Muchas cosas han cambiado en la vida de Jennifer Hermoso desde aquel 20 de agosto en el que la selección femenina de fútbol de España ganó el Mundial en Sídney. Lo que ocurrió después transformó un momento de celebración en otro de reivindicación. El beso no consentido de Luis Rubiales a la futbolista removió los cimientos del deporte, pero también los de la sociedad, dentro y fuera de España. Ahora, antes de que se cumpla un mes de todo aquello, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol presenta su dimisión.
Casi al mismo tiempo, pero a miles de kilómetros, Jennifer Hermoso era recibida por los hinchas de las Tuzas del Pachuca , el equipo mexicano en el que juega actualmente. Unos siete mil aficionados acudían al estadio Hidalgo para apoyar a su equipo (que finalmente ganaba a las Pumas UNAM por 2-1) y para rendir tributo a la futbolista española.
Antes de comenzar el partido, la futbolista ya recibía los vítores y el apoyo del público mientras calentaba, pero el momento más emocionante fue el pasillo que le hicieron las jugadoras de ambos equipos y la camiseta y el cuadro conmemorativo que le entregaron. La madrileña lo compartía en sus redes sociales al mismo tiempo que lo hacía su equipo: «¡Pleno de entusiasmo y alegría fue el regreso a los entrenamientos de nuestra Campeona del Mundo», escribían en la cuenta del combinado mexicano.
«Tenía que cambiar un poco algo de mi vida para yo, personalmente, sentirme como me siento hoy». Hace un par de meses, antes del Mundial de la polémica, Jennifer Hermoso hablaba en estos términos tras el último partido de España antes de volar a Australia. La deportista se refería al gran cambio que había experimentado en el último año, después de que saliera del Barcelona y una lesión la dejara fuera de la Eurocopa.
La futbolista Jennifer Hermoso con una máscara de lucha libre típica mexicana. /
Fueron momento complicados para Jenni que encontró en su llegada al Pachuca y al país que se ha convertido en su segundo hogar un resurgimiento personal y deportivo: «México me ha dado la oportunidad de conocerme mucho a mí misma, de disfrutar conmigo misma», confesaba en una entrevista para el diario deportivo Relevo.
Como ella misma explicaba entonces, el país la había acogido con los brazos abiertos. En sus redes sociales, se despedía de la afición culé («Durante todo mi paso por aquí, he aprendido, he llorado, he caído muchas veces y en todas he salido adelante»), pero con la esperanza de un futuro mejor: «Creo que he vivido y estoy viviendo una de mis mejores experiencias», explicaba sobre el cambio que estaba a punto de experimentar.
Jenni llegó a México como una estrella y enseguida se vio arropada por su nuevo equipo y su afición: «No quiero decir que no me hayan cuidado antes, pero me siento bien, valorada», contaba en los primeros días de su nueva vida. De hecho, en muchos medios deportivos mexicanos la definían con frases como «refuerzo de lujo» o «una de las mejores jugadoras del mundo».
Claro que estar a viviendo al otro lado del océano también puede ser un mal trago. El 11 de mayo, la futbolista celebraba su 33 cumpleaños muy lejos de los suyos. Aunque no estaba sola: «Y a miles de kilómetros, lejos de mi familia, de mi gente, llega ese momento en el que por fin te encuentras, te quieres, te sientes plena».
Jenni Hermoso celebra su cumpleaños a miles de kilómetros de su Carabanchel natal. /
«Que chingona es la vida cuando sientes que la felicidad depende de ti. La versión 3.3 empieza muy bien», compartía junto a una fotografía en la que aparecía feliz sujetando una tarta. Además de esta imagen, la jugadora publicaba un vídeo en el que aparecía rodeada de un grupo de amigas y una banda de mariachis. Jenni no podía reprimir las lágrimas de emoción mientras los músicos entonaban el conocido 'Canta y no llores'.
El 22 de junio de 2022, las Tuzas de Pachuca anunciaban la contratación de Jenni y la noticia revolucionaba el país. De hecho, su nombre se convertía en tendencia en las redes sociales mexicanas. Aunque no se dio a conocer la cantidad total que se iba a embolsar por un contrato de dos años con el club, muchos medios deportivos especializados la situaban entre las tres futbolistas mejor pagadas del mundo. La llegada de la madrileña también propiciaba que muchos patrocinadores se pusieran en contacto con el equipo para interesarse por acuerdos financieros. Jenni llegaba, como se suele decir, con un pan debajo del barzo.
El cambio de país también supuso una transformación en su mentalidad y ella misma reconocía que vivir allí le había servido para descubrirse a sí misma, para crecer y para disfrutar de cosas de las que antes no disfrutaba. Jenni había crecido física y mentalmente: «México vino a mi vida para cambiarla y estoy agradecida de esa decisión porque me he sentido como no me había sentido nunca», confesaba.
Ahora, tras la victoria en el Mundial, la celebración con su grupo favorito (Camela) en una noche inolvidable y el paso por Ibiza para festejarlo , Jenni Hermoso ha vuelto a su segunda casa donde se han recibido con los brazos abiertos. Su club ya ha comunicado que la futbolista no hablará con la prensa.