Demi Moore y su espiral de autodestrucción

El 24 de septiembre se ponen a la venta sus memorias en Estados Unidos y ya ha empezado a promocionarlas. Lo ha hecho con un artículo en la edición americana de 'InStyle'. El texto acaba reconociendo que en 1994 se describía a sí misma como "gordita, gordita, gordita", por los problemas con su imagen corporal, pero ahora, a los 56 años, Demi Moore elige estas tres palabras: "extravagante, excéntrica y feliz".

También avanza que hablará de la "turbulenta relación" con su madre. Y por lo que sabemos, sí fue tremenda. Virginia Guynes, que así se llamaba la señora, tuvo un amplio historial delictivo por conducir borracha y por pirómana. También posó desnuda, una vez que su hija alcanzó la fama, parodiando a la actriz. Murió en 1998 de un tumor cerebral. El padre biológico de Demi abandonó a su madre cuando estaba embarazada, y su padre adoptivo se suicidó cuando ella tenía 17 años. Sumen a todo ello el estrabismo que la actriz sufrió cuando era una niña y su personalidad adictiva.

En 1985, cuando por fin había conseguido un papel importante en St. Elmo, punto de encuentro, ingresó en un centro de desintoxicación. "Moore tuvo que entrar de forma inmediata en un programa de rehabilitación y llegó al rodaje dos semanas más tarde limpia y sobria», contó el director. Ella en alguna ocasión se ha referido a esa etapa como «una espiral de autodestrucción".

En 2012, poco después de la ruptura con su tercer marido, Ashton Kutcher, volvió a ser ingresada. Según su representante, se trató de agotamientos, aunque algunos medios mencionaron el "abuso de sustancias" y otros, la "alarmante delgadez". Antes estuvo con Bruce Willis, de quien habla maravillas, y con el músico Freddy Moore, con el que se casó a los 17 años y de quien tomó su apellido.

Una portada de 'Vanity Fair', en 1991, terminó de consagrarla. Aparecía embarazada de siete meses de su segunda hija, Scout, y completamente desnuda. La polémica fue impresionante, tanto que la imagen se convirtió en un icono, y desde entonces, celebrities de toda condición no han parado de imitar la pose.

En esa época llegó a ser la actriz mejor pagada: 12,5 millones de dólares por película, y todos la conocían como Gimme Moore —algo así como Dame más— por sus exigencias de diva.

Otra tragedia sacudió su vida en 2015. Edenilson Valle, de solo 21 años, apareció ahogado en la piscina de su casa. Según se publicó, el joven había acudido a una fiesta que organizó el cuidador de la mansión aprovechando que la actriz y sus tres hijas estaban de viaje. Aún así, los padres del muerto demandaron a Demi y el asunto se solucionó con un acuerdo extrajudicial.

Y si todo esto fuera poco, encima se le caen los dientes. Primero publicó sus fotos mellada en una red social y en junio de 2017 explicó las causas: "Me encantaría decir que fue montando en monopatín o haciendo algo muy cool". La verdad, sin embargo, era mucho más prosaica: parece que fue por culpa del estrés. "Gracias a Dios tenemos la odontología moderna. Sin ella, no hubiera vuelto a sonreír en la alfombra roja", bromeó entonces.

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