Diva desdichada

Carmen Sevilla, la novia de España que llegó virgen al matrimonio con el compositor más juerguista, pero encontró su gran amor a los 45 (otro gran infiel)

Fue la novia de España y llegó virgen al matrimonio con Augusto Algueró. Carmen Sevilla se casó con un genio y, también, el hombre más mujeriego del cine español.

Carmen Sevilla comenzó su carrera como la novia de España, pero después de los 70 se convirtió en una sex symbol. / GETTY IMAGES

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

La queridísima actriz Carmen Sevilla murió ayer a los 92 años , después de que el pasado domingo, 25 de junio, fuera trasladada desde la residencia de Aravaca donde residía hasta la clínica madrileña donde finalmente ha fallecido, la Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid. En los últimos años, la protagonista de títulos como 'Violetas imperiales' y 'Rey de reyes' (ya en Hollywood) estuvo retirada de la vida pública debido a la enfermedad de Alzheimer. Su hijo, Augusto Algueró Jr ., se encargó de informar a la prensa sobre el estado de salud de su madre.

Bellezón se queda corto para describir la perfección del hipnótico rostro de Carmen Sevilla (Sevilla, 1931), artista desde la más tierna niñez (debutó a los 12 años gracias a Estrellita Castro) que enardecía a las masas masculinas. Hasta su matrimonio con Augusto Algueró ya a los 30 años llevó la corona de 'la novia de España' y el título de 'la sonrisa más bonita del cine español'.

Su virginidad fue casi cuestión de Estado en los años 50, cuando Carmen se convirtió en el epítome del candor, la inocencia y la virtud de la mujer española y ferviente católica. Encarnó el ideal de la feminidad casta, según ella misma, «hasta la mojigatería». «¡Ahí viene la virgencita!», la saludaba Paco Rabal, con su poquito de sorna.

Hasta Lola Flores protegía la virginidad de Carmen

Carmen Sevilla llegó a su primer rodaje casta, por supuesto, pero joven, demasiado joven. Fue en México, donde rodó 'Jalisco canta en Sevilla' (1948) junto all galán Jorge Negrete. Negrete se negó a besarla por niña: tenía solo 18 años. También rodó allá 'Gitana tenías que ser' (1953), trabajo que propició el flechazo de Mario Moreno Cantinflas. Este le regaló un anillo con un gran brillante que Carmen se tomó como tal. Fue Lola Flores, su gran amiga, la que le aclaró el significado de la joya.

«¡Chiquilla, tú no puedes aceptar esto! Tú eres mocita y no puedes consentir que te regalen eso, porque sabes que después… ya sabes lo que viene. Así que se lo tienes que devolver. Aunque te digo una cosa, Carmela, si me lo llegan a dar a mí, que yo no tengo nada que perder… Yo no lo devuelvo. Yo sí, pero tú no, porque tú eres mocita. Y ¿sabes lo que viene después de eso...? ¡Un acostamiento!», le explicó a una Carmen Sevilla que, ya entrada en la veintena, viajaba con carabina para evitar las tentaciones carnales.

Carmen Sevilla, el día de su boda con Augusto Algueró. / getty images

«La verdad es que mario me gustaba mucho, pero yo respetaba», contó Carmen Sevilla años más tarde, en las memorias que escribió el periodista Carlos Herrera. «Como él estaba casado, la relación solo podía ser para acostarnos, pero mi mente no estaba para acostarme con él. Es uno de los hombres que más me ha gustado, probablemente el amor platónico de mi vida. Nos besábamos en el coche pero no me acosté con él».

Carmen jamás se negó a hablar de su virginidad y, de hecho, ella misma presumía de haber llegado intacta al matrimonio. Y eso que tuvo dos novios antes de casarse: el torero mexicano Carlos Arruza y el industrial Ricardo Fuster. Ninguno logró llevarla al altar, cosa que sí hizo Augusto Algueró, al que había conocido en 1956, en el rodaje de 'La fierecilla domada'.

Carmen Sevilla pidió al gobierno que protegiera su honra

Cuando comenzó su noviazgo con Algueró Carmen tenía 25 años, pero no se casó hasta cinco años después, ya con 30, con vestido de Pertegaz y en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza. El compositor contó en sus memorias que la actriz estaba obsesionada con su título de 'la novia de España' y que trató de evitar a toda costa que se publicara que ya vivían juntos antes de casarse.

