Fue, probablemente, el torero más interesante de su época. Elegante, seductor y culto, Victoriano Valencia (Madrid, 1933) rivalizó con el mismísimo Luis Miguel Dominguín en cuanto a fenómeno fan. En los años 60 ambos se ponían las botas como conquistadores, pero si Dominguín encontró su debilidad en el cine, Victoriano Valencia cayó en los brazos de toda una aristócrata: la princesa Beatriz de Saboya . Es, probablemente, una historia de amor que el padre de Paloma Cuevas ha dejado muy atrás, pero en aquel momento copó todas las portadas de la crónica social. El romance nada secreto entre un torero y una princesa italiana era un sueño hecho realidad para las revistas de la época. Un cuento romántico que, desgraciadamente, terminó en tragedia.
En aquellos primeros años 60, Victoriano Cuevas Roger, apodado Victoriano Valencia por provenir de una dinastía valenciana, arrasaba fuera y dentro de las plazas. Nieto del banderillero José Roger Valencia, peón de confianza de Espartero, y sobrino de los toreros José Roger Valencia I y Victoriano Roger Serrano, estudió la carrera de Derecho en Barcelona y Salamanca, convirtiéndose en uno de los primeros toreros con formación universitaria.
Victoriano debutó como novillero en julio de 1953 en la plaza de Las Ventas y tomó la alternativa en Barcelona en 1958 con Antonio Bienvenida como padrino y Antonio Ordóñez de testigo. Le apodaron «el torero de las faenas memorables», pero tuvo altibajos y graves percances, lo que explica su retirada en 1971. «Lo primero que hice al quitarme de los toros fue casarme», ha recordado en alguna ocasión. «Llevaba seis años con Paloma y le decía que nos casaríamos cuando me retirara. Tuvo mucha paciencia», dice de la madre de Paloma Cuevas.
Pero antes de su retirada, en la década de los 60, Victoriano Valencia disfrutó de sus mejores años como diestro de primera fila y galán de la alta sociedad. Fue en 1966 cuando conoció a una mujer que marcaría su biografía: la princesa italiana Beatriz de Saboya, más conocida como Titi. Apodada «la princesa rebelde», Titi era hija de los reyes de Italia Humberto y María José, exiliados en Portugal, y hermana de Gabriela de Saboya, el primer amor del rey don Juan Carlos. Acababa de instalarse en Madrid cuando conoció a Victoriano Valencia y cayó rendida ante sus encantos. Había coqueteado primero con el marqués de Cubas, pero se le olvidó del todo al conocer al torero. Se publicaron varias fotos de la pareja en las revistas de corazón de la época, pero parece que e l romance fue breve. No porque la princesa Beatriz lo quisiera.
La princesa Beatriz de Saboya, fotografiada en Madrid en los años 60. /
Titi de Saboya tenía una personalidad fuerte y un talante liberal, el mismo que hizo que el dictador Franco descartara el matrimonio del entonces príncipe Juan Carlos con su hermana Gabriela. Huyendo del destino prefijado que sus padres tenían preparado para ella se instaló en el número 60 del Paseo de la Castellana de Madrid, su lanzadera hacia todo tipo de eventos y fiestas selectas. Cuando se enamoró de Victoriano Cuevas no tuvo en cuenta que éste tenía un 'pacto de espera', con Paloma Díaz, su novia formal: se casarían cuando dejara los toros. Titi creyó que su amor sería para siempre y se casarían, pero él pretendía una mujer más tradicional, maternal y casera.
Cuando Victoriano Valencia le aclaró que se casaba con otra, Titi de Saboya intentó suicidarse de un tiro con revolver. Fue el gran escándalo del final del franquismo, hasta el punto de que el ministro de información y turismo, Manuel Fraga, lo ocultó descaradamente, haciendo que se publicara que la princesa había tenido un accidente con un arma mientras la limpiaba. La princesa Beatriz de Saboya fue ingresada en el que hoy es el hospital Jiménez Díaz y, más tarde y con nombre falso, en la clínica psiquiátrica López-Ibor.
La estabilidad emocional de la princesa de Saboya no duró mucho tras su salida de la López-Ibor y se embarcó en varias relaciones desastrosas. A las pocas semanas de su intento de suicidio quiso casarse con el playboy italiano Maurizio Arena, con el que intentó casarse aunque este ya tenía esposa y, además, amantes famosas como Linda Christian (madre de Romina Power). A continuación salió con el príncipe sirio Izef Abeb y el diplomático argentino acreditado en la sede de las Naciones Unidas, en Ginebra, Luis Reyna Corbalán.
Su familia la apremiaba a casarse, pero Titi no lo lograba. Cuando Reyna ledio calabazas, Beatriz de Saboya se lanzó al vacío desde un segundo piso, tras haber ingerido una botella de whisky. En estado comatoso la llevaron a un hospital donde le diagnosticaron (melopea aparte) conmoción cerebral y fractura de pelvis. Al final se casaron en México en 1970 y tuvieron tres hijos. Uno de ellos, el primogénito, se quitó la vida con 24 años tirándose desde una ventana.