Enrique Iglesias es más como papá que como mamá

Enrique Iglesias no se corta. Seguramente habrán visto las imágenes. Ofreció un concierto en Bakú, la ciudad más poblada de Azerbaiyán, considerada uno de los diez destinos turísticos más interesantes por su vida nocturna.

Y de repente, una jovencísima fan trepó hasta el escenario y, de un salto, abrazó con manos y piernas al próximo hijastro de Mario Vargas Llosa. Inmediatamente el equipo de seguridad trató de separar a la ‘fan-lapa’ del cantante, pero Enrique les pidió que permitieran a la joven continuar con su efusividad hasta que se calmara.

Así ocurrió, pero como varias más trataban de seguir los pasos de la agraciada, el propio cantante tuvo que pedir, rogar e incluso suplicar tranquilidad al resto y pudo continuar con el concierto. El pequeño de la conjunción Preysler-Iglesias tiene muchas tablas para salir de un apuro con sensibilidad. Un gesto que le honra.

Donde anda más flojo es en lo de comprometerse. Tiene a Anna Kournikova hasta el moño de esperar a que se decida a legalizar lo suyo, porque la extenista cumplió este pasado junio 35 tacos y le recordó a su ‘churri’ que como él ya está en 41, ya es hora de que compartan una experiencia religiosa. Enrique se hace el loco y continúa “bailandoooo”, siguiendo los pasos de su augusto padre, don Julio, quien tuvo a Miranda en suspense haciéndola madre de cinco hijos durante 20 años de noviazgo, hasta 2010, que fue cuando por fin se casaron (de blanco los dos) en la parroquia de la Virgen del Carmen de Marbella.

A Enrique no le da cosa que sus dos hermanos, Chábeli y Julio Jr., ya hayan dado el paso. Él a su ritmo de bachata, que es lo que últimamente le mola, y haciendo suspirar al respetable (102 millones de visitas) con lo último suyo, donde asegura que Duele el corazón. Un divertido canalla con fobia al matrimonio. Todo lo contrario que su madre, Isabel. Ella si ama, se casa, así de claro.

Y como cuenta mi amigo Peñafiel en su libro recién salido del horno Isabel, la amante de sus maridos, cuando ya no ama, se separa y punto. De sus tres bodas anteriores, la más sorprendente fue la primera. Cuando se casó con Julio, en 1971, a Isabel se le escaparon las lágrimas durante toda la ceremonia, tenía las emociones a flor de piel porque, dicen, ya estaba embarazada. Pero su hijo no tiene ninguna prisa. Está claro que en asuntos del amor, Enrique ha salido más a papá que a mamá.

¿Qué famoso viudo de casi 70 está ‘roneando’ a una joven francesita?

Penélope Cruz y Miguel Bosé son los famosos destacados por Ecología Verde como ejemplo a seguir por su compromiso en beneficio del planeta. Penélope ha tomado parte en una campaña para evitar que las celebrities se desplacen en limusinas y lo hagan en vehículos híbridos que son menos contaminantes. Bosé colabora entre otras asociaciones con Oxfam y Paz Sin Fronteras y apoya todos los proyectos ecológicos como el reciente documental “Un mundo sin peces” que combate los efectos de la sobrepesca.