La obsesión de Carmen Sevilla por mantener la narrativa de su virginidad fue tal, que llegó a pedir protección al gobierno cuando se enteró de que un periodista madrileño insinuaba que ya vivía 'en pecado' con Algueró. Disgustadísima ,Carmen pidió a Manuel Fraga, entonces ministro de información y Turismo, que reprendiera al reportero y que se retractara. Lo consiguió.

Carmen Sevilla con Luis Mariano. / gtres

La relación entre Augusto Algueró y Carmen Sevilla fue un desastre, aunque su boda tuvo la misma cobertura de medios de comunicación que la de la Fabiola de Mora y Aragón y el rey Balduino de Bélgica y tuvieron un hijo, Augusto, en 1964. «Estoy harta de ser la cornuda del cine español», llegó a quejarse Carmen ante las constantes infidelidades de Algueró. Tuvo relaciones con Bárbara Rey, Ornella Muti, Blanca Estrada, una de las coristas del trío La la la...

«Lo he aguantado todo en mi vida de casada, pero ya no le voy a perdonar más una cosa, y es que me siga poniendo en ridículo cuando se pasea por la Gran Vía con la querida de turno», se quejó Carmen al filo del divorcio. Algueró no solo tenía amantes puntuales. Mantuvo una relación paralela con Elena Balduque, modelo en el famoso anuncio del brandy Soberano. Era, además, aficionado al juego y las juergas. Una joya.

Vicente Patuel fue el gran amor de Carmen Sevilla

En lo profesional, sin embargo, el compositor impulsó increíblemente la carrera de cantante de Carmen Sevilla. Grabaron juntos alrededor de 16 discos. Augusto Algueró era al fin y al cabo un genio que había firmado canciones eternas como 'Penélope', de Serrat. Suyas son 'Te quiero, te quiero' o 'Noelia', inmortalizadas por Nino Bravo; 'Tómbola', interpretada por Marisol, o 'La chica ye-ye' que cantó Concha Velasco.

Tras su separación en 1971, Carmen Sevilla pudo desvelar su romance con el empresario Vicente Patuel, al que siempre ha considerado el amor de su vida y con el que, por fin, alcanzó la satisfacción sexual. «El segundo fue la apoteosis. A mis cuarenta y tantos años fui mujer sublime, supe de todo e hice de todo. Y hablé de todo y entendí de todo», llegó a confesar la actriz.

Carmen Sevilla y Vicente Patuel, el hombre que propició su despertar sexual. / getty images

«Su boda, en 1985, se celebró en Arcos de la Frontera y por la exclusiva cobró 30 millones de la época, una barbaridad», desveló Alfredo Sánchez, autor de la biografía 'Carmen Sevilla, la novia de España'. El amor de Carmen por Patuel era tan grande, que dejó el cine, la televisión y todo su mundo para marcharse a vivir con el empresario a una finca en Herrera del Duque (Badajoz).

Contra todo pronóstico, Carmen Sevilla se entregó a las labores del campo y a la crianza de ovejas, una especie de arcadia feliz que, con el tiempo, se reveló un mero trampantojo. Lo que ocurría en realidad es que la estrella pasaba la mayor parte del tiempo sola en su finca, mientras su marido se divertía con otras mujeres. Machista redomado, además, la despreciaba en público.

Patuel le fue infiel, pero Carmen Sevilla se decía feliz

Las deudas de la explotación agrícola y una oferta que no pudo rechazar de Valerio Lazarov (300.000 pesetas diarias por presentar el Telecupón) la llevaron de nuevo a la televisión en los años 90. Triunfó como era de esperar, pues su talento para el espectáculo fue siempre extraordinario. Mientras tanto, Patuel era infiel hasta con las azafatas del programa.

Parece que Carmen Sevilla no fue consciente de las infidelidades de Vicente Patuel o hubo otros factores que las compensaban. Lo cierto es que lloró amargamente su muerte en 2000 y confirmó que el matrimonio había sido feliz. «He llorado mucho en la finca», confesó en 1997. «Cuando me dormía, decía: 'Dios mío, ¿esta vida será para mí? ¿Me acostumbraré?'. Pero en la vida todo el mundo se acostumbra cuando quiere compartirlo todo con quien se ama».

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