Quim Torra junto a su mujer, Carola Miró i Bedós, tras la investidura. /
Esta mañana el futuro político de Cataluña empezaba a tener cierto sentido. Después de un par de meses con su Parlament tratando de ponerse de acuerdo para buscar un presidente, Quim Torra Pla era investido.
Desde la tribuna, una persona muy especial para él asistía a ese acto: su mujer, Carola Miró i Bedós. A sus 52 años, maestra, seguramente este sea uno de los mejores días de su vida, a sabiendas de que la misma va a experimentar un profundo cambio desde este momento.
Padres de tres hijos, viven junto a ellos en una calle que sirve de frontera entre los barrios entre el barrio de Gràcia con el de San Gervasi: la avenida Príncipe de Asturias de Barcelona. Allí había vivido en el más absoluto y cómodo de los anonimatos hasta que el pasado 20 de junio celebró su 50 cumpleaños y sus familiares decidieron regalarle una web repleta de recuerdos y buenos momentos.
Tanto ella como Quim son religiosos e independentistas convencidos. Según el periódico 'Ara', afín a este movimiento, Carola, que es profesora del Thau de Barcelona, se encuentra de baja médica. Una versión que contrasta con la de otros medios que indican que pidió una excedencia.
La lectura, viajar y el 'patchwork' se encuentran en la lista de aficiones que practica la mujer de un abogado que, ahora, se ha convertido en presidente de la Generalitat de Cataluña.
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