La nueva vida Chelsy Davy, la novia peligrosa del príncipe Harry que trataron como una striper, tuvo que huir a África y ha terminado casada con un millonario

Fue la primera novia 'en serio' del príncipe Harry , pero su romance se rompió por el seguimiento brutal de sus entradas y salidas en los tabloides. Chelsy Davy, hija de un millonario sudafricano que quiso enviar a su primogénita a los mejores colegios británicos, fue tratada por la prensa como una striper: la pintaban bañada en tequila y bailando ligera de ropa sobre las mesas de los clubes, a lo Bar Coyote. Un espanto.

La historia de Chelsy Davy se cuenta hasta 2011, cuando decide poner fin a una relación de siete años que podría haberla convertido en duquesa de Sussex y la más rubia adquisición de la familia real británica. Evidentemente, nada de aquello compensó el mal trato de los tabloides. Quebraron tanto su imagen, que la joven decidió dejar Londres y volver a su casa familiar en Zimbabue, muy cerca de las cataratas Victoria. Lejos de Enrique de Inglaterra .

Chelsy Davy regresó al hogar familiar con 26 años, aún muy joven pero con pocas perspectivas de poder reconstruir su reputación en Reino Unido, al menos a corto plazo. Difícilmente iba a tomársela en serio en Londres, a pesar de su formación en Economía, filosofía y leyes. Cierto resortes de Buckingham Palace debieron ponerse en marcha para compensar a la joven, porque en septiembre de 2011 ya estaba de vuelta en Londres con un puesto de abogada junior en la firma Allen & Overy.

La carrera de abogada de Chelsy Davy no fue nada deslumbrante: en menos de cuatro años ya estaba fuera del bufete. Por suerte para ella, logró mantener su amistad con el príncipe Harry y conectada a la vida social de la alta sociedad británica. De hecho, fue a la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton en abril de 2011 y a la de Harry y Meghan Markle, en 2018.

«No sabemos por dónde anda», contaban en los diarios británicos fuentes de la alta sociedad acerca de la nueva vida de Chelsy sin Harry . La ex abogada quedó tan espantada de los tabloides, que se guardó muchísimo de dejarse ver y hacer saber. Vivió en los típicos apartamentos de soltera en Chelsea y South Kensington, dos de los mejores barrios de Londres, pero durante algunos años, sin aparente actividad.

En 2016, Chelsy Davy movió por primera vez ficha laboral y, tras estudiar gemología, abrió su propia firma de joyas éticas, Aya África. Su círculo de amigos cambió completamente: pasó de la banda de fiesteros de Harry a intimar con lo más discreto de la alta sociedad. Lady Melissa Percy, hija de los duques de Northumberland, se convirtió en su nueva mejor amiga. También estrechó lazos con Irene Forte, hija del hotelero Rocco Forte.

Esta aproximación al mundo de los hoteles de lujo explica su flechazo, noviazgo y matrimonio con Sam Cutmore-Scott, el hombre con el que Chelsy se ha convertido en madre de Leo, de un año. Le conoció tras romper con el productor de televisión James Marshall, ex marido de Elettra Wiedemann, la nieta de Ingrid Bergman, y un buen amigo de Meghan Markle . Nada que ver con Sam, un soltero de oro de la alta sociedad.

Alumno de Eton (iba un curso por delante de Harry ) y hermano del actor Jack Cutmore-Scott (Tenet, Dunkerque, Kingsman: Servicio secreto), Sam dirige la compañía hotelera de sus padres, Bijou Collection. Junto a él, Chelsy ha dejado atrás su vida de eterna soltera y ejerce de madre millonaria fuera del alcance de la prensa, aunque mantiene la actividad e su firma de joyas, que se ha ampliado para ofrecer servicios de viajes o lifestyle.

Chelsy Davy y su familia viven hoy alejados del frenesí de los barrios centrales de Londres en una gran casa del barrio de Chiswick, aunque puede moverse por las propiedades hoteleras de lujo que dirige su marido, incluido un castillo en el sur de Francia. Sus fotos más recientes les sitúan casi siempre de vacaciones: Praga, Estambul, Mauricio… Una 'dolce vita' sin paparazzi .