Quién es Inés de Cominges: aristócrata, invitada en una fiesta VIP en La India y su relación con los Middleton

Inés de Cominges es muy conocida entre las seguidoras de las it girls más elegantes de Instagram, pero no tanto para el gran público. En su perfil de la red social acumula más de 226 mil followers, admiradoras todas de su estilo colorista, amable y elegante.

Reside desde hace doce años en París, y está casada con François du Chastel de la Howarderie, también aristócrata de padre belga y madre vietnamita, y fundador de la firma de mocasines Chatelles, los preferidos de Pippa Middleton , hermana de la princesa de Gales. El matrimonio tiene dos hijos: Gaston, de casi tres años, y Casimir, de uno.

Este lunes, 25 de marzo, Inés de Cominges acudió en el palacio de Jaipur, en al región india de Rajastán, a la importante fiesta Holy organizada por Kumar Padmanabh Singh, el joven marajá de la ciudad, conocido como Pacho y amigo íntimo de la influencer. Una fiesta por todo lo alto en la que se celebra la llegada de la primavera y donde De Cominges estuvo acompañada por su íntima amiga la ilustradora y también aristócrata Tatiana de Nicolay.

La influencer española, nacida en Madrid en 1999, es hija de Rafael de Cominges y Marián Varela, ambos dedicados a la gestión de inmuebles de lujo. Ha vuelto a Jaipur, una ciudad con un importantísimo significado para ella. Allí conoció al aristócrata belga François du Chastel de la Howarderie, su actual marido, durante el cumpleaños de un amigo en común. Y allí mismo el empresario le pidió matrimonio.

Además, en Jaipur se casaron en 2019, en una celebración por todo lo alto que duró tres días, y que tuvo lugar después del enlace civil celebrado en Villaviciosa, Asturias, donde la madre de la novia tiene una gran propiedad. Tan solo fueron 30 los invitados en aquella ocasión, y la novia, bellísima, vestía un diseño de Diego Estrada y «taconazos» verdes de Manolo Blahnik .

Días después del enlace civil, los novios se trasladaron con sus centenares de invitados a la India, acudiendo al ofrecimiento de Kumar Padmanabh Singh, el joven marajá de Jaipur al que se conoce popularmente como Pacho. Las celebraciones duraron tres días, y comenzaron con un coctel de bienvenida en el glamouroso Bar Palladio, un restaurante italiano en el hotel Narain Niwas Palace Hotel y donde los novios –ella iba vestida de Chloé –, ofrecieron a sus invitados el único menú occidental de aquellos días de celebración.

El la siguiente jornada se celebró la boda religiosa en la iglesia católica de Saint Xavier. La novia vestía de Navascués y lucía una fabulosa tiara, y el banquete tuvo lugar en el antiguo Rambahg Palace, con un almuerzo propio ya de la gastronomía india. Por la noche, los padres de los novios ofrecieron una fiesta en el City Palace, residencia del actual maharajá, íntimo amigo del nuevo matrimonio que llegó en un carruaje tirado por dos caballos blancos. Ella lucía un vestido de Diego Estrada, el mismo diseñador del look que llevó en su enlace civil.

La aristócrata e influencer, que procede desciende de una antigua familia noble francesa y ha recibido la típica educación de la alta sociedad –internados en Suiza y en Inglaterra–, siempre ha trabajado en temas de moda. Tras formarse en la sede londinense del prestigioso Istituto Marangoni, trabajó para la revista Vogue desde París, para la talent agency de Giovanni Testino (hermano del célebre fotógrafo) y como jefa de marketing y comunicación de la firma Max et Moi.

Y es íntima amiga de otras dos it girls de éxito: la española María de la Orden , propietaria de la firma de moda homónima, y de Tatiana de Nicolay, la ilustradora y aristócrata nacida en París y criada en Polonia. Con ésta última ha estado en al reciente fiesta Holy, que en India significa la llegada de la primavera y que es también un canto a la diversidad. Una celebración por todo lo alto que incluyó una cena especial en el palacio de Jaipur, residencia de su amigo el marajá Pacho.

Allí, De Cominges lució un espectacular vestido rojo de la colección de Alta Costura de la firma belga Natan, la preferida de royals como Máxima de Holanda o Matilde de Bélgica , y un fabuloso collar de esmeraldas. Un look de impresión que, si bien estaba en la línea siempre colorista de la aristócrata, resultó muy especial por su precioso y sobredimensionado volumen y sus múltiples capas de delicado tul.