Norma Duval y José Frade, la historia de la vedette y el productor que se convirtió en el escándalo televisivo de los 2000 y terminó en divorcio en tan solo 4 años

La vedette y actriz Norma Duval y el productor de cine y dueño de un canal televisivo José Frade estuvieron casados apenas cuatro años, entre 2004 y 2008, pero sobre su unión se escribió mucho y se habló demasiado al más puro estilo de otras divas divinas como Isabel Preysler . A pesar de que su unión quedó oficializada en una boda ultra íntima y secreta en el ayuntamiento de Molina de Aragón (Guadalajara), a la que los novios llegaron por separado y que contó con tan solo tres testigos, el show en torno a la pareja estaba montado desde el primer día y acabó en los juzgados en más de una ocasión. Y es que la historia de amor de Norma Duval y José Frade parecía demasiado jugosa para el chismorreo y las cadenas de televisión amantes de los programas del corazón como para renunciar a ella.

Desde el comienzo, la relación fue un auténtico bombazo para la prensa y la televisión sin frenos de los 2000. En el verano de 2001 Norma Duval anunciaba en exclusiva para el ¡Hola! que se separaba de su marido, Marc Ostarcevic, con un impactante titular: «la responsabilidad de esta decisión es sólo mía». Con estas declaraciones se disolvían de un plumazo y con un posado favorecedor 18 años de matrimonio.

En una biografía posterior Norma Duval dejaba traslucir que tras su decisión se encontraba el desgaste de la relación y ciertas tiranteces entre su entonces marido y la familia de la vedette. Pero la prensa del momento se dedicó a sumar dos más dos y que en el mismo verano coincidieran la demanda de divorcio de Norma Duval y la de José Frade les convirtió sin pretenderlo en la pareja sin confirmar del año.

Adriana Rothlander, la mujer destinada a convertirse en la ex de José Frade tras un matrimonio de más de 30 años y cuatro hijos en común (y protagonista de un divorcio multimillonario) se unió al circo mediático en 2005 para confirmar los rumores y darle la razón al mundo del corazón. Afirmó que Norma Duval llamaba a todas horas a su marido, que contrató a un detective privado y que le confirmó que la actriz era la amante de Frade. Sus declaraciones le valieron una demanda de su ex, que ganó él, y otra del ex de Norma Duval.

Pero mucho antes de la irrupción pública de Adriana Rothlander la pareja Frade-Duval ya había alimentado por sus propios medios a la prensa rosa. En diciembre la ex vedette hacía pública su relación. Pero cuatro meses más tarde, Norma, otra vez a través del ¡Hola!, explicó que estaba embarazada de dos meses «de un hijo buscado, querido, deseado y concebido con mucho amor por parte de los dos». Lo que era aún más chocante es que a pesar de la declaración anterior en la misma entrevista Norma Duval aseguró que había roto con José Frade porque la actitud del productor ante ese embarazo tan buscado la decepcionó.

A los espacios televisivos les faltó tiempo para dudar de la paternidad del nonato, se habló desde que la edad de la actriz lo imposibilitaba (46 años entonces) hasta que Frade tenía realizada una vasectomía. El ruido mediático fue tal, que el productor acabó enviando un comunicado a los medios reconociendo la paternidad.

Sin tregua entre unas declaraciones y otras, dos semanas después fue Norma Duval quién envió un nuevo comunicado, esta vez para anunciar que había sufrido un aborto. Para que esta vez nadie dudara de su palabra el comunicado iba acompañado de la ecografía y el informe firmado por el ginecólogo de la clínica ginecológica Instituto Cinca.

Tras semejante vodevil mediático llegó la secreta reconciliación de la pareja, la desaparición de los focos, la boda secreta y las múltiples demandas que interpusieron juntos y por separado a todos aquellos que atentaran contra su honor y su intimidad. Pero en 2009 llegó de nuevo la sorpresa: Norma Duval anunció, con otra exclusiva, que tras una fuerte discusión la pareja daba por finiquitado su matrimonio. « Nuestro matrimonio está roto definitivamente. Es irreversible. Hemos presentado los papeles de mutuo acuerdo». Y para acallar los rumores antes de que comenzaran, afirmó que no había terceras personas y que había renunciado a cualquier compensación económica. Por una vez parece que la prensa le hizo caso.