Torretta ha presentado este año una colección en la que experimenta con nuevos largos y tejidos sin perder el estilo de la firma. /
Los días previos a un desfile quizá no sean el mejor momento para visitar el taller de un diseñador, pero sí el más interesante. Los nervios están a flor de piel y el ritmo es frenético: se revisan los modelos, se prueban los looks que después se verán en la pasarela y se corrigen aquellas cosas que no están al nivel del resto de la colección.
Así encontramos a Roberto Torretta (67) en su estudio del castizo barrio de Chamberí: sumido en la vorágine que supone presentar en MBFWM. Este año lo ha hecho ante los ojos de otro de los pesos pesados de la moda: Marta Ortega, novia de su hijo Carlos, aunque con respecto a eso Torretta prefiere, como siempre, mantener la discreción. Prefiere centrarse en su trayectoria, que comenzó allá por los 80 y que le llevó por primera vez a la semana de la moda madrileña en 1996.
Corazón ¿En qué consiste esta colección que acaba de presentar en la pasarela? Roberto Torretta Yo, más que hablar de siluetas, prefiero hablar de conceptos. Quería una colección femenina, sofisticada, sensual y que esté bien hecha. Independientemente de las tendencias. Aunque hay pequeñas novedades en esta colección: hay un largo midi, que es importante porque no lo habíamos desarrollado hasta ahora. También hay volúmenes más sueltos, en algunos se marca la cintura… hay opciones nuevas.
C. ¿Quién crea ahora las tendencias? R.T. Creo que seguimos siendo los diseñadores los que aportamos. Pero también son importantes los tejidos que te enseñan a principio de temporada.
C. Pero está la moda a gran escala con firmas como Inditex. R.T. Sí, y hay que adaptarse. Las grandes distribuciones son una realidad. Han cambiado el concepto, la oferta en el mercado, y nosotros también tenemos nuestras armas. Nosotros hemos tenido la necesidad de sacar una segunda línea para captar a gente más joven, con otro poder adquisitivo, otras formas que en el 'prêt à porter' no podríamos hacer...
C. ¿Cómo desarrollan esa parte? R.T. Tenemos diferentes frentes. Lo gestionamos todo desde aquí, donde tenemos un pequeño taller con cuatro señoras que son cuatro joyas. Son fantásticas. Es una pena que ese tipo de oficios tienda a desaparecer, porque sus hijos no van a ser costureros. Ahora todo el mundo quiere ser diseñador. Y alrededor del mundo de la moda hay muchos oficios que son estupendos.
Roberto Torretta nos recibió en su estudio, situado en el centro de Madrid. Allí repasó los ‘looks’ antes del desfile. /
C. Todos quieren serlo, pero ¿qué hace falta para llegar y mantenerse? R.T. Mucho trabajo, sensibilidad, curiosidad… Y mucho equipo. Es imposible que haga una pasarela si no tengo a esas cuatro señoras, a mi hija, a una estilista... Rodearse de buena gente es necesario. Hay que hacerlo de mejor gente que tú, mejores profesionales.
C. ¿Cuando salió de Argentina soñaba con lo que ha logrado a día de hoy? R.T. No. Es fantástico mirar atrás y ver los inicios. Incluso cuando hablábamos de unas minicolecciones con tejidos de algodón y eran seis o siete modelos. De eso a desarrollar lo que hemos desarrollado… es impensable. Además, no había una estrategia, no sé si era por el momento, porque los años 80 en España fueron muy especiales. Fue ese boom del temperamento español...
C. ¿Cómo vivió Torretta 'la Movida'? R.T. Nosotros tenemos una tienda en la calle Almirante y esa zona era el epicentro. Yo he conocido a todos. Estabas allí, pero no eras consciente de que estabas en el centro. Estaban pasando muchas cosas, pero es con la distancia cuando dices: qué época creativa más maravillosa, éramos todos jóvenes, no había límites. Y eso está bien y mal, pero rescatando la parte creativa, fue fantástico.
C. En este tiempo ha hecho grandes amigos, como quien encarna a la mujer Torretta: Nieves Álvarez. R.T. Es una grandísima amiga. Tengo buenos amigos, y da la casualidad de que son exitosos en su profesión, y Nieves es una mujer en elegante, femenina...
C. ¿Veremos a Marta Ortega vestida por Roberto Torretta? R.T. No entremos ahí, por favor, que es cosa de Marta y de mi hijo.
C. ¿A quién le gustaría vestir que no lo haya hecho aun? R.T. No sé. Me gusta Beatrice Borromeo. No la conozco, pero me gusta ese tipo de mujer: moderna, guapa, estilosa...
C. Tal vez se anime al ver su colección. ¿Cómo son esos días previos al desfile en una pasarela? R.T. Para mí son los más bonitos. Ayer lo pasé con mi hija, María, porque nos surgió una idea nueva. La pasarela es bonita porque es el resumen de seis meses de trabajo de mucha gente en 15 minutos. Y después… pues es un horror (risas). Es tanta energía, tanta dedicación… que eso se diluye.
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