Elon Musk, el magnate que no podía dormir solo

No es un friki como Mark Zuckerberg. Ni un genio con costumbres de monje zen como el fallecido Steve Jobs. Tampoco intenta ocultarse en una discreción casi absoluta como Steve Page y Sergey Brin, creadores de Google. Elon Musk, a sus 46 años, es el más atractivo y carismático de todos los magnates tecnológicos.

Tiene encima una interesantísima vida privada, con hitos como un primer matrimonio con la escritora Justin Musk, con la que tuvo seis hijos, el mayor de los cuales falleció de muerte súbita a las pocas semanas de nacer. Luego vino la actriz Talulah Riley, con la que se casó, se divorció y se volvió a casar. Entre medias, hubo rumores de un romance con Cameron Diaz, pero él lo negó.

Su última relación conocida fue con Amber Heard, exmujer de Johnny Depp. Añádanle una madre, Maye Musk, que sigue trabajando como modelo a los 70 años y que protagoniza campañas publicitarias, además de aparecer en un videoclip de Beyoncé: "Yo era famosa antes que él", asegura cuando le preguntan por su hijo.

Y, por supuesto, con un pedigrí así no podían faltar unas gotas de drama, o de culebrón: Musk no se habla con su padre después de que este, a los 70 años, dejará embarazada a su hijastra, de 30, a la que conoció cuando ella solo tenía cuatro y él estaba casado con su madre. "Es un ser humano terrible", ha dicho Elon de su progenitor.

Musk primero se hizo multimillonario con la compañía de pagos por internet Paypal y luego se propuso revolucionar el mundo de los coches eléctricos con Tesla. El siguiente paso era llegar hasta Marte y colonizar el planeta. Aunque últimamente las cosas se han torcido. Tesla ha multiplicado por dos las pérdidas en el primer trimestre de 2018 con unos 780 millones de dólares de números rojos.

Encima le resulta imposible producir los 450.000 coches que los clientes ya han reservado. Muchos, por primera vez, han empezado a cuestionar que el negocio llegue a ser rentable y él ha olvidado el buen rollito y comienza a mostrarse nervioso. Como demostró hace unos días en una conferencia con analistas financieros y periodistas. Ante las cuestiones más incómodas, respondía: "Las preguntas aburridas y estúpidas no molan" o "estas preguntas me matan".

Al día siguiente reconoció que debía haber contestado y que fue "estúpido" ignorarlas. Otras veces, en cambio, la lía en Twitter. El pasado 1 de abril –equivalente a nuestro Día de los inocentes– anunció en broma la bancarrota de su compañía y las acciones cayeron un 5%. O esta misma semana, cuando se picó con Warren Buffett, tercer hombre más rico del mundo, y anunció que iba a montar una fábrica de caramelos, negocio en el que también participa el otro.

El cruce de tuits, chistes y demás terminó cuando Buffett recordó la difícil situación por la que pasa su joven rival al decir: "He oído que el señor Musk necesita conseguir dinero". Pero no todo son malas noticias.

Tiene nueva novia y eso, para él, resulta fundamental, tal y como explicó a la revista Rolling Stone tras reconocer que Amber Heard le había dejado: "Busco una relación larga y no una historia de una noche, busco un alma gemela. Irme a dormir solo me mata".

Ella se llama Grimes, tiene 30 años, es cantante y ambos aparecieron juntos en la Gala MET, justo cuando se rumoreaba que Musk estaba saliendo con la empresaria Tyler Haney. ¿Más pruebas de su amor? Ella llevaba una gargantilla con el logo de Tesla.

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