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Un icono en la moda. El vestido de novia de Diana de Gales ha sido uno de los más comentados con cada boda real que se ha celebrado. Odiado por muchos y aceptado por otros, no dejó indiferente a nadie aquél 29 de julio de 1981 en la boda entre Carlos de Inglaterra y Lady Diana Spencer. Un diseño creado por David Emanuel, que guardó tanto secretismo, que el boceto fue roto tras mostrárselo a Lady Di para evitar copias.
Un vestido voluminoso, con gran falda y mangas abullonadas, con escote de volantes y una cola desmontable de 25 metros de largo. Tafetán de seda marfil, encaje antiguo y bordado con lentejuelas y más de diez mil perlas, de estilo romántico que marcó una época Un estilo romántico que marcaría un antes y un después en la moda nupcial.
37 años después se ha desvelado que se creó un segundo vestido debido al miedo que se filtrara algún detalle del vesido que finalmente lució en su ceremona. Uno más sencillo que la princesa no llegó a probarse. Un vestido en tafetán de seda marfil, con cuello en V, de mayor profundidad y menos pliegues, mangas más cortas y con volantes.
"En ese momento queríamos estar absolutamente seguros de que el vestido era una sorpresa", declaraba David a la revista 'People'. "Queríamos asegurarnos de que teníamos algo allí, era para nuestra propia tranquilidad", concluyó el diseñador.
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