Mónica Hoyos se ha convertido en la última expulsada de 'Supervivientes 2019', y como tal, se ha enfrentado al último reto, mirarse al espejo. Ha sido el momento en el que ha recibido una llamada más que emotiva que la ha hecho derrumbarse y contar un difícil momento de su infancia.
Tras mirarse en el espejo y descubrir que había perdido, ni más ni menos, que 1 0 kilos y 500 gramos, la peruana ha recibido la llamada de su abuela Carmen que la ha hecho derrumbarse.
Frente a la última gran polémica en la que se ha visto envuelta Mónica, tras su enfado con los concursantes cuando ella fue expulsada. Su abuela ha querido mandarle un mensaje tranquilizador y de apoyo. Además ha dado un gran ejemplo felicitando a todos los concursantes, y en especial a la principal enemiga de Mónica, Isabel Pantoja.
La exmujer de Carlos Lozano, que no podía parar de llorar, aprovecho el momento para explicar algo muy personal, y es que cuando era muy pequeña sus padres se separaron, y asegura que sufrió muchísimo.
Dando las gracias a su abuela, aseguró que de ella ha aprendido todo, y que muchas de sus actitudes tan criticadas y poco entendidas dentro de la isla, vienen de fantasmas pasado. Y que aunque no era el momento de contarlo, sentía una gran necesidad.
Queda poco para que podamos disfrutar de Mónica en el plató donde saldrán a la luz los mejores y los peores momentos de su concurso.
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