Adriana Cisneros junto a su padre en una imagen de sus redes. / instagram

LEGADO HEREDADO

Quién es la desconocida millonaria venezolana Adriana Cisneros: empresaria, aventurera y amiga de Isabel Preysler

Adriana Cisneros Phelps es una millonaria venezolana casi desconocida en España. Sin embargo, el funeral de su padre, fallecido el año pasado, congregó ayer en Madrid a nombres de la jet como Isabel Preysler o Myriam Lapique.

Su nombre es apenas conocido en nuestro país, pero su relación, así como la de su padre, el fallecido magnate venezolano de la comunicación Gustavo Cisneros, mantiene una estrecha relación con España. El funeral por el millonario empresario, fallecido el año pasado, reunió este jueves en Madrid a figuras a amigas de la familia Cisneros como Isabel Preysler o Myriam Lapique.

Su hija Mayor, Adriana, es la continuadora del imperio empresarial de su padre, y en la actualidad ostenta el cargo de directora ejecutiva y vicepresidenta del Grupo Cisneros, uno de los mayores conglomerados de empresas de comunicación, entretenimiento y publicidad de Venezuela, America Latina y EE.UU.

Su madre es Patricia Phelp de Cisneros, coleccionista de arte, filántropa y una de las principales benefactoras del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa). Residente en Miami junto a su familia, Adriana está casada con el escritor y periodista inglés Nicholas Griffin, con quien tiene dos hijos.

Adriana Cisneros, digna hija de sus padres: empresaria y filántropa

Adriana Cisneros Phelps nació en Caracas (Venezuela) el 17 de diciembre de 1979. Estudió en la Universidad de Columbia e hizo un máster en Periodismo en la Universidad de Nueva York (2005), y también cursó el Programa para el Desarrollo del Liderazgo (PLD) de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard en 2010 por lo que su elitista formación siempre estuvo enfocada a la continuidad de los negocios millonarios de su familia.

Como miembro de la tercera generación Cisneros, sus labores en el grupo están dirigidas a desarrollar nuevas líneas de negocio. Además ostenta el cargo de CEO de Tropicalia, enfocada al desarrollo turístico inmobiliario de lujo en República Dominicana. Es una deportista consumada, además de exploradora, y ha participado en duros eventos montando su querida bici de montaña.

Como su madre Patricia Phelps de Cisneros, importante coleccionista de arte y filántropa venezolana que mantiene una relación muy estrecha con el MOMA de Nueva York –en 2016 donó más de un centenar de obras a esta importante institución cultural de Manhattan–, Adriana dedica gran parte de sus esfuerzos y recursos a las labores solidarias.

Y es la presidenta de la Fundación Cisneros, organización sin fines de lucro fundada por su familia con la finalidad de mejorar la educación en América Latina y fomentar el conocimiento acerca de las contribuciones de la región a la cultura mundial.

Adriana Cisneros junto a su padre Gustavo. / INSTAGRAM

Además, entre otros cargos importantes es miembro del Comité Ejecutivo y Directora de la Academia Internacional de Artes y Ciencias de Televisión, responsable de los conocidos premios Emmy, miembro de la junta directiva del PS1 MoMA y miembro de la junta de Latin America Board de la Universidad de Georgetown. Desde el grupo Cisneros, se encarga también de la organización del concurso de belleza Miss Venezuela, uno de los más importantes y exitosos del mundo. Y la fortuna actual de la familia Cisneros está valorada en 1.500 millones de dólares.

Adriana Cisneros y España: una relación que viene de los años 80

El funeral por Gustavo Cisneros celebrado ayer en la iglesia de Los Jerónimos de Madrid, y al que acudieron miembros destacados de la crónica social española como Isabel Preysler o Myriam Lapique, evidencia la estrecha relación de la familia de origen venezolano con nuestro país.

Un idilio que se remonta a 1984, cuando Gustavo Cisneros compró por 1500 millones de las antiguas pesetas las populares Galerías Preciados, que formaban parte de Rumasa, de la familia Ruiz-Mateos y en una operación pactada con el gobierno de Felipe González. Y aunque la quiebra de estos almacenes fue notable, el éxito empresarial de Cisneros, que ya había comenzado con su padre Diego, cubano de nacimiento y origen de la fortuna familiar de más de 1500 millones de dólares, nunca paró de sucederse.

Adriana es también una gran amante de la vida familiar, y con su marido Nicholas Griffin, escritor y periodista, ha formado una bonita familia con dos hijos: «un niño surfero y una niña patinadora», como explica el escritor desde su página web. Y un perro al que quieren como uno más. La rica empresaria tiene dos hermanos más, Carolina y Guillermo, aunque mantienen un perfil aún más bajo.

Los tres han sentido muchísimo la muerte de su padre, Gustavo Cisneros, fallecido el pasado mes de diciembre en Nueva York a causa de una neumonía después de una operación de columna. Tenía 78 años. Tan solo una par de meses antes, en septiembre, Madrid fue escenario del estreno del documental Gustavo Cisneros: sin descanso, y con el magnate estuvieron algunas de sus mejores amigas de la alta sociedad madrileña como Elena Cué y Miriam Ungría.

Cisneros fue uno de los empresarios más reconocidos de la industria del entretenimiento en Venezuela y América Latina. Durante casi 50 años fue el presidente de la Junta directiva del Grupo Cisneros, un influyente conglomerado de empresas relacionadas con la televisión, las telecomunicaciones, la publicidad digital y productos de consumo con las que el magnate demostró su olfato y carácter visionario. Hoy, es su hija Adriana la perfecta continuadora de su importantísimo legado.