Paloma Cuevas ha tardado dos años en rehacer su vida sentimental y lo ha hecho con uno de sus mejores amigos: confirmado su romance con el cantante mexicano Luis MIguel. /
En verano de 2020, la diseñadora y empresaria Paloma Cuevas (50 años) encajó como nadie el golpe más duro que se le puede dar a cualquiera. Su marido, el padre de sus dos hijas, su compañero de vida en una pareja que se presentaba como pluscuamperfecta, la abandonó de la noche a la mañana por una estudiante de Derecho de 22 años. Enrique Ponce nos robó el verano.
La exhibición en redes posterior al notición fue aún más dramática: fotos y vídeos virales de besos, abrazos y arrumacos entre el aún torero Ponce y su nueva novia, Ana Soria . Han tenido que pasar dos años y medio para que Paloma Cuevas se dignara a dar una respuesta. Se llama Luis Miguel (52).
El volteo de la tortilla del daño en esta apasionante historia de desamor, infidelidad y humillación viral es una obra maestra de la venganza. Tanto, que habría que ponerle mucha mala fe para presentarla como premeditada. Ni en los más escondidos sueños de Paloma Cuevas podría planearse algo así.
Enrique Ponce anunció a bombo y platillo que su romance con Ana Soria era el principio de una nueva vida, alejado del toreo y dedicado a la canción. Pero pasan los meses y el disco de rancheras y boleros no llega. Lo que sí llega es el nuevo amor de Paloma Cuevas: no por casualidad, el mejor cantante de boleros vivo.
Imposible negar la ironía de esta fascinante carambola de amor, otra broma pesada del destino. Si hubo un momento en que Enrique Ponce soñó con apoyarse en Luis Miguel para lanzar su carrera en la música, ya puede descartar padrino. Parece que el cantante mexicano ha preferido patrocinar a su ex mujer, la gran soltera de oro de la alta sociedad española y tan obsesionada con proteger su vida privada como él mismo.
Paloma Cuevas vive ajena al qué dirán en redes y portadas, aunque posa para la revista del saludo. Improbable, sin embargo, que hable de su nuevo amor exclusiva mediante. De hecho, durante meses ha sido imposible contar si el mexicano y la cordobesa se frecuentaban por algo más que la pura amistad o si en tanta cita, viaje y paseo había algo más. El pasado diciembre, hicieron juntos sus compras de Navidad en un conocido centro comercial en el barrio del lujo de Madrid.
Antes de esta lujosa cita hubo más encuentros, por ejemplo, una cena en un conocido restaurante gallego de Madrid. Contaron desde allí que no escondieron su amor con gestos de complicidad y cariño constantes, celebrados con una botella de vino de 500 euros.
Se ha llegado a publicar que Luis Miguel ha establecido su residencia en Madrid porque pretende estar con Paloma todo el tiempo posible. Incluso que el cantante podría comprar 'La Cetrina', la finca que fue domicilio familiar del matrimonio Ponce Cuevas.
De fuentes cercanas a la pareja llegan sin embargo otras noticias. No enfrían el romance, pero lo recolocan en el contexto de una pareja que ya no tiene nada de adolescente. En principio, Paloma Cuevas y Luis Miguel no se plantean vivir juntos, algo que tiene mucho sentido porque la diseñadora y empresaria está volcada en sus hijas y en el cuidado de sus padres, Victoriano Valencia y Paloma Díaz , que ya están en una edad delicada.
Luis Miguel, además, reparte su base de operaciones entre su ático de Miami y su mansión de Acapulco, donde ha vivido en los últimos años. Lo cierto es que tampoco nadie habla seriamente de matrimonio, sino más bien de vivir una complicidad que podría cambiar el signo de su amistad y perdurar en un amor duradero, o no
No olvidemos que Paloma Cuevas y Luis Miguel se conocen desde hace décadas y que fue ella la que presentó a Enrique Ponce, su entonces marido, al cantante mexicano. Obviamente, la amistad entre el divo mexicano y el torero aspirante a cantante fue totalmente circunstancial.
Lo cierto es que el padre de Luis Miguel, Luisito Rey, fue un acérrimo seguidor de la carrera de torero de Victoriano Valencia, padre de Paloma Cuevas, y de ahí surgió la conexión entre ambas familias. Por otro lado, Paloma es católica practicante y es improbable que vuelva a hacer votos matrimoniales.
Por supuesto, la confirmación de esta relación transatlántica ha levantado algunas ampollas entre las ex de Luis Miguel. Seguramente también en el orgullo herido de Enrique Ponce, obligado a llevarlo con mucha más discreción pero inevitablemente dañado al ver que su ex le sustituye por una estrella que ya le superaba en fulgor cuando estaba en activo como torero.
Vídeo. Paloma Cuevas, peinados que rejuvencen
Sí se ha manifestado Mercedes Villador, ex del cantante. Y de una forma bastante amarga. «Señora a usted la dejaron porque ya no la soportaban. A mí me eligieron para estar ahí y estuve al 100 %», dijo Villador a Cuevas a través de un publicación de Instagram.
Villador se sintió atacada por unas declaraciones de la ex de Enrique Ponce en las que aseguraba que los dos años de relación de la rubia modelo con Luis Miguel habían sido «catastróficos». Por ello, esta aconsejaba a Palomas Cuevas «no ser tan amargada«.
Otra ironía del destino: Mercedes Villador y Ana Soria son amigas de Instagram. Se siguen mutuamente y comentan sus respectivas publicaciones. ¿Otra casualidad?