ricas y anónimas
ricas y anónimas
Los nombres de las hermanas Fernández-Longoria han salido en raras ocasiones en los medios de comunicación, nada que ver con otroas figuras de la alta sociedad espñola como Carmen Martínez Bordiú o Isabel Preysler, cuyas vidas ha estado en el pasado rodeada de titulares en la prensa rosa.
A pesar de tanta discrección, las tres hermanas, Genoveva, Cristina y María Fernández-Longoria han estado unidas a algunos de los hombres más poderosos de la vida política y económica españolas de los últimos 30 años.
Durante buena parte de los años 80 y 90 ellas fueron el centro de la vida social en los ochenta y los noventa. Genoveva, a la que sus íntimos llaman Veva, Cristina y María Fernández-Longoria Brujó son hijas del diplomático Carlos Fernández-Longoria y Pavía, que fue embajador de España en Egipto entre 1985 y 1990.
La mayor, Veva, es quizá la más conocida de las tres. Estuvo casada con el empresario José Luis Alcocer, hermano del financiero Alberto Alcocer, íntimo amigo del rey emérito, y primo de Alberto Cortina. Parece que la pareja se conoció cuando ella trabajaba como secretaria en el despacho madrileño del empresario Enrique Sarasola (padre del hotelero Kike Sarasola y del jinete Gigi Sarasola).
Se casaron en 1990. Para Alcocer fue la segunda boda. Se celebró en el lujoso Hotel Crillon de París. Veva enviudó una década después. Parece que había mantenido antes de casarse un romance con otro hombre muy poderoso muy poderoso: el vicepresidente del gobierno socialista Alfonso Guerra.
Con el tiempo, se le adjudicó una relación con Jaime de Marichalar, pero fue desmentido por ambos. Solo eran buenos amigos, unidos por su afición por la moda. Veva es asidua a los grandes desfiles de alata costura.
Veva también es conocida por sus dotes de buena anfitriona. Son famosas las fiestas de su cumpleaños, en las que se mezcla la alta sociedad y la farándula . Son asiduas a sus celebraciones Agatha Ruiz de la Prada, Mar Flores o Carmen Lomana. Su pareja desde hace años es el barón Carlos Perreau de Pinnick, exmarido de la hija del empresario José María Ruiz-Mateos, Begoña.
La hermana mediana, Cristina Fernández-Longoria, se casó con el empresario Adrián de la Joya, relacionado, en los años ochenta, con Mario Conde, presidente de Banesto, y con Juan de Vilallonga, presidente de Telefónica, en los noventa. De la Joya fue muy conocido en los círculos de la jet madrileña y marbellí en esos años por las amistades que frecuentaba, entre otras cosas, gracias a su matrimonio.
Pero en la década de los 2010, su nombre empezó a aparecer en los sumarios de controvertidos casos de corrupción. Estaba considerado como el intermediario más solicitado de la jet-set. Tras separarse de Cristina hoy tiene su residencia en Suiza.
La hermana pequeña, María, es, quizá, la que se casó con el hombre más poderoso, el comerciante libanés de armas Abdul Rahman El Assir, de 70 años, afincado en Abu Dabi, donde también vive el rey emérito con el que ha coincidido en varias ocasiones. Ambos han sido amigos en los últimos treinta años, una amistad que ha levantado suspicacias en España.
El Assir estuvo casado con Samira Khashoggi, hermana del empresario saudita del armamento Adnan Kashoggi, muy conocido en España en los ochenta y asiduo a las fiestas de Marbella. Samira había estado casada previamente con Mohammed Al-Fayed, padre del amante de Lady Di, junto al que murió en París, en 1998.
El Assir –hijo del escritor Salah Eldin el Assir y de la cantante folk Siham Riki, y licenciado en económicas– y María se conocieron, en los años ochenta, cuando ella trabajaba en una de las empresas españolas de Kashoggi y él se había convertido en su mano derecha. El Assir era también muy amigo del rey Hassan II de Marruecos. El empresario libanés se separó de Samira y él y María se casaron en 1985.
Su matrimonio le facilitó el acceso a la alta sociedad española e internacional. Asistía a cacerías junto al Rey Juan Carlos en las fincas más importantes, y compró casas en Puerta de Hierro, Sotogrande, Marbella, Mustique y Gstaad.
El matrimonio se separó en junio de 2014, tras 28 años de unión y tres hijos: Alia María, Khali (que se casó el año pasado) y Adil. La familia vivió unos años en Nueva York y luego se trasladó a Gstaad (Suiza). La separación de María y El Assir no fue fácil. Ella hizo lo posible por sobreponerse y se refugio en su hermana Veva. Estuvo saliendo durante un tiempo con Federico Ruiz, teniente coronel de artillería de la Casa Real.
Los hijos de María y El Assir hijos se mueven entre la jet set internacional y han salido un par de veces en la prensa española. La mayor, Alia, protagonizó una lujosa boda, en julio de 2016, con el abogado Hugo Linares, en Gstaad, ante más de 400 invitados, la mayoría procedentes de España (entre ellos Ana Boyer o Ana Aznar y su marido, Alejandro Agag, a cuya boda estuvo El Assir invitado), que llegaron en un avión fletado por su padre y que disfrutaron de tres días de fiesta.
Se alojaron en el lujoso Gstaad Palace. La novia lució un diseño de Lorenzo Caprile. La pareja tuvo su primer hijo un año y medio después.
La segunda hija del matrimonio, Khali, afincada hace unos años en Nueva York, donde estudio periodismo, es quizá la más conocida. Íntima de Tamara Falcó y del estilista Josie, fue la protagonista de la boda más secreta y codiciada de 2022: se casó en Abu Dabi con Juan José Franco Suelves, hijo del primer matrimonio de Francis Franco con María Suelves y bisnieto de Francisco Franco. El rey Juan Carlos y Tamara Falcó fueron testigos de la ceremonia.
Khali está especilizada en el sector del lujo. Se hizo cargo, por ejemplo, de la venta de la parte residencial del complejo madrileño Canalejas, donde está ubicado el hotel Four Seasons, en Madrid.
El menor, Adil, es conocido porque estuvo una temporada saliendo con Mencía, la hija de Isabel Sartorius y Javier Soto. Los tres hermanos vivieron en la urbanización Puerta de Hierro, de Madrid hasta 2018 y estudiaron en el Colegio Americano de Madrid.