viviendas millonarias
viviendas millonarias
El actor Michael Douglas cumplirá 80 años el próximo 25 de septiembre. Su carrera en la industria cinematográfica, como actor y como productor, abarca cinco décadas y le reportó dos Oscar. La estrella de Hollywood, hijo de uno de los legendarios actores del siglo XX, Kirk Douglas, celebrará sin duda su cumpleaños con su familia, entre ellos su esposa, Catherine Zeta-Jones, de 54 años, y sus hijos Dylan y Carys, y Cameron, hijo de su primer matrimonio con Diandra Luker, y sus nietos.
Sin embargo, ante una celebración tan especial, Douglas decidió compartir un adelanto de su fiesta de cumpleaños en Mallorca, con los vecinos de Valldemossa, que homenajean, cada verano, a los ancianos que llegan a los 80. En sus redes sociales, el actor invitaba a bailar a todos los presentes. «¡Una celebración en el pueblo para la gente que cumple 80!», escribió Douglas en Instagram.
Douglas es un enamorado de Mallorca y pasa sus vacaciones en la isla todos los años, junto a su mujer, Catherine Z. Jones y sus dos hijos, Dylan y Carys. Su pasión por la isla se la contagió su exmujer, Diandra Luker, hija de un diplomático suizo-americano, que descubrió Mallorca en unas vacaciones. Diandra pasó allí todos sus veranos desde muy niña. Estudió incluso en la escuela pública en Mallorca. Aprendió mallorquín y español, y sigue conservando a sus amigos españoles.
Fue en 1990, cuando el entonces matrimonio compró S'Estaca, una de las propiedades más fascinantes de la isla, con una de las fincas más grandes, por tres millones y medio de euros de la época. Para Michael fue una manera de mostrar su amor hacia su esposa.
S'Estaca, ubicada en la costa norte, entre los términos municipales de Valldemossa y Deiá, alberga un palacete decimonónico, construido por el archiduque Luis Salvador de Austria en 1867 y frecuentado por la emperatriz Isabel de Austria, Sissi. Hoy además de la casa principal, que alberga 10 habitaciones, comprende 77 hectáreas de terreno y mil metros cuadrados de superficie habitable.
Cuando los Douglas la compraron, la casa estaba en un estado ruinoso, comida por las hierbas, sin electricidad, con los tejados derrumbados y los campos sin podar desde hacía décadas, y los nuevos propietarios pusieron en marcha una reforma que costó casi 10 millones de euros y duró dos años y medio.
Conservaron su atmósfera mediterránea romántica y refinada, y dotaron a la casa de todas las comodidades y de un cierto estilo californiano. Construyeron una gran bodega, que fabrica su propio vino, un frondoso jardín mediterráneo, almendrales, olivares, un huerto ecológico, una piscina de mármol, un gimnasio, una sala multimedia y hasta un cuarto de baño con bañera de mármol y chimenea propia.
Hoy consta de ocho edificaciones más, siete de ellas casas para invitados y tiene acceso directo al mar. Los interiores están todos acabados en madera y piedra y fabricados con materiales originarios de Mallorca y decorados con obras de arte medievales españolas.
Pero lo más impresionante y lo verdaderamente lujoso de S'Estaca son sus vistas del mar y de la sierra de Tramuntana. «Me impresionaba la fuerza y el encanto de este lugar, de esta casa totalmente aislada y rodeada de tantas hectáreas de milenarios olivos», ha explicado en varias ocasiones el actor. «Cuando vi Villa S'Estaca por primera, caí bajo su hechizo. Muchos de mis amigos se han alojado aquí y hemos disfrutado de momentos maravillosos juntos».
Sin embargo, en 1995, Douglas y Luker decidieron poner fin a su matrimonio, aunque el divorcio llegó en el año 2000. La ruptura fue amistosa y la pareja acordó compartir S'Estaca en diferentes momentos del año, seis meses cada uno. Michael la puso en venta en 2014, por 55 millones de euros, pero no encontró comprador. Entonces decidió, en 2020, comprar su parte a su exesposa por 15 millones de euros.
El archiduque Luis Salvador de Austria llegó, por primera vez a Mallorca, con 20 años. Apasionado de la botánica y de la naturaleza y viajero empedernido, compró la propiedad y la renovó en la década de 1860, añadiendo escaleras talladas en la roca hasta el acantilado al que se asoma el palacete.
El archiduque formó la propiedad comprando terrenos a lo largo de 30 años, hasta que la finca ocupó 16 kilómetros de costa, entre Valldemossa y Deià. Luis Salvador se hizo popular entre los lugareños por sus recorridos en yate. Escribió multitud de libros sobre la zona, entre ellos una obra de nueve volúmenes sobre las islas Baleares, que tardó veinte años en completar.