Le ha cogido el gusto Eugenia Martínez de Irujo a lo de publicar, de manera más o menos constante, en su cuenta de Instagram. Un cambio que vimos en ella desde que entro en su vida Narcís Rebollo, ese hombre que le permitió creer de nuevo en las relaciones de pareja y con el que celebró aquella boda sorpresa en Las Vegas ante cuya noticia no daban crédito ni los propios hermanos de la duquesa de Montoro.
Este fin de semana se lo han pasado muy bien y ella ha querido que tuviésemos constancia de ello. Eugenia y Narcís tenían una fiesta de disfraces y, para la ocasión, escogieron unos trajes de época, de goyescos, con los que hacer la pareja ideal del evento.
Eugenia aprovechaba el texto que escribía al lado de la foto para agradecer al creador del vestuario su gran labor: Lorenzo Caprile. "GRACIAS una vez más @lorenzocaprile por estas joyas de trajes. Eres único", se puede leer junto a esa instantánea que es, cuanto menos, pintoresca.
El cambio en la menor de todos los hijos que tuvo la duquesa de Alba no lo observamos solo en la cantidad de imágenes que comparte con sus 'followers', sino también en que cada vez es más frecuente que sus declaraciones ante la prensa vayan por derroteros menos polémicos. Es decir: pasa de meterse en los mismos charcos en los que se zambullen sus hermanos en ocasiones con temas que deberían resolverse de puertas de casa para adentro.
Eugenia es feliz. Vestida de goyesca o de lagarterana. La culpa, repetimos, es de este hombre de negocios con el que se divierte desde que el amor se coló entre ellos.
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20 de enero-18 de febrero
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