Así es el palacete maldito que Cuqui Fierro no logra vender: cinco plantas en el barrio más exclusivo de Madrid

Cuqui Fierro es uno de esos nombres que inmediatamente nos traslada a la época de grandes cenas, fiestas y eventos solidarios en los que se daban cita otras personalidades como Lita Trujillo, Isabel Preysler, Pilar de Borbón y hasta el mismísimo Franco.

A sus 92 años recién cumplidos, esta mítica socialitè millonaria no encuentra comprador para su palacete de la madrileña plaza del Marqués de Salamanca, de casi 2.000 metros cuadrados y con cinco plantas. Si hace unos años ya se subastó por lotes parte de su valioso interior, lo cierto es que la mansión sigue estando en manos de la familia Fierro .

Y a las dificultades de su venta –se comenta que podrían pedir casi 50 millones de euros por él–, ahora se le suma un gran competidor: el palacete de la calle serrano que fue propiedad de su hermano Ignacio y de su cuñada Yolanda Eleta ,también en el mercado inmobiliario.

Cuqui es hija de Ildefonso Fierro, de origen leonés y uno de los empresarios más destacados de la época de Franco que hizo también fortuna en media Latinoamérica. Florentina Fierro Viña (su nombre real) nació en Madrid en 1932. En 1957 se casó con el empresario José Antonio Torróntegui Anduiza con quien tuvo cuatro hijos: Lora, Marta, Gracita y José Manuel, este ultimo fallecido en 2012 por un cáncer.

Educada como las niñas de la alta sociedad de entonces, Cuqui se ha pasado media vida dedicada a las obras de caridad –junto a la infanta Pilar, fue una de las impulsoras del Rastrillo Nuevo Futuro – y a ser la mejor anfitriona de Madrid. De hecho, la frase «como en casa de Cuqui, en ningún sitio» se convirtió casi en un mantra durante décadas.

En 2017, y dada ya su avanzada edad, la millonaria decidió abandonar su palacete de la madrileña plaza del Marqués de Salamanca, en plena confluencia de las calles de Ortega y Gasset y Príncipe de Vergara. Se mudó a un piso de 400 metros cuadrados, por la misma zona –el exclusivo barrio de Salamanca–, para así no tener que subir y bajar las plantas de su fabulosa mansión y poder vivir de una forma más cómoda.

Fue entonces cuando se puso a la venta su famoso palacete de cinco plantas y 1.900 metros cuadrados,. Como adelanta el portal 'Vanitatis', estarían pidiendo unos 50 millones de euros por él. Es propiedad de su hija María Gracia Gracita Torrontegui, su nuera Begoña Cué, viuda de su hijo José Manuel y de sus nietos José Leandro y Begoña.

El año en que se puso a la venta el palacete de Marqués de Salamanca, Cuqui Fierro también sacó a subasta, como ahora han hecho sus sobrinos con la mansión de su hermano Ignacio, el interior de esta enorme residencia. La venta tuvo lugar en la casa de subastas parisina Drouot, más de 500 piezas organizadas en 605 y con un precio de salida de algo más de un millón de euros.

Eso sí, como su círculo familiar ya se encargó de aclarar, Cuqui se había guardado para ella todas sus míticas joyas, exclusivas piezas de inmenso valor que le encantaba lucir en sus fiestas, además de otros objetos que quiso conservar e aquellos momentos.

Hace unos días conocimos que los hijos de Ignacio Fierro, hermano de Cuqui y fallecido en 2002, y su esposa Yolanda Eleta, una socialitè de origen panameño fallecida en 2020, iban a subastar gran parte del interior del palacete familiar, ubicado en en el número 128 de la calle Serrano de Madrid. Será la cade de subastas Sotheby's la encargada, desde parís y en director, de llevar a cabo esta subasta que, seguro, está ya poniendo nervioso a más de un coleccionista en el mundo.

Desde joyas de la influyente dama con piezas de firmas como Cartier, Harry Winston, Van Cleef o Bulgari, al lote más valioso formado por un collar de esmeraldas y diamantes cuyo precio está valorado entre 480.000 y 700.000 euros, la subasta ya ha generado una gran expectación entre los buscadores de las piezas más valiosas del mundo del arte y el lujo.

Y es que el interior de este palacete «escondido» guardaba un inmenso tesoro de todo tipo de valiosos objetos de los que ahora quieren desprenderse. Y es que, como alguna vez ha confesado la propia Cuqui Fierro, es imposible trasladar tantas reliquias, obras de arte y muebles valiosísimos a un piso o chalet, por enorme que sea. Estas joyas tenían sentido en este tipo de palacetes y mansiones que tanta vida tuvieron hace décadas.

Ahora, Cuqui Fierro, a sus 92 años una de las últimas grandes damas de la alta sociedad española, si no la última, se encuentra con un impedimento más para vender su palacete madrileño: la salida al mercado de la enorme propiedad que fue de su hermano y su cuñada y que ahora sus herederos también quieren rentabilizar con una buena venta. Y es que, aunque estas mansiones cumplieron su papel hace ya algunos años como punto de encuentro y celebración de las mejores fiestas de Madrid, ya son incompatibles con la vida moderna.