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La foto con la que Ana de Armas y Ben Affleck demuestran que no hay mascarilla que frene el romanticismo

Ana de Armas y Ben Affleck demuestran que es posible mantener viva la llama del romanticismo aunque las mascarillas frenen los impulsos de besarnos. Hay miradas con las que se podría escribir un libro entero. Las suyas, son de esas.

Ana de Armas y Ben Affleck nos demuestra cómo expresar nuestro amor con mascarilla en tiempos del coronavirus. Pincha sobre la foto para ver las parejas de famosos que comenzaron a salir en 2019./gtres.

Ana de Armas y Ben Affleck nos demuestra cómo expresar nuestro amor con mascarilla en tiempos del coronavirus. Pincha sobre la foto para ver las parejas de famosos que comenzaron a salir en 2019. / gtres.

Mujerhoy .
Mujerhoy .

Si hay una pareja que sea capaz de demostrar el acaramelamiento propio de los compases iniciales de una relación, esa es la formada por Ana de Armas y Ben Affleck. No se han escondido en ningún momento, pero desde que comenzara a relacionárseles sentimentalmente, a principios de marzo, han decidido ir haciendo públicos cada vez más gestos. Lo que se llama dar normalidad, algo tan en añoranza y desuso en estos tiempos.

Primero fueron esas fotos en Instagram en La Habana que levantaron las sospechas. Luego, los paseos juntos a los perros por Los Ángeles. Después, esas mismas caminatas con besos incluidos. Ahora, han dado paso a demostrar que no hay mascarilla que frene su romanticismo, aunque los fotógrafos lamenten que ya no haya imágenes juntando sus bocas.

Ben y Ana han sido 'cazados' mirándose de una manera tan tierna, que no hace falta decir nada más. Ellos siguen con sus paseos para aliviar la presión de las medidas de confinamiento. Y afianzando su relación en ciernes pasando una situación extrema como esta juntos. Esas fotos mirándose a los ojos, son la descripción más evidente de cómo se miran dos personas que acaban de declararse su amor.

Ana de Armas y Ben Affleck durante uno de sus ya tradicionales paseos para sacar a los perros. / gtres.

Esas miradas clavadas el uno en la de la otra, y viceversa, son el mejor ejemplo de cómo vamos a tener que manifestarnos a partir de ahora. Para que comencemos a coger buenos hábitos en la desescalada y entendamos que la distancia social puede suplirse con muchos otros recursos de nuestro lenguaje gestual.