ahora en una cuidada vivienda de tres pisos. Previamente y no muy lejos tampoco de allí, tenía otro piso que terminó vendiendo a otro rostro muy conocido como es Aitana Ocaña, después de ser su casera durante varios años.

Hay que bucear mucho en las entrevistas de Blanca Suárez para encontrar algún detalle sobre sus padres o su hermano. En una rara ocasión, hablando con la revista Vogue, relataba sus viajes de infancia con ellos en coche. « Son muy montañeros y yo les decía que por qué no podíamos hacer como otros niños e ir a la playa», rememoraba la actriz. «Recuerdo con especial cariño picnics en lugares increíbles después de todo el día caminando, la caza del renacuajo en lagos y los cuentos que le pedía a mi madre que me contara mientras andábamos».

Tampoco en su muro de Instagram, una red social donde cuenta con 4,6 millones de seguidores, encontramos apenas rastro de ellos. Hay que remontarse hasta 2017 para encontrar un retrato junto a su padre. Se trata de una tierna imagen en la que la actriz aparece dormida sobre su hombro y que acompañó de unas bonitas palabras.

«Mis padres vienen a hacer una visita al rodaje», dijo entonces la interpreté para poner en contexto la foto. «Sentaos aquí familia y así lo podréis ver bien. Plano en el que no salgo, me siento y… sueño instantáneo. El hombro de tu padre se convierte en tu mejor almohada. En todo momento yo (ilusa) creí que estaba consciente, pero evidentemente me quedé planchadísima. Puedo decir que hasta soñé», fue el mensaje que compartió Blanca aquel día.

Poco más ha dejado traslucir la actriz a este respecto, mientras sigue esquivando como puede las contantes preguntas sobre cuándo formará ella su propia familia . Como ella misma contó una vez durante una entrevista, «mi vida es mía y yo elijo quién puede participar en ella. Todos tenemos derecho a decidir hasta dónde contamos y qué queremos enseñar».