La larga historia de amor de Maribel Verdú, presentadora de los Premios Goya 2025: flechazo, canguros y bodas de plata

Pocos matrimonios en el mundo del espectáculo, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, pueden presumir de un matrimonio tan largo y libre de escándalos como el de Maribel Verdú y Pedro Larrañaga. La actriz y el productor teatral celebraban el año pasado junto a sus mejores amigos sus bodas de plata, demostrando que su relación sigue atravesando un momento dulce, basándose en el amor, el respeto y la complicidad.

La intérprete madrileña está de actualidad estos días porque, junto a Leonor Watling , será la encargada de conducir la 39º edición de los Premios Goya que se celebran el 8 de febrero en Granada. Esta gala será histórica, ya que por primera vez en la historia de los galardones, habrá dos actrices como presentadoras y otras dos mujeres como guionistas, Laura Márquez y Paloma Rando. Un hecho que las protagonistas califican de «un sueño cumplido».

Maribel Verdú , que volverá a presentar los Goya veinte años después de hacer lo propio junto a Antonio Resines y Monserrat Caballé, acumula ya nada menos que once nominaciones en los principales premios de nuestro cine. Hasta la fecha, se ha llevado dos 'cabezones' a casa, por 'Siete mesas de billar francés' y 'Blancanieves'. Protagonista de más de 80 películas, series de televisión y obras de teatro, también ha ganado el Premio Nacional de Cine y la Medalla de Oro de la Academia.

Por su parte, Pedro Larrañaga es ilustre miembro de una de las principales sagas artísticas de nuestro país. Él es uno de los cuatro hijos de los populares intérpretes Carlos Larrañaga y María Luisa. Todos ellos han acabado relacionados con las artes escénicas. Los más conocidos son Amparo Larrañaga y Luis Merlo, aunque Kako Larrañaga también ha aparecido en series como 'Los hombres de Paco'. Él ha preferido orientar su carrera detrás de las cámaras y es productor teatral, además de guionista.

Después de que se la relacionara con nombres conocidos como Cayetano Martínez de Irujo o Emilio Sánchez Vicario, el amor verdadero llamó a la puerta de Maribel Verdú mientras estaba rodando la serie 'Canguros', donde compartía reparto con Luis Merlo, a la postre su futuro cuñado. «Leyendo un guion que había escrito Pedro, donde había muchos personajes, me enamoré de la pelirroja. Le dije que quería hacerlo. Me contrataron, lo hice y ahí me enamoré», confesaba la actriz en el programa de Jesús Calleja.

El inicio de aquel romance hizo que su mundo girase 180 grados. «Cuando lo conocí, hacía cinco películas al año, porque lo que quería era salir de mi casa. Pero desde que estamos juntos, lo que me gusta es disfrutar de la vida con él. Escojo cosas en las que creo de verdad«, le contaba también al aventurero leonés, antes de revelarle el sólido pacto que acordaron en su día y siguen sin romper: no pasar nunca más de quince días sin verse.

El pacto que sí rompió Maribel fue el que hizo consigo misma. «Yo desde que era muy pequeña he tenido claro que no quería llevar una vida convencional. Que no quería casarme, ni tener hijos, ni ir el fin de semana a los centros comerciales, de hacer la vida que quizá he tenido a mi alrededor«, dijo en una ocasión a 'El Economista'.

La pareja se casaba tan solo un año después de comenzar a salir, en 1999. Maribel y Pedro oficializaron su amor en una ceremonia civil celebrada en un chalet de La Moraleja ante 125 invitados. Según relataba la revista '¡Hola!' la crónica de aquel día, «ella llevaba con un sencillo vestido blanco y el pelo recogido, y él, un traje de chaqueta azul marino».

El pasado mes de septiembre, Bel, como la llaman sus seres queridos, y Pedro, volvían a estar de celebración. En este caso para conmemorar sus bodas de plata rodeados de amigos en un conocido hotel de Marbella. «Nos habéis hecho pasar un finde de ensueño. Gracias por venir a los que pudisteis y a los que nos celebrasteis en la distancia», eran las palabras de la actriz al compartir las fotos de aquel momento en sus redes sociales.

Es precisamente en su muro de Instagram donde la madrileña comparte a menudo imágenes de su feliz vida conyugal, donde no figuran hijos debido a que, como ha confesado en varias ocasiones, nunca ha sentido la llamada de la maternidad. En cambio, sí ejerce de abuela, ya que Pedro sí tuvo un hijo fruto un breve matrimonio con Silvia Leblanc, la hija de Tony Leblanc. Este a su vez fue padre hace dos años, convirtiéndoles en abuelos.

¿Y cuál es la clave para una relación tan larga como la suya? «El secreto de lo nuestro es muy claro: querernos, respetarnos, admirarnos, que no exista rivalidad entre nosotros, reírnos a todas horas... y algo muy importante, el sexo, porque si no nos entendiéramos en la cama, nos convertiríamos en amigos«, era la franca respuesta de la actriz durante una entrevista con 'Diez Minutos'.