Sonrisas y lágrimas
Sonrisas y lágrimas
Apenas un par de meses después de la extraña salida de John Galliano de Maison Margiela, ahora es otro icono de la moda como Donatella Versace la que abandona, a sus 69 años, la dirección creativa de la marca fundada por su hermano Gianni por un supuesto desencuentro con Capri Holdings, propietario del gigante de la moda desde 2018. Su sustituto será Dario Vitale.
La fashionista italiana ha dejado el cargo que ocupaba desde el asesinato de Gianni Versace en 1997 y a partir de ahora asumirá el papel menor de embajadora jefe de la marca, dedicándose a apoyar las iniciativas filantrópicas y benéficas de Versace. La propia Donatella ha dicho sobre su salida que «defender a la próxima generación de diseñadores siempre ha sido importante para mí. Ha sido el mayor honor de mi vida continuar el legado de mi hermano Gianni. Él era el verdadero genio, pero espero tener algo de su espíritu y tenacidad».
Con su pelo rubio platino desde los doce años y su predilección por el cuero negro, la italiana logró convertirse en una de las figuras más reconocibles de la industria, tras pasar gran parte de sus primeros años como musa de su hermano mayor, que fundó la firma en 1978. Pero su asesinato en Miami en 1997, a manos de un asesino en serie, la catapultó al timón del imperio de la moda familiar, que era el favorito de celebridades como Elizabeth Hurley o la princesa Diana.
Gianni Versace, el extravagante y visionario diseñador de moda italiano, fue asesinado a tiros en la escalinata de su magnífica mansión de Miami en un acto de violencia aparentemente sin sentido. Tenía solo 50 años. Su asesino fue el sociópata de 27 años Andrew Cunanan, que antes había matado a tiros a otros cuatro hombres. En 2018, el estreno de la serie American Crime Story: El asesinato de Gianni Versace, donde Penélope Cruz interpretó a Donatella –después de pedirle permiso– supuso una amarga guerra entre sus creadores y la familia del fallecido.
A sus 42 años, la italiana se enfrentó tras aquella dolorosa pérdida al doble reto de desmentir a quienes creían que la marca fracasaría sin Gianni y de encontrar su propia voz. «Durante mucho tiempo sentí que tenía este trabajo por una tragedia, no porque me lo mereciera», declaró en una entrevista en 2008. «Quería triunfar por Gianni, porque se preocupaba mucho por la empresa y sabía que él habría querido que siguiera adelante. Pero tenía miedo y no tenía confianza».
Donatalla Versace en una imagen de 2006. /
,Donatella Versace se sumiría en una depresión de la que se hicieron eco las revistas del corazón de la época y que se reflejó en la empresa, cuando las ventas empezaron a descender. Aquel momento coincidió con 18 largos años de adicción a la cocaína, que ella misma confesó: «Me avergonzaba frente a mis hijos y el odio hacia mí misma se volvió más y más intenso». Finalmente, ingresaría en rehabilitación en 2004, en una clínica de Arizona, animada por su gran amigo Elton John.
Ese mismo año contrató al ex director de Fendi, Giancarlo di Risio, como consejero delegado. Mientras este se esforzaba por reducir costes, revitalizar las ventas y recuperar los beneficios, Versace empezó a ofrecer looks más sofisticados, en contraste con lo que algunos críticos habían tachado de vulgares propuestas anteriores. Aunque entre ellas había estado el histórico vestido de verde de Jennifer Lopez que por sí solo creó el servicio de Google Imágenes.
Donatella Versace nació el 2 de mayo de 1955 en Reggio Calabria, la punta de la bota italiana, como hermana menor de Gianni y Santo. Otra hermana, Tina, murió siendo niña. Su madre era una costurera que inspiró a Gianni, mientras que la joven Donatella actuaba como su modelo. «Nunca fui una niña pequeña», dijo la modista a la revista W en 2017. «Mi hermano Gianni me vestía y yo salía con una chaqueta de cuero, una minifalda de charol y botas altas».
Tras estudiar idiomas en la Universidad de Florencia, se unió a Gianni en Milán para ayudar con las relaciones públicas de la joven marca. Su punto fuerte era detectar talentos y entablar relaciones con la creciente lista de celebridades y estrellas de la moda al iniciarse la era de las supermodelos: Linda Evangelista, Naomi Campbell, Cindy Crawford o Claudia Schiffer. En 1983 se casó con el modelo Paul Beck, con quien tuvo dos hijos, Allegra y Daniel. Se divorciaron en 2003. Poco después contrajo matrimonio con el empresario Manuel Dallori, pero su relación duró solo un año.
Tras la muerte de Gianni, Donatella heredó el 20% de la marca, el 30% fue para Santo y el 50% para Allegra. Con las ventas afectadas por la crisis financiera de 2008, Di Risio fue sustituido por el nuevo consejero delegado Gian Giacomo Ferraris, que emprendió una reestructuración que recortó una cuarta parte de la plantilla, pero restableció la rentabilidad en 2011.
En 2014, el grupo de capital riesgo Blackstone adquirió el 20% de la marca, y cuatro años más tarde, Michael Kors Holding –que más tarde pasó a llamarse Capri Holding– compró la empresa por 1.830 millones de euros, con ella quedándose al frente de la dirección creativa. Ahora, se abre un nuevo capítulo.