Tras 12 días de búsqueda por la sierra de Madrid, el pasado miércoles aparecía el cadáver de Blanca Fernández Ochoa. Las esperanzas de su familia, que se agarraban al deseo de encontrarla con vida a pesar del tiempo que había transcurrido, se esfumaban de un plumazo.
Este martes, en la revista 'Semana', sus hijos le dedican dos emotivas cartas de despedida. Rotos de dolor ante la pérdida de la figura de su madre, cuya última publicación en Instagram fue una foto con ellos asegurando que eran sus verdaderas "medallas", se atreven a dejar al descubierto sus sentimientos.
Ambos prometen que, ahora que no están, van a luchar para que siga estando igual de orgullos de ellos de lo que siempre demostró en vida. Y tanto David como Olivia finalizan sus cartas recordando una frase que siempre les decía la esquiadora: "Os quiero hasta el infinito y mucho más allá".
David escribe en un tono más relajado, poniendo en relieve todo lo bueno que Blanca les deja de legado, sobre todo, la eterna sonrisa que ellos han heredado. Olivia, que expresa con mayor claridad su dolor, no puede evitar calificar de "puta mierda" toda la situación a la que están teniendo que hacer frente.
Olivia y David, ambos con un futuro prometedor en el mundo del rugby, tienen ahora por delante la tarea de superarse, como siempre hizo Fernández Ochoa, y triunfar como deportistas de élite. Los genes, los llevan de serie.