Soltera de oro a los 72
Carmen Martínez-Bordiú se reencuentra con la soltería a sus 72 años, después de romper con su novio 34 años menor, el neozelandés instructor de yoga Timothy McKeague. /
Carmen Martínez-Bordiú parece haber dicho adiós a su último amor, más de cinco años de felicidad y surf en la costa de Portugal junto a Timothy McKeague, 34 años menor, de profesión instructor de yoga y de afición, surfero. Lo suyo comenzó en serio en 2017 y habría terminado hace tres meses, según todas las crónicas a iniciativa de ella. Martínez-Bordiú entra en el club de las solteras de diamante, junto a Isabel Preysler . Este medio se ha puesto en contacto con ella para intentar aportar algo más de luz a la situación: «No hablo de mi vida privada», ha sido su breve respuesta.
En este 2023 negro para el amor maduro, tanto Isabel Preysler como Carmen Martínez-Bordiú han dado carpetazo a sus relaciones sentimentales, quizá las últimas que recoja su historial sentimental. Ambas han cumplido ya los 72 años, aunque la edad no es impedimento para nada. Otras divas se mantuvieron al pie del cañón amoroso mucho después: Sara Montiel se casó con su último marido a los 74.
Pero volvamos a Carmen Martínez-Bordiú, que ahora podría abrirse perfil en un Tinder dorado si lo hubiera, junto a otras setenteras disponibles y atractivas como Carmen Lomana, Naty Abasca l o la misma Preysler. Esta debe envidiar seguro la discreción que ha rodeado la ruptura de su amiga: la reina de corazones no pudo evitar el escándalo que marcó el fin de su relación con Mario Vargas Llosa.
Nos va a costar asumir una Carmen Martínez-Bordiú sola y soltera, pues hemos conocido cada una de sus maridos en portadas y fiestas del lujo, del duque de Cádiz Alfonso de Borbón y Dampierre al santanderino José Campos. Lo mismo ha ocurrido con sus novios, aunque Timothy McKeague ha sido el más esquivo. Apenas si le vimos en algún evento público, como la presentación de la biografía de Carmen Franco que escribió Nieves Herrero.
Carmen Martínez-Bordiú y Timothy McKeague se conocieron en la Costa Azul a través de unos amigos en común. Él, de hecho, estaba trabajando para un amigo de Carmen, quien le contrató como entrenador personal. Evidentemente, triunfó a la hora de poner en forma a su clienta y se la metió en el bolsillo, porque a los dos años ya estaba viviendo juntos.
La pareja enamorada estrenó casa en Sintra, a las afueras de Cascáis: una mansión de 600 metros cuadrados y otros 2.000 de parcela, en la que Carmen Martínez-Bordiú decidió retirarse de la vida pública y, sobre todo, de su trabajo como proveedora de exclusivas y promotora ocasional de marcas escogidas. De hecho, la última exclusiva que concedió fue, precisamente, para anunciar su relación con McKeague.
Su pasión por el rubio aficionado al surf fue también objeto de exclusiva televisiva, pues Carmen Martínez-Bordiú acudió a un programa a contarlo todo sobre su nuevo amor. Luego, desapareció como Greta Garbo, aunque aún la vimos en algunas fiestas, como el cumpleaños de Ira de Fürstenberg en el palacio de Liria.
Sin duda, el reparto de la herencia de Carmen Franco , madre de Carmen Martínez-Bordiú fallecida en 2017, ayudó a su 'espantá' mediática. La 'nietísima' ya no debe preocuparse por facturar, pues pudo al fin repartirse su imperio inmobiliario, que los hermanos han ido reorganizando desde entonces.
La relación entre Carmen Martínez-Bordiú y Timothy McKeague supone uno de los escasísimos contrapuntos femeninos a las clásicas relaciones de hombres mayores con veinteañeras, caso de Enrique Ponce con Ana Soria o de Risto Mejide con su ex, Laura Escanes. La diferencia de edad puede ser similar, pero las relaciones sin incomparables porque a McKeague se le supone una madurez que las muy jóvenes aún no tienen.
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