Miguel Bosé atraviesa uno de sus momentos más complicados y polémicos, sobre todo después de que saliese a la luz la noticia de su ruptura con Nacho Palau , quien fue pareja sentimental del cantante durante más de un cuarto de siglo. Una noticia que se truncó aún más tras saber sobre la demanda que Miguel Bosé podría haber interpuesto a su expareja.
A pesar de todo esto, el cantante siempre ha sabido mantener alejada su vida privada de la prensa y esta vez no ha sido diferente. De hecho Miguel Bosé ha preferido guardar silencio sobre todo lo relacionado con su ruptura y con la custodia de sus hijos; también ha decidido afrontar esta nueva etapa en tierras aztecas y alejarse así del foco mediático.
Eso es lo que el artista nos ha demostrado a través de sus últimas publicaciones en Instagram en las que podemos ver a un Miguel Bosé mucho más reflexivo, serio e incluso más espiritual y místico.
Tras acudir a la inauguración de una ludoteca en San Felipe del Progreso (México) y a su último concierto celebrado durante la clausura del Festival de Cine La Orquídea de Cuenca (Ecuador), Bosé ha compartido varias fotografías de su asistencia al Gran Premio de Fórmula 1 de México. Una imagen en la que hemos visto a un Miguel Bosé sonriente junto al periodista Joaquín López-Dóriga y los cantantes Sasha Söko y Manuel Mijares.
Publicaciones en la que le hemos visto posar, pero no hablar. Y es que el artista ha optado por no hacer ni comunicado oficial ni declaración alguna sobre su ruptura o sobre las acciones legales que ambos van a emprender por la custodia de sus hijos.
Una aparente normalidad en la vida del artista, que según han revelado algunas fuentes de su entorno cercano no está siendo precisamente fácil para él. Y es que Bosé se encontraría "hundido" ante la "traición" del que fuera su pareja sentimental. Por el momento lo único que se sabe, es que Bosé ya ha puesto el caso en manos de un bufete de abogados mexicano.
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