Amor y odio en el polémico triángulo que formaron Concha Marquez Piquer, Carmen Tello y Curro Romero: por qué la boda por la iglesia ha llegado 20 años tarde

La hija de Concha Piquer se negó durante más de tres décadas a conceder a Curro Romero la nulidad. No quería que se casara por la iglesia con Carmen Tello, a la que culpaba de una conspiración secreta.

Concha Márquez Piquer y Curro Romero. / DR

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Concha Márquez Piquer fue una diva. No un glorioso mito popular, como lo fue su madre, sino una mujer verdaderamente educada para ser una diosa en la Tierra. Guapa a rabiar, con una formación exquisita y una voz tremenda, s e enamoró a los 14 de Curro Romero, un torero ya mágico y 12 años mayor que se encontró en el descansillo de su casa. La cosa pudo retrasarse hasta los 18, cuando ella se vistió de novia inocentemente enamorada y escoltada por la policía, del gentío que había en la iglesia de los Jerónimos de Madrid. Corría 1962.

Por descontado, la cosa salió falta, porque él no la dejaba cantar y ella no le no soportaba que frecuentara timbas y juergas flamencas de tres días. Tuvieron dos hijas (una de ellas murió trágicamente en un accidente de coche en 1986), pero la frialdad llevó a la separación en 1979 y al divorcio en 1982, un año después de aprobarse la revolucionaria ley. Fue la primera pareja de famosos que disolvió su matrimonio. Solo a efectos legales, claro.

Ambos prosiguieron con su vida y volvieron a enamorarse: Concha Márquez Piquer, recién separada, conoció al actor Ramiro Oliveros y estuvo con él hasta su fallecimiento. Curro Romero se entretuvo más. Inició una relación con Ana Rosa Pidal, casada con Tomás Terry hasta que conoció al torero. Parecía que la relación iba a ser seria, pero se cruzó Carmen Tello y Curro Romero dio marcha atrás. En 1995 decidió formalizar una relación con Tello, esta con la intención de prosperar.

Carmen Tello era hija de un médico muy querido en Sevilla y aficionado al toreo, separada desde hacía 11 años de Miguel Solís y Martínez Campos, marqués de Valencina, con el que tuvo cuatro hijos: Fernando, Carmen, Miguel y Enrique . Su ruptura fue sonada, pues Carmen abandonó el palacio de los Solís en la calle Cuna de Sevilla con sus efectos personales y sus cuatro hijos. Nada recibió tras 14 años de matrimonio de una de las mayores fortunas de Andalucía, y porque así lo quiso ella.

Por qué Concha Márquez Piquer odiaba a Carmen Tello y no quiso anular su matrimonio con Curro Romero

Dueña de su libertad, Carmen Tello se fue a vivir con Curro Romero en 1996, con la esperanza de poder casarse por la iglesia en breve plazo. Ya estaba pedida la nulidad del matrimonio del torero con Concha Márquez Piquer en el Tribunal de la Rota en Madrid, después de haber sido rechazada en Sevilla. Nada tendría que ir mal, pues muchos famosos lograron la nulidad acordando versiones a medida de la doctrina católica. No contaban, claro, con la hija de Concha Piquer.

« Me casé con Curro por amor y con amor tuve dos hijas con él, que en ningún caso son hijas putativas. El matrimonio es para toda la vida y soy católica, apostólica y romana. Nunca engañaré a la Iglesia», le decía Concha Márquez Piquer a la periodista María Eugenia Yagüe, en una entrevista publicada en 'Crónica'. La cantante insistía en que era capaz de «ir a Roma y montarle un pollo al Papa y luego hacerse budista» si se le concedía la nulidad. No iba a darle el gusto de una boda católica a Curro pero, sobre todo, a Carmen.

«Está meridianamente claro que yo no tengo potestad para dar o negar la nulidad a ningún matrimonio, ni siquiera al mío, cuando es un tribunal, el de la Rota, quien tiene que pronunciar una sentencia en un sentido o en otro. Yo me había limitado a contestar con la verdad cuando se me preguntó. Ya sé que si los ex cónyuges se ponen de acuerdo y les cuentan mentiras a los monseñores pueden llegar a obtener una sentencia de nulidad. Pero a mí en ningún momento se me dijo nada», escribió Márquez Piquer en sus memorias, publicadas en 2017.

La cosa no paraba ahí.. La animadversión de Concha Márquez Piquer contra Carmen Tello era tal, que adivinaba una conspiración en la sombra orquestada por la sevillana para conseguir la nulidad por encima de la voluntad de la diva de la copla. De hecho, Márquez Piquer llegó a denunciar en televisión que «la mano negra del Opus Dei» estaba metida en su procesión de nulidad. «Toda la ex familia política de Carmen es del Opus y hay una gran fortuna por el medio que ella perdería si se casa con Curro por la Iglesia, sostenía.

Carmen Tello y Curro Romero. / DR

Efectivamente, los Solís de Beaumont son de origen navarro y alguna conexión con el Opus Dei tienen, pero nada que tuviera que ver con Carmen Tello y mucho menos con sus perspectivas económicas. «Ni soy del Opus, ni lo son mis hijos, ni lo es mi ex marido. Su madre y un hijo sacerdote son los únicos de la familia que pertenecen al Opus y jamás han opinado de mi separación y menos aún del trámite de nulidad de Curro. Tampoco hay una gran fortuna en juego», aclaró Carmen en su momento.

«Yo no tengo ningún derecho ni reclamo nada sobre la herencia de los Solís, eso es cosa de mis hijos», continuó Carmen Tello, que por culpa de las imaginativas conspiraciones de Márquez Piquer se vio en la necesidad de dar explicaciones sobre su separación anterior. «Entre mi ex marido y yo todo está arreglado hace ya mucho tiempo. Renuncié a todo, porque me parecía lo más correcto si era yo la que rompía el matrimonio».

Al final, la ilusión de Carmen Tello por una boda católica se fue apagando y tuvo que conformarse con el matrimonio civil. Se produjo en 2003, después de una típica espantada de Curro Romero, que desapareció en su primera fecha de boda durante 20 días. El fallecimiento de Concha Márquez Piquer en 2021 volvió a colocar la boda por la iglesia sobre la mesa, algo que podría suceder en breve. « Está boda se la voy a dedicar a mis padres, que eran muy creyentes y murieron sin poder ver este sueño hecho realidad. Pero desde el cielo lo verán», ha declarado Tello en 'Egos'. Prueba superada.

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